- De la aldea al mundo
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. El sueño de un fotógrafo
En el café de “La Parroquia”, el centro periodístico por excelencia para la entrevista de café, donde sus jefes lo enviaban, el fotógrafo Félix Márquez siempre se aburría.
Él soñaba con otro mundo, más allá de la aldea y el rancho que aldea y rancho son todos los pueblos del mundo.
Pero soñaba con treparse a la azotea en vez de reducirse a la planta baja y meterse en el bosque en vez de quedar alucinado con el árbol, así fuera “El árbol de la noche triste” donde Hernán Cortés lloró su derrota ante el rey azteca, Cuitláhuac, el grande.
Once años después, ahora cuando está cumpliendo apenas, apenitas, apenitas, treinta años, Félix Márquez tiene en su archivo personal fotografías como enviado especial de la agenda norteamericana, AP, Associated Press, en gran parte del país como Guerrero, Nuevo León, Durango, Puebla, Michoacán y Jalisco, entre otras entidades federativas, donde ha cumplido tareas singulares.
Pero también en Chile, Colombia, Cuba, Guatemala y Perú, donde se ha fogueado con los mejores fotoperiodistas del mundo.
Y siempre desde el puerto de Veracruz, donde reside, su epicentro, su centro neurálgico, su vida.
Dice:
“A veces AP me pide el trabajo. Pero con frecuencia, por aquí leo, me informo, me informan de un hecho, me voy y yo mismo financio mi viaje, y luego luego envío el material a la agencia y a otros medios, y me reembolsan. Incluso, cuando voy en camino, les aviso para que sepan”.
Es la vida fecunda y privilegiada de un fotógrafo que siempre, desde los 19 años de edad cuando empezó, vio para delante.
Por ejemplo, en aquellos días y meses en La Parroquia (“La Parroquia te foguea y aprendes, pero hay que volar y aprendes la libertad de hacer todo lo que quieras”) leía que el gobierno había decretado un aumento en los precios básicos.
Entonces mejor se iba al mercado popular, preguntaba si los precios serían incrementados y esperaba a que los clientes, por lo regular, amas de casa, llegaran a comprar.
Así retrataba la expresión de los gestos de las señoras a la hora de preguntar el nuevo precio y enviaba las fotos a agencias fotográficas de la Ciudad de México y comenzó a descubrir que había en el periodismo otro mundo más allá de las órdenes de información.
DOS. “Testigo de la violencia”, su primer libro
Félix Márquez acaba de publicar su primer libro de fotografías. Son, entre otras, algunas de las mejores fotografías.
Se llama”:
“Testigo de la violencia, memoria gráfica del Veracruz contemporáneo”.
El prólogo está a cargo de la académica y escritora Celia del Palacio, la historiadora más documentada, con obra escrita sobre la relación de los medios con el gobierno en Veracruz y la historia de los medios.
El libro está dedicado a “Rubén y las víctimas de guerra sin escrúpulos”, se entiende a Rubén Espinoza, el fotógrafo de Proceso asesinado el 31 de julio del año 2015 en la Ciudad de México; Javier Duarte y Arturo Bermúdez Zurita, su secretario de Seguridad Pública, aún en el trono imperial y faraónico.
Es un libro con fotos publicadas en medios de Veracruz, pero también en The New York Times, National Geographic, The Guardian, Washington Post, Los Angeles Times, El País, El Mercurio de Chile, La Tercera, Iris times, Journal Du Dimanche, AJmás y una docena de medios y revistas nacionales.
Félix se ha centrado en la cobertura de la guerra contra el narcotráfico en México, la migración, los derechos humanos y la infancia en América Latina.
Y aquel imberbe fotógrafo que llegaba al café de La Parroquia “de don Marce” a los 19 años de edad, ahora ha impartido talleres, conferencias y charlas en diversas universidades del país y del extranjero, incluso, en La Habana participó en el Seminario de Fotografía Documentan en el Instituto José Martí, el gran cronista cubano en Estados Unidos, el héroe de guerra que murió en el campo de batalla.
TRES. LOS AMIGOS, GRUPO COMPACTO
Félix Márquez pertenece a una nueva generación fotógrafos, más o menos, todos de la misma edad, quienes también miran y han mirado más allá del día y de la noche.
Entre ellos, Koral Carballo, quien de plano se ha alejado del diarismo y ha optado por el documental como, por ejemplo, trabaja ahora en la comunidad “El coyolillo”, a un lado de Xalapa, donde se queda viviendo con los vecinos para documentarse más.
También disfrutó de una beca de una fundación de Estados Unidos para un trabajo sobre la migración en El Salvador y con el que participara en un concurso mundial.
Victoria Razo, quien trabaja al alimón el tema de los derechos humanos y los desaparecidos para la agencia francesa AFP con el reportero y cronista Ignacio Carvajal García.
Son cinco entrañables hermanos putativos (Koral, Victoria, Yahir Ceballos, Óscar Martínez y Félix) que están honrando desde Veracruz el periodismo mundial.
“Los medios mundiales en que han laborado y laboran dan otra plataforma. La proyección es diferente. Tus fotografías circulando en el planeta.
“Te ven otros medios. Y te llaman si necesitan asuntos de Veracruz o del país. Incluso, del continente. Y nos movemos. Y pagan mejor. Mucho mejor. Y todavía te pagan las comidas, el hotel y la gasolina si llevas tu carro”.
Galardonado con el Premio Iberoamericano Gabriel García Márquez por el trabajo colectivo “Buscadores en un país de desaparecidos”, en el año 2017, Félix Márquez se mueve en el mundo, mientras el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, aquel que le advirtió que debería estar preso por tomar las fotos de las guardias comunitarias de los Llanos de Sotavento, duerme en el penal de Pacho Viejo.