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Feminicidios desbocados en Veracruz, cuatro en un solo día; degradación humana

El Piñero

 

Luis Velázquez /Escenarios

09 de abril de 2018

UNO. Cuatro mujeres asesinadas en un día

 

La mitad de la población y la otra mitad esperaba que la yunicidad sería el esplendor de Veracruz para el país y el mundo.

Y más, luego de la Década Perdida que iniciara en el año 2004 y terminara en el año 2016, tiempo cuando el saqueo de las arcas oficiales y la desaparición forzada, en que los cadáveres eran tirados, por ejemplo, a la barranca del diablo, llamada “La aurora”, en Emiliano Zapata, y algunos cadáveres quedaban atrapados entre los árboles.

Pero el miércoles 4 de abril del año electoral que corre fue un día ultra contra súper malo, mal karma, mala vibra, para el denominado “gobierno del cambio”.

Cuatro mujeres asesinadas en un solo día.

Mejor dicho, tres mujeres y un transexual que, en todo caso, era un hombre con alma, corazón, hígado, sexo y neuronas de mujer.

Una, en Alvarado. Otra, en Nautla. Otra, en Atzalan. Y el otro/otra, niño/niña, en Álamo.

A primera vista, el ideólogo de la familia jarocha, el secretario de Seguridad Pública, ha dicho que si hay tantos feminicidios se debe, vaya descubrimiento, a la violencia intrafamiliar.

Y a partir de ahí, que sigan matando mujeres “en la noche tibia y callada” que fue de Agustín Lara.

 

DOS. Feminicidios desbocados

 

A: Si los feminicidios se deben a la violencia intrafamiliar, entonces, expresa el alto desarrollo del machismo.

B: Y si hay machismo significa que ninguna política social (Sedesol y DIF, sobre todo) existe para reeducar a la población masculina.

C: Hay dos Alertas de Género y valen.

D: El feminicidio ha llegado a un punto álgido, fuera de control.

E: Hay feminicidios porque la mayoría de culpables saben que nadie los castiga, con todo y que pudiera, digamos, existir, una sistemática y firme, inteligente, persecución del delito.

F: Hay denuncias de feminicidios y la justicia está ocupada en otros menesteres, por ejemplo, haciendo paellas para los amigos.

G: Hay desdén oficial. Bastaría recordar la frase bíblica del Fiscal: “¿Cuál prisa si los desaparecidos… desaparecidos están?”.

H: Hay maltrato familiar, pero las mujeres se abstienen de interponer denuncia, porque el tortuguismo burocrático las desencanta.

I: El feminicidio ha alcanzado límites insospechados. Por ejemplo, el asesinato de niñas y ancianas en Veracruz.

J: El feminicidio ha llegado a la barbarie: mujeres asesinadas a puñaladas, con saña, otra tras otra, y lo que expresa, entre otras cositas, el placer que el homicida alcanza en cada puñalada que asesta.

Etcétera.

 

TRES. Inseguridad más impunidad

 

Feminicidio en Alvarado: el caso de Jenny Judith, de 22 años, asesinada por otra mujer, para arrancarle el hijo de su vientre. La homicida ya está detenida. La yunicidad ofreció un millón de pesos de recompensa, la misma cantidad que está ofreciendo por datos que lleven a la captura del ex secretario de Seguridad Pública, José Nabor Nava Olguín, acusado de desaparición forzada en el duartazgo.

Feminicidio en Nautla: la señora de 83 años de edad, Luisa, A.O., al frente de una tiendita de abarrotes para ayudarse, fue asesinada sólo para robarle.

Feminicidio en Atzalan: Paola, de 21 años, salió de su vivienda en Villa Independencia, municipio de Martínez de la Torre. Iba a la clínica 28 del IMSS. En el camino, peleó con su novio. Bajó de la unidad móvil. 48 horas después su cuerpo fue hallado con 5 puñaladas.

Feminicidio en Álamo: En el autohotel, Los azahares, habitación número 8, fue hallado el cuerpo sin vida de un transgénero. Degollado. Por lo pronto, desconocido.

Toda vida humana es invaluable. Y todas, por tanto, asesinadas en circunstancias violentas, merecen justicia, a menos, claro, que en nombre del machismo oficial sean declaradas culpables de su propia muerte.

Por ejemplo, Jenny Judith, por confiar en una desconocida.

La señora de 83 años, por tener una tiendita para subsistir.

Paola, por pelear con el novio.

El transgénero, por querer ser mujer.

 

CUATRO. Degradación humana

 

Hay ONG de mujeres victimizadas y de familiares de mujeres asesinadas.

Hay ONG de académicas que entre otras cositas llevan una bitácora de los feminicidios y que actúan en el carril político, social y mediático.

Hay diputadas locales y federales pendientes de los crímenes de mujeres.

Los políticos suelen “desgarrarse las vestiduras” jurando y perjurando que combaten el feminicidio.

Y, sin embargo, la barbarie alcanza dimensiones insospechadas como, por ejemplo, el asesinato de cinco puñaladas de Paola, 21 años, en Atzalan, y que sólo reproduce la saña con que una mujer fue asesinada de veinte puñaladas en Orizaba y otra más de cuarenta puñaladas en Córdoba.

Además, claro, del ene número de mujeres asesinadas luego de ser torturadas y violadas.

Y en varios casos, violación multitudinaria.

Se dirá que “el lobo es el lobo del hombre”.

Y que en un Veracruz con 8 millones 112 mil 505 habitantes (6 de cada 10 son mujeres), la naturaleza humana (donde conviven los buenos y los malos) se vuelve compleja y todo es posible.

Ok.

Pero algo está fallando en el cuerpo social.

Y en el caso de los feminicidios, si la pena de muerte está abolida en el país, entonces, la elite gobernante sigue reprobando la asignatura porque cuando, además, se asesinan a niñas y ancianas, mujeres torturadas, ultrajadas, apuñaladas, arrojados sus cadáveres en la vía pública, expresa la peor degradación humana.

 

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