- Muchos desengaños
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. Políticos impolutos
A partir del primero de diciembre, el gobierno de Veracruz será igual que los hombres de la Reforma de Benito Juárez, “ferozmente honesto”.
Ninguno “meterá las manos al cajón”.
Ninguno traficará influencias ni tendrá conflicto de intereses.
Ninguno aceptará el diezmo y el doble diezmo.
Ninguno desviará recursos públicos.
Ninguno creará empresas fantasmas ni tendrá, como Pepe Mancha (“Todo es legal, todo es legal” dice Julen Rementería), compañías constructoras al servicio del Estado.
Ninguno hará negocios, digamos, lícitos o ilícitos.
Palabra del gobernador electo.
“Yo soy honesto” ha cacareado el hombre de AMLO en Veracruz.
Claro, su antecesor Fernando Gutiérrez Barrios decía que sólo puede calibrarse si un político es honesto cuando ha estado al frente de una dependencia donde tenga presupuesto a raudales y empleados.
Pero, bueno, el góber electo está convencido de su misión apostólica, igual que AMLO, y se pone de ejemplo.
El góber será honesto, y por añadidura, el resto del gabinete legal y ampliado por ósmosis y en cascada.
DOS. La cartilla está leída
Por lo pronto, y de acuerdo con el discurso, el góber electo leyó la cartilla a su futuro gabinete.
A: El mismo se bajará el salario a la mitad del sueldo actual del gobernador.
B: Bajará los salarios, a la mitad, de los secretarios del gabinete legal.
C: Y también a la mitad a los subsecretarios.
D: Y de igual manera, a los directores.
E: Suspenderá las compensaciones extras.
F: Nadie tendrá el raudal de asesores que usufructúan hoy los funcionarios ni tampoco personal extra.
G: Y de ñapa, revisará la hoja de servicios de los burócratas despedidos pues en muchos casos eran trabajadores con 23 años de antigüedad.
El góber electo se ha ungido el paladín de la justicia.
A Dios, gracias, y bendiciones para todos.
Tal cual, ningún político tradicional querrá trabajar en el gobierno de Veracruz porque dejará de ser negocio.
Por decreto se acabarán los bribones.
TRES. AMLO será mejor que Juárez
La historia, no obstante, es así:
Benito Juárez, el impoluto, cayó en la tentación del poder y entre otras cositas, se dio vida otorgando cargos públicos y canonjías hasta sus yernos, tres que tenía.
Además luego enseguida cayó en la tentación reelectora y se reeligió durante 14 años seguiditos y lo que motivara la renuncia de “todos los hombres de la Reforma y que eran ferozmente honestos”.
Francisco Ignacio Madero, el impoluto, consumó como primera acción de su gobierno de 15 meses, apenas, apenitas, tomando posesión de la presidencia de la república indemnizar a sus familiares despojados en la Revolución por sus haciendas.
Uno y otro héroes de AMLO.
Y, bueno, nadie dudaría de que la casta del gobernador electo de Veracruz trasciende la integridad de Juárez y Madero y es, será mucho mejor que ellos.
CUATRO. Muchos desencantos y desengaños
Según el gobernador número 76 que será a partir del primero de diciembre del año que corre “vendrá una época importante” para Veracruz.
Es el mismo grito de batalla de todos los mandatarios y políticos, incluIdos los presidentes municipales, los síndicos y los regidores.
La vida, sin embargo, es así:
Medio millón de habitantes de Veracruz sólo hacen dos comidas al día… de tan jodidos que están en sus ingresos.
Uno de cada tres jefes de familia lleva el itacate y la torta a casa del changarro en la vía pública.
Un millón de paisanos migraron a Estados Unidos sin papeles, expuestos a todo.
Y si el góber electo habla de que “vendrán tiempos mejores”, ninguna, absolutamente ninguna razón existe para tener fe, esperanza y confianza luego de tantos desencantos y desengaños.
En todo caso, y en el palenque la población concede “el beneficio de la duda”, considerando que de acuerdo con la experiencia nacional cada SEIS años el país, y Veracruz por añadidura, se reinventan y vuelve a creerse en ellos y vuelven a decepcionarse, así, hasta llegar al pesimismo total y absoluto.
CINCO. Un mundo bonito con todo y bemoles
Del 2 de julio a la fecha, el góber electo está pintando “un mundo color de rosa” para la población. Transformaré Veracruz repite. Beneficiaré a la mayoría, dice. Hay mucho hartazgo social, proclama. Consultaré al pueblo en todo, garantiza.
Un mundo bonito, claro.
Pero si vamos hacia atrás, caray, la desolación.
El gobierno de Yunes, dice, “es corrupto” (Tragaluz, Milenio, Fernando del Collado).
Javier Duarte. Preso en el Reclusorio Norte.
Fidel Herrera Beltrán. En el descrédito.
Miguel Alemán Velasco. Ni quién se acuerde.
Patricio Chirinos Calero. Pasó el sexenio sin trascender.
Dante Delgado. Con todo, terminó encarcelado.
Fernando Gutiérrez Barrios. Se sirvió de la gubernatura para brincar a la secretaría de Gobernación.
Agustín Acosta Lagunes. Sólo recordado por “La Sonora Matancera”.
Rafael Hernández Ochoa. El ranchero enamorado.
Rafael Murillo Vidal. El dormilón.
Todos soñaron con entrar a la historia local, pero ninguno alcanzó la gloria por su estilo personal de gobernar y ejercer el poder.
Y todos, en campaña y en el discurso oficial la pasaron gritoneando el bienestar social.
El resultado es fatídico: 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza y la jodidez.
SEIS. Vivir esperanzado
El góber electo exalta sus veinte años de antigüedad como maestro en la Universidad Veracruzana y otros tantos en un CBTIS, parece.
Y aun cuando cada seis años la vida se renueva, parte substancial de la población suele vivir de la esperanza.
Bendiciones, entonces, para los optimistas…