Por Edgar Hernández
¡En mayo se definirá si procede el desafuero de mota, edgar spinoso y tarek abadalá!
Tras la detención de Javier Duarte, seguida de la aprehensión de Tomás Yarrington, el gallinero se alborotó.
Rumores, versiones, filtraciones y deslices informativos dan cuenta de la decidida intención del gobierno de Enrique Peña Nieto de legitimarse y llevar a la cárcel al mayor número de saqueadores del erario público.
Puros peces gordos, dirían los clásicos.
A la par regresar la confianza ciudadana e intentar legitimar al PRI en las urnas de cara a tan importantes sucesos electorales que habrán de definir el futuro de México. La idea es atajar a como dé lugar a Morena así tengan que vender su alma al diablo… azul.
Acaso por ello en el escenario político nacional se ha dejado traslucir que el siguiente en la lista de candidatos para ir a prisión es el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, gestor de la tragedia que hace más de dos décadas vive Veracruz.
Para nadie es un secreto que el creador del Frankenstein Duarte, es Fidel. Como tampoco que la pandilla de la Fidelidad –la mayoría con fuero federal o estatal- gozan de total impunidad con la complicidad incluso de las autoridades estatales y federales.
Así las cosas, Fidel Herrera –quien misteriosamente desapareció luego de su fulminante despido del consulado en Barcelona- habrá de convertirse en lo inmediato en el tema mediático y en una urgencia jurídica al encontrarse en Javier Duarte la hebra de la madeja que habrá de dejar al descubierto y en denuncia abierta el juego corrupto de la Fidelidad.
En Duarte se sustentará el pretexto para revelar los pactos inconfesables con el crimen organizado, prebendas recíprocas, cesión territorial, espacios de poder y la disposición criminal del erario público por doce años.
A 200 mil millones asciende la deuda pública, según cifras de Hilario Barcelata.
¿Dónde está el dinero y a que rubros privados fueron destinados? no es la pregunta por resolver, sino cómo sirve la información para proceder a fin de fortalecer el empeño federal por limpiar la casa.
El poder si se comparte siempre y cuando sea con su aliado natural, el PAN, o la preservación del mismo a partir de que en la víspera de la sucesión presidencial se trabaje sobre realidades.
Así, se observa que los números colocan en ligero primero lugar a los azules, el segundo a los morenos y en tercero a los priistas. Al corte de marzo el PRI se muestra cuatro puntos y fracción debajo del PAN y Morena, pero al conjuntarse el tricolor con el Verde, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, la distancia se acorta.
Eso es lo que al menos dicen los expertos en mediciones a la casa presidencial. Eso es lo que anima a que la estrecha diferencia se mantenga con acciones que generen la confianza ciudadana y levanten el voto de castigo.
Por tanto lo de Fidel podría ayudar a inclinar la balanza en favor de Peña.
Hay tela de donde cortar.
Desde el financiamiento externo e ilegal que el de Nopaltepec recibió para su campaña para la gubernatura en 2003-2004 hasta la misteriosa desaparición del último empréstito de diez mil millones de pesos otorgado al gobierno de Veracruz días antes de dejar la gubernatura en 2010.
En el inter sexenal se documentaron un sinfín de desvíos por obras inexistentes, pagos a proveedores de servicios no entregados, jineteo de recursos públicos que dieron lugar al quebranto del IPE y la UV, el manoseo de medicamentos y disposición de recursos destinados a la educación.
Vaya hasta un puente privado para una isla privada que compró Tomás Yarrigton, construido durante la Fidelidad con dinero de los veracruzanos.
De ello el gobierno federal está al día y en espera de que se cierre el segundo capítulo de la telenovela Duarte, para que se abra el de Fidel. Solo cuestión de tiempo.
Tiempo que hacia el interior de Veracruz también habrá de aprovecharse para ganar el espacio electoral de las municipales a renovarse el cuatro de junio.
Así, para el Yunismo hoy el objetivo mediático se enfoca en tres personajes, los diputados federales Adolfo Mota, Edgar Spinoso y Tarek Abdalá.
Adolfo Mota, modosito ex secretario de Educación, ex presidente del PRI y actual diputado federal, gestado al amparo de su padre político, el coatepecano Pepe Iturriaga, es señalado por saqueo multimillonario de la dependencia educativa que encabezó.
Adolfo Mota desde el Congreso de la Unión presumía que gracias a los buenos oficios del jefe de la bancada en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, no sería tocado por Yunes. Una fotografía, incluso, publicada 3 de enero donde se ve a flamante gobernador con Mota en cordial saludo e intercambio de sonrisas, ratificaba el aserto.
Sin embargo, más rápido que aprisa Yunes ataja con una tajante declaración de “ni perdón ni olvido para Mota”.
Mota sostiene que atrás del tinglado justificatorio está Edgar Spinoso Carrera, su oficial mayor. Para la Auditoría Superior de la Federación Spinoso desvió el 80 por ciento de las aportaciones Federales destinadas a la educación.
Sin embargo no se ha procedido en su contra.
Algo raro sucedió el 3 de diciembre cuando el periodista Carlos Jesús Rodríguez revelara una reunión secreta entre el nuevo titular de la SEV, Enrique Pérez y Spinoso Carrera. Todo se paró.
De acuerdo al periódico Imagen de Veracruz dos aeronaves que Yunes Linares presumiera como recuperadas, un jet privado Learjet y un helicóptero Robinson, fueron recuperadas pero gracias a esa negociación con Spinoso Carrera. Trascendieron además presuntos traslados millonarios en efectivo a cuentas no específicas y ese maldito rumor de que Spinoso había negociado impunidad a cambio de dinero.
con información de esnoticiaveracruz.com