- La dama de compañía
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Fifí, sabadaba y salsero
Fuera de los reality-show, escándalos y hazmerreír de Cuitlalandia, tres meses después ninguna obra pública anunciada.
Bueno, unas tres callecitas reencarpetadas cacareadas como la gran obra de infraestructura.
Y el resto del tiempo, enalteciendo el sexenio fifí, sabadaba y salsero.
Y es que si el gobernador prefiere antrear antes que ejercer el poder y gobernar y gobernar con sentido social a partir de acciones y hechos, entonces, y por añadidura, ya lo dijo AMLO, el presidente, el resto del gabinete lo copia.
Por ejemplo:
La secretaria de Turismo, Xóchitl Arbezú Lago, viajó a Madrid, España, con veinte presidentes municipales para promocionar sus pueblos en Europa.
Entonces, vestida con una blusa y pantalón de mezclilla, se puso un vaso en la cabeza y se puso a bailar “La bruja”.
El diputado Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política elegido por el dedazo del gobernador con quien alardea amistad férrea, se filmó manejando su camioneta, con unos lentes grandes color azul (el color del PAN), con una camiseta morada y chamarra gris y una cachucha color guinda y negra cantando una cumbia.
Claro, con voz desentonada, pero dueño del poder legislativo pues le corresponde manejar el presupuesto, y más allá de que sea identificado como “un pelele del secretario General de Gobierno”, es un pelele con suerte y cree que el mundo está arrodillado a sus pies.
DOS. La dama de compañía…
Nunca en la historia política local, el secretario General de Gobierno ha sido una dama de compañía del gobernador en turno para andar a su lado en el mayor número de eventos.
Pero Éric Patrocinio Cisneros Burgos y Cuitláhuac García Jiménez constituyen la excepción, cuando, caray, la chamba de “El dos de palacio” es llevar y mantener el control de la política-política.
Más todavía:
Toda su vida, incluso, más que su tierra adoptiva, su tierra de origen, Cisneros Burgos vivió en Baja California.
Por eso mismo, decidió hermanar al pueblo de Alvarado (¿Alvarado?) con La Paz, Baja California, cuando, y como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, ninguna razón histórica ni cultural existe.
Pero, bueno, como el alcalde Bogar Ruiz es el consentido sexenal de la izquierda, entonces, lo han de llenar de cariño y afectos.
TRES. Mundo de buenas intenciones
Otro escandalito fue, más que suspender los carnavales de Coatzacoalcos (por la inseguridad) y de Minatitlán (por la falta de liquidez), cancelar el carnaval jarocho.
Y en contraparte, Cuitlalandia decidió financiar con 39 millones de pesos el Festival Tajín, cuando, habría de revisarse la derrama económica que deja el Tajín y el carnaval de la ciudad de Veracruz, próxima a cumplir 500 años de fundado el Ayuntamiento en tierra firme continental.
Y como siempre, con puros escándalos como eje rector, Cuitlalandia se ha aplicado como ningún otro gobernador a repetir como lorito los programas sociales de AMLO, como son las becas a ninis, subsidio mayores a los ancianos, becas a hijos de madres solteras, una mensualidad a los abuelos que cuiden a los nietos y empleo para los huachicoleros y los migrantes de América Central sembrando árboles frutales.
Un mundo de buenas intenciones, se ignora si ocurrencias pues en el fondo reproducen al viejo sistema priista, además de que tres meses después solo han quedado en el discurso político encendido, sin aterrizar en los hechos.
De ñapa, el pueblo sublevado la semana anterior en Soledad Atzompa con el linchamiento de 6 malandros, quemados vivos, y el fracaso rotundo en el operativo legislativo para destituir al Fiscal.