Escenarios
•Feria Nacional del Libro
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. Final feliz en Boca
Más allá de que Miguel Ángel Yunes Márquez circule la estrategia de su llamado “Municipio exitoso”…
Y más allá de que sueñe con el nepotismo para que su padre le herede la silla embrujada de palacio…
Y más allá de que las elites panistas (los Julen, los Guzmán Avilés, los Mancha, los Serralde, los Cambranis, los Yescas, etcétera) estén “planchados” con cargos y posiciones…
Y más allá de que Pepe Mancha destapara al presidente municipal como “la única carta fuerte” del PAN (y del PRD y hasta del Movimiento Ciudadano, ahora que el FCM ha quedado registrado en el INE)…una de las acciones fuera de duda, admirada y admirable, es el trabajo cultural en Boca del Río.
El último ramalazo fue dado la semana anterior con la Feria Nacional de Libro en el “Foro Boca”, un espacio para el cultivo del espíritu y las artes y el desarrollo social pleno.
Durante tres días, las editoriales del país expusieron sus libros en Boca del Río.
Cierto, el Instituto Veracruzano de Cultura, dependiente de la secretaría de Educación del pedagogo Enrique Pérez Rodríguez, auspició la Feria del Libro, y con mucho, muchísimo sentido político (jirabilla futurista para el año entrante en que habrá cinco elecciones) la sede fue en Boca para que, digamos, el primogénito se luciera más.
Pero con todo, ningún otro presidente municipal tuvo antes la iniciativa.
Será porque Yunes Márquez privilegia el crecimiento cultural del antiguo pueblo de pescadores.
Será porque él mismo es hijo de la cultura que la mira como una de las claves fundamentales para el desarrollo humano.
Pero sea como sea, el precedente es desafío colosal para el nuevo presidente municipal, el panista Humberto Alonso Morelli, pues dependerá de su mística y visión del mundo para continuar la Feria del Libro durante los próximos cuatro años.
Dos. “Flor de un día”
Por lo regular, los ediles suelen lanzar programas “flor de un día”.
“Flor de un día”, por ejemplo, fue el Festival de la Salsa en el tiempo del priista Salvador Manzur y del que, y por desgracia, el sucesor, Yunes Márquez, se deslindara y terminara, en debut y fracaso automático, en Coatzacoalcos.
También “florecita de un día” fue la ocurrencia de la entonces alcaldesa jarocha, Carolina Gudiño, del lechero más largo y extenso del mundo en el Paseo del Malecón.
Y la locura irracional del ex panista José Ramón Gutiérrez de Velasco cuando como alcalde los fines de semana, sábados en la noche, convertía el zócalo en un gigantesco ring con peleas en el cuadrilátero teniendo como música de fonda la canción estelar de Sylvester Stallone, su ídolo.
Y ni se diga el “Hay Festival” de Xalapa, donde los organizadores mundiales lo retiraron por el tsunami de violencia tolerado y permitido por Javier Duarte y su secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y su Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras.
Y el festival del “Mango Petacón”, en Medellín, donde un priista se disfrazó tal cual y en automático ganó el pase para la candidatura a presidente municipal y que ganara en las urnas.
Etcétera.
Con todo en Veracruz han sobrevivido, por un lado, los Pueblos Mágicos, y por el otro, los récords Guinness, algunos, desfachatados, pero, bueno, si cada profesor arrastra su librito, cada alcalde sus ocurrencias.
La única creación política (y educativa y cultural) creada y sobreviviente a los huracanes edilicios es el Instituto de la Superación Ciudadano, erigido por don Arturo Llorente González cuando fuera presidente municipal jarocho.
Es más, cuando Yunes Márquez fue alcalde por vez primera estableció el premio anual de Literatura Boca del Río, ganado, entre otros, por el guerrillero de la Revolución Sandinista, sacerdote de la Teología de la Liberación, poeta y traductor, Ernesto Cardenal Martínez (Nicaragua, 1925), y el escritor y reportero chiapaneco, Marco Aurelio Carballo.
Pero, bueno, en el recuerdo quedó…
Tres. Estilo personal de gobernar
Ahora, la Feria Nacional del Libro y que dignifica la vida municipal, pues desde antes, Yunes Márquez ha empujado la carreta cultural con festivales de música clásica.
Más aún:
La creación de la Orquesta Sinfónica tanto infantil como la profesional.
Y con directores de primer nivel en actuación estelar.
Y las exposiciones en el bulevar boqueño, entre otros, del pintor José Luis Cuevas con sus “Gigantas”.
El primogénito del gobernador, inminente candidato a la silla embrujada del palacio de Xalapa, promoviendo las artes del espíritu como ningún otro presidente municipal.
El otro edil con el mismo perfil, acaso con más actividad social, es el priista Américo Zúñiga Martínez, de Xalapa, quien también auspició la Orquesta Infantil de Música y ha publicado libros de autores locales y ha fomentado las tradiciones.
Además, y como ningún otro, creado y recreado el Cabildo Infantil.
Más aún: convocó a los niños de Xalapa a un concurso de literatura y publicó dos, tres libros, con los cuentos premiados.
Las tareas de la inteligencia y el espíritu también son responsabilidad pública.
Lástima que la política sea “un tragadero de hombres” como decía Juan Maldonado Pereda, QEPD, y por eso mismo, los sucesores en el trono edilicio asesten un manotazo para archivar el pasado inmediato.
