Luis Velázquez / Barandal
PASAMANOS: En la campaña electoral, Miguel Ángel Yunes Linares cortejó a las ongs, colectivos y solecitos integrados por los familiares de los secuestrados, desaparecidos y asesinados en Veracruz. Sepultados, incluso, en fosas clandestinas.
En el mes de diciembre les entregó la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” en la LXIV Legislatura.
Después, les ofreció “las perlas de la virgen” para hacer justicia, simple y llanamente, justicia.
Un día, el Fiscal las plantó porque prefirió asistir al informe del alcalde de Boca del Río.
Otro día, las plantó dos horas porque andaba de chofer del subsecretario de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
Ahora, ellas se integran para lanzar una contraofensiva, mejor dicho, un ultimátum a la Yunicidad.
Y lo peor, con tanto fuego y ardor social que una ONG le endilgó un apodo que retrataba “al pie de la letra” al Fiscal.
“El reyezuelo”.
Y es que “El reyezuelo”, enamorado de sí mismo, ególatra en su más alta dimensión, soberbio y prepotente, las ha menospreciado, dueño que se cree, digamos, de la ley, la justicia, la verdad y la razón.
Y lo imperdonable, igual que su antecesor, o peor, Luis Ángel Bravo Contreras, se pitorrea del dolor y el sufrimiento.
Sólo falta que de igual manera como el anterior Fiscal termine seduciendo a una de ellas.
El operativo está listo.
Se ignora si será una marcha en Xalapa o en Veracruz, y/o al mismo tiempo, en varias ciudades.
O un plantón ante la Fiscalía y/o el palacio de gobierno de Xalapa.
O si adquirirá una nueva forma contestataria.
Pero la revolución silenciosa a punto de tronar se fundamenta en los siguientes hechos:
BALAUSTRADAS: Uno. En Minatitlán descubrieron unas fosas clandestinas en un terreno propiedad de Petróleos Mexicanos, PEMEX.
Y al momento, el Fiscal les ha negado el derecho a entrar para buscar a los suyos.
Dos. Luego del plantón de dos horas en la Fiscalía cuando anduviera de chofer de Roberto Campa, el Fiscal se encorajinó, a tal grado que asestó un manotazo en la mesa de juntas exigiendo el respeto… que él ha sido incapaz de expresar y profesar.
Tres. En el manejo de las evidencias de los restos óseos encontrados se han dado errores. Por ejemplo, en el terreno anexo al fraccionamiento “Colinas de Santa Fe” han descubierto prendas, ropa, zapatos, etcétera. Y la Fiscalía los está extrayendo, sin que las ONGS, colectivos y solecitos conozcan su destino…por más y más que han exigido el legítimo derecho a.
Cuatro. Una cosita es localizar una fosa y otra trabajar en su perfil y su dictamen. Y en tal proceso hay un desaseo de la Fiscalía.
Cinco. También hay bloqueo en el proceso de identificación de los cadáveres.
Por ejemplo: al momento, los solecitos han descubierto en “Colinas de Santa Fe” un aproximado de 246 cadáveres, seis últimos el miércoles 8 de marzo.
Y a la fecha, el Fiscal sólo ha integrado diecinueve perfiles y que consiste en el mapa genético de las víctimas para cotejarse con el mapa genético en manos de las ONG derivado de las pruebas ADN.
Seis. Encerrado en su búnker como un reyezuelo, el Fiscal repite el mismo discurso oficial. No hay dinero para seguir indagando.
Incluso, el cero apoyo a las ONG se extiende a la dichosa comisión de Apoyo a Víctimas, de la que es titular Mireya Toto.
Siete. El colmo de la barbarie política y social en la Yunicidad: cada vez que los solecitos y colectivos denuncian el menosprecio oficial, desde alguna zona siniestra y sórdida aparece un rafagueo mediático en contra de ellos.
Alguien estaría soñando, quizá, en doblar a los familiares de los secuestrados y desaparecidos.
Acaso nada más con el objetivo de desacreditar su lucha.
Y más cuando, por ejemplo, y ante la queja cotidiana de falta de presupuesto, las madres buscan soluciones para avenirse de recursos, como por ejemplo, el puesto de antojitos en el carnaval de Veracruz y la palapa con comida rápida y antojitos que también pondrán en las playas de Boca del Río en Semana Santa y cuyo permiso solidario se les otorgó el alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez.
ESCALERAS: Días después de que Yunes Linares fue declarado gobernador electo, el Fiscal sufrió una transformación y que por fortuna nunca llegó a los límites de Gregorio Samsa con Kakfa.
Pero con todo, empezó a soñar… volando, igual que Samsa.
De entrada, su despacho jurídico fue atiborrado durante días y semanas con un montón de abogados solicitándole una oportunidad laboral, pues el Fiscal soñaba con la secretaría General de Gobierno y que luego trascendería estaba predestinada para el líder del PRD, Rogelio Franco Castán.
Pero de cualquier manera, la Fiscalía que le fue ofrecida significaba un abanico insólito de carácter laboral.
Y más, cuando su antecesor, Luis ángel Bravo Contreras empezó a sentir que le movían el tapete y que hacia el final de la jornada fue doblado para renunciar al nombramiento de nueve años y la entrega de unos bienes inmuebles… a cambio de que en ningún momento sería llevado a juicio penal por los trastupijes que estaban apareciendo en la procuración de la justicia.
Oaxaqueño de nacimiento, donde su padre era notario público, con un par de hermanos más, los tres con el mismo nombre, Jorge, pero con número regnal: Jorge I, Jorge II y Jorge III, el fiscal, ególatra y petulante, se cree la octava maravilla del mundo.
Quizá, desde cuando cada semana desayunaba con Carlos Gutiérrez de Velasco, el tesorero de Agustín Acosta Lagunes, y por cuya amistad según las versiones le obsequiara el primer piso de un edificio donde tiene su despacho jurídico.
Acaso, desde cuando Valentín Ruiz Ortiz, QEPD, se convirtiera de cliente en su mecenas con su residencia en el Frac. Costa de Oro de Boca del Río.
Quizá desde que abrió su pizerría “Amore”, sobre la calle de Martí, y que promueve en las redes sociales.
El caso es que sus amigos están perplejos con su cambio neurológico lleno de protagonismo.
Más sorprendidos están los colectivos listos para una revolución silenciosa en su contra y que sería pronto “antes de que el gallo cante tres veces”.