•Su hotelito en Xico
Veracruz.- EMBARCADERO: Mientras el gobernador recupera parte del dinero oficial robado por su antecesor, Javier Duarte…
Y en tanto cabildea en el Congreso un préstamo extraordinario pagadero a dos años…
Y mientras cabildea con las secretarías de la Defensa Nacional y Marina aumentar la vigilancia en Veracruz en contra de los carteles y cartelitos…
Y en tanto reorienta el gasto público, su Fiscal está fallando…
Por ejemplo, desde semanas anteriores, el Yunes azul reveló que iba tras los pasos de María Georgina Domínguez Colio y Alberto Silva Ramos como voceros del duartazgo, y el Fiscal, en el limbo…
En el limbo también con las órdenes de aprehensión en contra de Arturo Bermúdez Zurita y Gabriel Deantes Ramos como secretarios que fueran de Seguridad Pública y Trabajo y Previsión Social…
Y aun cuando se dirá que todo tiene su tiempo jurídico, el tiempo social exige y demanda una acción rápida de la justicia…
Y más, cuando es público y notorio el desaseo con que Gina, la Juan de Arco del siglo XXI en Veracruz, manejó los recursos oficiales…
Es más, él mismito Alberto Silva asegura que en los años 2012 y 2013, Gina rasuró 383 millones de pesos de empresas fantasmas, sin que al momento nadie la haya tocado…
Y más, porque Vicente Benítez González, entonces tesorero de la secretaría de Finanzas y Planeación, también se habría ido “cabezón” con tal ordeña del erario…
El Yunes azul ya anunció que iría por ellos, pero el Fiscal prefiere alardear en las redes sociales su lealtad perruna, a prueba de bomba, al gobernador, cuando, en todo caso, y de ser así, la fidelidad sólo se expresa a partir de los hechos y resultados…
Se cumplen hoy 43 días de la Yunicidad y ningún duartista está preso cuando cada ciudadano que vota y sufraga quiere justicia, simple y llanamente, justicia, pues las simples declaraciones han perdido su significado…
ROMPEOLAS: En el gremio reporteril fue expresa y notoria la riqueza súbita de Gina…
Muchos la recuerdan en su tiempo de periodista en el Congreso cuando llegaba en chanclas y ropita sencilla…
Luego, en el duartazgo, el paraíso terrenal… Por ejemplo, según las versiones, en su parcelita ejidal de “La pitaya” en Coatepec, construyó tres mansiones…
Una para ella, otra para su señora madre y otra para su hermana…
¡Y qué bueno, y felicidades!…
Entonces, se afirma, tenía un estilista personal para ella, otro para
su madre y otro para la hermana…
Incluso, Gina tenía un chef argentino que le preparaba los mejores manjares…
Incluso, cuando organizaba comelitonas contrataba un catador de vinos para elegir el vino adecuado según la comida servida…
Más aún: se asegura que de pronto empezó a vestir la misma ropa de marca que usaba Karime Macías… Aún más: los hijos de Gina andaban con escoltas…
De ella, Fidel Herrera Beltrán acuñó la siguiente frase. “Yo le di todo y es una malagradecida”…
Fueron aquellos tiempos peores para el periodismo, cuando, y por ejemplo, tenía una lista negra de reporteros incómodos a quienes bloqueaba por todos lados, teniendo como operadora a Laura Valencia…
Les llamaban gente anárquica y revoltosa que mucho, demasiado, excesivo daño causaba a Javier Duarte, según ella misma decía…
Se ignora el momento en que la ex vocera se adueñó de las neuronas, el corazón y el hígado de Duarte, el caso es que de pronto, los secretarios del gabinete legal y ampliado se le cuadraban como la jefa máxima…
Era intocable… Y hasta la tonalidad de su mirada cambió por una mirada siniestra que congelaba con su resplandor…
ASTILLEROS: En los casi 6 años del duartazgo fueron manejados 8 mil 200 millones de pesos solo en comunicación social…
Un gasto millonario única y exclusivamente para que los medios arrojaran incienso a Javier Duarte…
Y desde luego, sin ningún beneficio ni utilidad social para el millón de indígenas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros…
Tampoco sirvieron los 8 mil 200 millones para disminuir, por ejemplo, la pobreza, la miseria y la jodidez…
Y al mismo tiempo, oh paradoja, una parte considerable de esa billetiza fue ejercida con sentido patrimonialista, digamos, para mejorar la calidad de vida y las expectativas cercanas y futuras de los mismos voceros y de los tesoreros de SEFIPLAN y del mismo gobernador…
Y lo peor, sin rendir cuentas, como si SEFIPLAN fuera la tesorería de una hacienda porfirista, digamos, la “Hacienda San Bartolo”, en Xico, un hotelito folklórico, costumbrista, de unas diez habitaciones, como el hotel-boutique “Agua bendita”, que Gina Domínguez pudo adquirir en el duartazgo gracias a sus ahorritos y que a nombre de un prestanombre aún conserva como patrimonio familiar, aun cuando, oh desventura, debió vender su penthouse en Boca del Río…
Lo bueno es que el Fiscal anda ocupado en otros menesteres y las Ginas y los Silva y los Bermúdez y los Deantes se pasean intocables…