• Sobrevivió a quemaduras en el 100% de su cuerpo, tras devastador incendio de su casa.
• La adolescente no puede exponerse al sol, necesita tratamiento y ropa especial.
• En 2022 fue vendida en matrimonio forzado por un guajolote, un marrano y 500 pesos.
Por: Carlos Abad | EL PIÑERO
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Oaxaca emitió una ficha de búsqueda por la desaparición de “Chayito”, la adolescente que sobrevivió a quemaduras en el 100% de su cuerpo, tras un devastador incendio de su hogar.
De acuerdo a la ficha DNOL que emitió la unidad de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas, Rosario Alfaro Bravo, de 17 años de edad, salió el 12 de marzo de “El espinal”, Juchitán, Oaxaca, rumbo a Tuxtepec, ciudad donde vivió toda su vida; lo último que le dijo a su familia biológica, es que extrañaba a quienes la habían adoptado en la cuenca del Papaloapan, confesó Amanda, pariente cercana en el istmo de Tehuantepec.
“Chayito” vestía sudadera de color rojo con azul, pantalón tipo mayón de color verde y calza sandalias; ella mide 1 metro con 60 centímetros aproximadamente, tez morena, cejas semipobladas, ojos café obscuros, nariz pequeña y recta, orejas chicas, labios delgados, cabello chino y corto, de color negro.
Como señas particulares, presenta secuelas o marcas por quemaduras en todo su cuerpo, aunque visiblemente más en la mejilla derecha.
Rosario Alfaro Bravo es la menor de edad que en 2022 fue vendida por su prima en matrimonio forzado, a cambio de un guajolote, un cochino y 500 pesos, y recuperada por la fiscalía de Oaxaca, en el municipio de Jalapa de Díaz.
Un año después, ocurrió la tragedia cuando se incendió la casa de “Chayito”’con ella adentro, su hermana Ana Gabriela y su abuela, quien murió en el siniestro; a partir de ahí Rosario estuvo un mes en coma, hasta que despertó para ser intervenida quirúrgicamente en múltiples ocasiones para salvarle la vida y trasplantarle piel.
Su vida no ha dejado de ser un auténtico calvario, ahora con su desaparición; el piñero contactó a su familia biológica de Juchitán, a quienes se les escapó, y también hablamos con Sol y don Moisés, padres adoptivos en Tuxtepec, quienes la recibieron el 13 de marzo y le rentaron un cuarto en la zona centro, a donde tiene dos noches de no llegar a dormir.
“A mí me enseñó marcas en el cuerpo y me dijo que su familia de Juchitán la obligaban a trabajar en lo caliente de una tortillería, y todos sabemos que ella no puede trabajar a altas temperaturas, debido a las secuelas de las quemaduras” confesó doña Sol.
Agregó “yo te la iba a mandar a casa de Carlos Abad, por qué Chayito le dice tío, por qué él vio por ella y su hermana por muchos años, pero en eso no supe más hace dos noches; me enseñó marcas en el cuerpo y me dijo que su familia de Juchitán le pegaba”.