Ivon Alvarez Rojas / Yahoo Noticias
CDMX | 29 agosto 2017.- Parece muy lejano ese agosto de 2005 cuando México y Estados Unidos eran tan “buenos vecinos” que después del paso del huracán Katrina por territorio estadounidense, el gobierno mexicano envió ayuda a la zona afectada.
La diferencia parece abismal si lo comparamos con el mismo mes en 2017, cuando se repite el ofrecimiento mexicano al gobierno de Washington después de que Harvey devastara las ciudades más importantes de Texas, pero esta vez la situación entre dichas naciones es tan tensa que el gesto del gobierno de Peña es tomado por la administración Trump con reserva.
La histórica decisión de Bush
Tuvo que suceder una tragedia de tal magnitud como un huracán de categoría 5 para que Estados Unidos permitiera la entrada de tropas mexicanas a su territorio con fines humanitarios.
Todo comenzó con la misiva de condolencias de Vicente Fox, entonces Presidente de México y su ofrecimiento de enviar ayuda si el gobierno de George W. Bush aceptaba.
“En el nombre del pueblo y gobierno de México, le expreso mis más profundas y sinceras condolencias por los devastadores efectos del huracán Katrina (…) México y los Estados Unidos son vecinos y amigos y, en momentos difíciles, los buenos amigos siempre están presentes. Haremos todo lo que está en nuestras manos para ayudar en esta situación tan desafortunada. Cuenten con todo nuestro apoyo”.
La administración Bush respondió con una carta firmada por el Secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, dirigida al canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, dando la bienvenida a la iniciativa de Mexico para el apoyo humanitario por el desastre natural.
Así, la Secretaría de Defensa Nacional, adaptó el Plan DN-III-E (el cual se aplica en México en situaciones de desastres o emergencias) en coordinación con autoridades estadounidenses para implementar la ayuda a la población civil.
Y ante la incredulidad de los medios de comunicación locales y los aplausos de ciudadanos méxico-americanos, el 8 de septiembre un convoy del ejército mexicano cruzó la frontera por Laredo rumbo a San Antonio, compuesto por 196 miembros sobre todo personal médico, 14 camiones cisterna, 45 vehículos militares y 250 toneladas de comida y agua embotellada que llegaron a la base Kelly de la Fuerza Aérea donde se había levantado un albergue para los desplazados de Nueva Orleans.
La ayuda también llegó por mar con el buque Papaloapan de la Armada Mexicana y varios aviones Hércules de la Fuerza Aérea. En total otras 200 toneladas de alimentos y víveres. Se estima que el contingente mexicano asistió a 7 mil damnificados por día.
Trump y su arma favorita contra México: Twitter
No es la primera vez que el Presidente de Estados Unidos desafía un acuerdo diplomático vía Twitter. Pero esta vez el gobierno mexicano respondió, tal vez por primera vez, de manera contundente el embate del millonario.
“Siendo México una de las naciones con mayor crimen del mundo, debemos tener EL MURO. México pagará por el con reembolsos u otros”, tuiteó @realDonaldTrump.
En respuesta, la Cancillería Mexicana emitió un comunicado con 4 puntos. Aquí lo más importante:
“Como ha sostenido siempre el gobierno de México, nuestro país no pagará, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, un muro o barrera física que se construya en territorio estadounidense a lo largo de la frontera con México. Esta determinación no es parte de una estrategia negociadora mexicana, sino de un principio de soberanía y dignidad nacional”.
Sobre la violencia y el tráfico de drogas, el comunicado dice que es “un problema compartido” asegura que “el tráfico de drogas, armas y dinero sólo se terminará si se tratan sus problemas de raíz: la alta demanda de drogas en Estados Unidos y la oferta de México (…) Sólo con base en los principios de responsabilidad compartida, trabajo en equipo y confianza mutua podemos superar este reto”.
También aseguró que México negocia el TLCAN de manera seria y constructiva en el que ganen los tres países involucrados.
Termina sentenciado que el gobierno mexicano no negociará el TLCAN, o cualquier aspecto de la relación bilateral por medio de las redes sociales o los medios de comunicación.
El Katrina de Trump
Por su parte, y ante la situación de emergencia tras el paso del huracán Harvey de categoría 3 por el estado de Texas, el canciller mexicano Luis Videgaray informó mediante un tuit que había ofrecido ayuda al gobernador texano, Greg Abbott.
“Hace un momento hablé con el gobernador de Texas @GregAbbott_TX. Identificaremos apoyos específicos que podamos brindar ayuda #HurricaneHarvey”.
Así, el gobierno de Enrique Peña extiende el brazo en un momento ríspido de la relación bilateral, tanto que para algunos podría tomarse como una bofetada con guante blanco al mandatario estadounidense.
“Hemos ofrecido al gobierno estadounidense todo la ayuda y colaboración que puedan brindar las distintas dependencias gubernamentales mexicanas para atender los impactos de este desastre natural, como deben hacer siempre los buenos vecinos en momentos de dificultad”, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Y los medios en Estados Unidos no dejaron pasar por alto la nueva pifia de Trump. Esta vez fue The Washington Post, donde en un artículo firmado por Max Bearak rememora la experiencia con Katrina de ver entrar a suelo estadounidense a las tropas mexicanas y cómo los gobiernos amigos de Bush y Fox realmente permitió tal acontecimiento.
“Fue un gesto extraordinario que pudo haber salvado muchas vidas”, señala el texto, pero también pone el punto en la llaga al mencionar que dicho ofrecimiento pone e dificultades a Donald Trump, quien seguía asegurando que México pagará por el muro en su cuenta de Twitter, pero de aceptar la ayuda como lo hizo Bush en su momento también sería visto como una hipocresía o debilidad desde el punto de vista de sus partidarios.
Una escueta respuesta asegura que el gobierno estadounidense se encuentra en comunicación con sus vecinos y en caso de que surja la necesidad de pedir ayuda trabajarán con sus socios.
No obstante, la misma tarde del lunes en una conferencia conjunta con su homólogo finlandés Sauli Niinstó, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump dijo “puede que lo financiemos nosotros a través de Estados Unidos, pero en última instancia, México pagará por el muro”.