Redacción El Piñero | Corresponsalía
A lo mejor en el altar dedicado a los familiares que ya partieron, no hubo suficiente alimento; a lo mejor faltó más flor de cempazúchitl, pero lo que no falló en la ciudad de la piña, fue la alegría y el entusiasmo de jóvenes calacas y hermosas catrinas.
La Calenda de “Día de Muertos” tuvo una gran y colorida participación de jóvenes y adultos, la tarde del martes 1 de noviembre, quienes se dieron cita en los bajos del Palacio Municipal, para partir cantando y bailando al cementerio municipal de Loma Bonita.
Muertes con el infaltable celular en la mano, para comunicarse con el vivo que se atrasó; calaveras sonrientes con brillos en párpados y frente; elegantes catrines con corbata y traje de casimir; sexis huesudas enseñando ajustados corpiños que a muchas impedían la respiración; los novios muertos de amor; la invencible muerte cubriendo su tétrico rostro con velo negro…todos ellos, todos los participantes, entre las que se encontraban abuelitas y mamás, debidamente caracterizadas como calaveras, se motivaron a salir al centro de la ciudad, para ser parte del entusiasmo y la alegría de los eventos organizados por la autoridad municipal.
Actos como estos, permitieron que quienes recientemente hayan perdido a un ser querido, se olvidaran por unas horas de sus penas; que la población que está siendo duramente golpada por la inflación, dejara a un lado su preocupación por los altos precios, y penas por el estilo.