Redacción El Piñero | Corresponsalía
A través de redes sociales una madre de Tuxtepec decidió denunciar públicamente su caso al haber sido víctima de abuso y violencia, esto luego de ser salvajemente golpeada por el padre de sus hijos y amenazada con ser quemada viva.
La mujer de nombre Obdulia en Facebook detalló en su publicación que su exesposo la quiso forzar a tener relaciones sexuales como otras veces lo había hecho, y al negarse, le propinó una fuerte golpiza, además de engañarla con rociarle gasolina para quemarla viva si no accedía a sus deseos.
Aquí el testimonio de la víctima, quien invita a otras mujeres que sufren la misma situación a alzar la voz y no quedarse calladas y evitar terminar en un hospital o en el cementerio:
«Pensé mucho en hacer esto, pero hace unos días Senti por un momento como mi vida dependía del que fue mi pareja y padre de mis hijos…
Mi historia empieza así, cómo la de todos bonita,tengo dos hijos a los cuales amo con toda mi vida, fui feliz hasta empezaron los malos tratos, infidelidades, insultos, traiciones… todo a puerta cerrada para que mis hijos crecieran en una familia”… hasta que un día al fin decidió irse con una mujer, (su amante en turno) me quedé en mi casa con mis hijos trabajando luchando por ellos dándoles tranquilidad, amor y siendo un ejemplo para ellos y sobretodo llevando la fiesta en paz.. como decimos.
Hasta que hace unos días vino queriéndo tener relaciones, (cómo otras veces ya lo había hecho) al no acceder me amenazó diciendo que no podía dejar de amarlo que tenía que amarlo por qué si no me iba a quemar viva rociando me de un líquido que traía en unas botellas,lo cual hizo creerme q era gasolina,cuando realmente era agua y de la nada empezó a golpearme y es ahí donde por un momento solo me vino a la mente mis hijos por qué por un momento sentí que no saldría viva…
Hoy después de esto he decidido levantar la voz por mi y por mis hijos…
Muchas nos callamos una bofetada un insulto pero eso es solo el comienzo… hasta terminar en el hospital o en el cementerio…
No se queden calladas, salgan de ahí…»