Por: Eugenio GONZÁLEZ/PIÑATAZO
Loma Bonita, Oaxaca. — Ángel Domínguez Escobar ha sido uno de los hombres más sobresalientes de San Felipe Usila, pero no por un trabajo social o asistencia a los desprotegidos –que son muchos en su tierra natal— si no por su apetito al dinero el cual ha logrado amasar luego de ser carterista del PRI, presidente municipal del PUP y ahora, camaleónico, activista de MORENA.
En su biografía pública no existe información de hechos donde se le muestre ayudando o interviniendo por las clases vulnerables del distrito de Loma Bonita, en donde busca el voto para llegar a ser diputado local. No hay tampoco ningún testimonio que de cuenta de ayuda o la colaboración en programas o proyectos de carácter social al pueblo de este amplio distrito.
Su paso por la política, precisan quienes registran su evolución pública, ha sido encumbrada gracias a chantajes, traiciones y la manipulación de personas a través del engaño, gracias a su sagaz capacidad como mitómano, capaz de reproducir una mentira mil veces para hacerla parecer verdad.
Es un embustero profesional que hoy ansia la diputación, pues sabe que el dinero público es la catapulta para poder seguir enriqueciéndose, pues aparte del escenario político, se le desconoce en qué otros trabajos se ha desempeñado como ingeniero egresado del Tecnológico de Tuxtepec. Antes y después de la política, nada se sabe de un currículo que le garantice al pueblo que está preparado para ser su representante en el Congreso del Estado.
En sus discursos proselitistas, Ángel Domínguez no habla de leyes, de iniciativas, ni de reformas, es decir, nada del principal quehacer de un legislador. Y no lo habla, porque no sabe, no entiende y no conoce una ruta oral más que reproducir la palabra de López Obrador para engancharse en su popularidad y lograr su objetivo aunque no sepa lo que hará en terrenos legislativos.
EL “PARTENON” DEL NUEVO RICO
En San Felipe Usila donde la pobreza se respira por toda su geografía, hay escuelas y viviendas donde el progreso nunca ha llegado. Hay quienes aspiran a tener una vivienda digna y un aula decente, pero hay también quienes han visto en la política la forma de construir casas con dinero público.
Tal es el caso de Ángel Domínguez quien actualmente goza de una casa digna de aquellos terratenientes que se empoderaron gracias al castigo y condena de personas sumisas ante sus órdenes. “El Andariego”, como le gusta que le digan, es el personaje que en la actualidad emula aquellos cacicazgos que hoy son blanco del repudio social.
Para quienes habitan en Usila, es inconcebible que Ángel goce de un “caserón” -ubicado en la ampliacion Aeropuerto- existiendo personas que ni siquiera llegan a consolidar una vivienda y que viven arropados entre cartones, láminas y hasta plásticos. Ellos, los indígenas chinantecos, son las principales víctimas de groseros saqueos que permiten que políticos como Ángel Domínguez sigan en el poder a costa de su lacerante marginación.
Hoy que busca el voto de la población indígena, quienes lo conocen advierten que su modus operandi de vivir seguirá siendo la política, pues no tiene cabal preparación para desempeñarse en otro escenario laboral, por lo que sugieren votar por López Obrador pero no por villanos consolidados como Ángel que hoy solo ocupa al partido MORENA para mantener su lujosa vida.
Por ello, para quienes no lo saben, “El Andariego” tuvo que hacer berrinche para que le otorgaran la candidatura por el distrito de Loma Bonita, pues amenazó con armar un escándalo si no lo tomaban en cuenta. Y esto lo puede confirmar el mismo Salomón Jara, quien tuvo que soportarle condenas y la acusación de vender candidaturas que resultó un grito desesperado