Escenarios
•Gallera flaca en el PRI
Veracruz.- 1
En el PAN Veracruz hay un fuego amigo en contra del senador Fernando Yunes Márquez. De entrada, intentan tumbarlo de la posible candidatura a presidente municipal de Veracruz 2018/2022 y que de acuerdo con la ley permitirá reelegirse durante 16 años más.
El rafagueo de las R-15 es político y mediático. Y todo indica proviene del diputado federal, Francisco Gutiérrez, quien ya fue alcalde de Boca del Río y ahora, mesiánico y populista, continúa soñando con el poder faraónico e imperial, iturbidista, de cambiar de ubicación geográfica.
Quizá desea colocar una estatua más de una sirena con el rostro de su esposa, tal cual como aplicara en el bulevar boqueño.
Así, en el carril mediático desliza que el senador ha desistido de la candidatura para terminar su periodo constitucional.
En tanto, otro panista, un tal Illescas, sigue levantando espectaculares hablando del futuro que viene, mostrándose como un iluminado más de la aurora azul en Veracruz.
Julen Rementería del Puerto, secretario de Infraestructura y Obra Pública, soñando con la candidatura al Senado 2018 ha suscrito un pacto verbal de su conversión a la Yunicidad, pues ya tiene, además, a su hijo Bingen como diputado local.
La diputada local, Maryjose Gamboa Torales, con el capital político que tiene, también empuja la carreta en la cancha del senador.
Y Gabriela Reva, quien ya fue regidora jarocha, Oficial Mayor de la Fiscalía, de igual manera abona en el mismo lado.
Otros panistas como José Ramón Gutiérrez, ex alcalde y ex diputado local, y Rafael Acosta Croda, “El loco” ex legislador federal, están más nulificados que nunca, a pesar, incluso, de que “Peperra” es asesor ideológico de Ramón Poo Gil.
El diputado local, Marco Antonio Núñez, el famoso “Choriqueso”, porque vendía tortas de chorizo y queso en el muelle, líder que fue de los pequeños comerciantes, usufructúa la tercera curul y la lleva en paz.
Pepe Mancha, el presidente del CDE del PAN, está más “tirado que nunca” a la Yunicidad, pues con su He-man, Sergio Hernández, estudiante de la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, diputado local vía pluri y coordinador de la bancada en la LXIV Legislatura, recibió pago de sobra.
Tal cual, la cancha está libre para el senador, quien en tiempo y forma espera el momento.
Todo indica que será el candidato.
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En el lado priista, la gallera está más flaca que nunca.
La delegada federal de la secretaría de Desarrollo Social, Anilú Ingram Vallines, se ha reinventando y ahora sueña con la candidatura al Senado en el año 2018, considerando, además, de que su benefactor, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, será el candidato presidencial.
MAO en Los Pinos y ella en el Senado.
Marlon Ramírez, ex presidente del PRI local y ex subsecretario de Gobierno en el duartazgo, está metido en el despacho jurídico de su padre, también reinventando los tiempos de oposición tricolor.
Raúl Díaz Diez, el líder tricolor, nunca pudo crecer de cara a la posible candidatura edilicia y enfrenta, además, fuego amigo para quitarlo del cargo.
Nino Baxin, el “Rey Lopitos” del Golfo de México, ex diputado local, oaxaqueño de origen igual que Carolina Gudiño Corro, siente que es su oportunidad, considerando su capital económico, pues de simple recolector de basura mudó en un ambicioso empresario, y él mismo financiaría la campaña electoral que en estos tiempos significa una balsa en el mar lleno de oleaje.
Pero para el tricolor es tiempo nublado y adverso.
Según los mismos priistas, si bien le va ganaría cien alcaldías el año entrante, pero de ser así, quizá, apenas, apenitas, de municipios rurales y campesinos. Cañeros, por ejemplo.
Y si peor le va, unos 30 Ayuntamientos.
Es más, tan negro advierten el arcoíris que están soñando con las sindicaturas y regidurías, como en el palacio de Ramón Poo Gil, donde todos apuestan a tal posibilidad, conscientes y seguros de que el senador ganará en las urnas.
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Unos priistas apuestan a que el góber azul barbeche el camino para su hijo, el senador, camino a la alcaldía.
Y por tanto, y en nombre de lo que José López Portillo llamaba “el orgullo del nepotismo” descarrile su gran proyecto político en el imaginario social de cara al 2018, en que el otro hijo, el alcalde boqueño, fuera, digamos, candidato a la gubernatura.
Estaría por verse.
El buen karma del senador se advirtió, por ejemplo, en un noticiero de Milenio TV en que el Senado efectúa la comida anual y Fernando Yunes fue mostrado bailando con unas compañeras que, incluso, hacían cola a su alrededor.
La Yunicidad, pues, incluye a los hijos, sin ninguna duda, a tal grado el trascendido de que el secretario de Educación, Enrique Pérez Rodríguez, está encargado del proyecto político, en tanto el Oficial Mayor, Abel Cuevas Melo, es el nuevo José Vasconcelos de Veracruz.
En el duartazgo, Francisco Gutiérrez de Velasco se exhibió como uno más atrás, según él, del proyecto de un puentecito en Boca del Río, debut y despedida mediática.
Y ni siquiera, vaya, el senador Mako Cortés, impuesto coordinador de la bancada legislativa por Ricardo Anaya, hará olas a Yunes Márquez.
