Redacción El Piñero
La tarde del 18 de septiembre, una intensa lluvia azotó el norte de la ciudad de Puebla, dejando vialidades inundadas y árboles caídos debido a ráfagas de viento que alcanzaron hasta 30 kilómetros por hora.
El bulevar Forjadores, que conecta Puebla con San Pedro Cholula, fue una de las zonas más afectadas, con varias áreas inundadas, incluyendo el Puente de México, donde varios vehículos quedaron varados. Otras zonas afectadas incluyen vialidades laterales a la autopista México-Puebla, como el puente sobre la vía del ferrocarril, frente al Hospital de Traumatología y Ortopedia.
En Infonavit Villa Frontera, un árbol cayó en la avenida 102 Poniente y 5 B Norte, causando únicamente daños materiales. Protección Civil Municipal comenzó de inmediato las labores de retiro. Un incidente similar ocurrió en la colonia Solidaridad Nacional.
En redes sociales circulan videos que muestran cómo la visibilidad de los automovilistas fue casi nula por más de 10 minutos en algunas zonas debido a la intensidad de la tormenta. En San Martín Texmelucan, el mercado se inundó, lo que obligó a los locatarios a organizarse para retirar el agua. Personal del Ayuntamiento también rescató dos vehículos que quedaron varados en los puentes “El Chamizal” y “Santa Catarina”.
Las autoridades han pronosticado que las lluvias, acompañadas de actividad eléctrica, vientos fuertes y posible caída de granizo, continuarán durante la noche y la madrugada, afectando especialmente la Mixteca y la capital poblana. Estas condiciones podrían persistir por las próximas 48 horas.
Por su parte, Protección Civil estatal informó que, con el apoyo de maquinaria del Ayuntamiento de Chiautla de Tapia, se reabrió el paso en la carretera Chiautla de Tapia-Chila de la Sal, afectada por deslizamientos y hundimientos causados por las lluvias del 17 de septiembre. Aunque se rellenaron las zanjas, será necesario intervenir la vialidad para evitar futuros daños.
En Zacatlán, en la Sierra Norte, se habilitaron albergues temporales ante la amenaza de una tormenta que podría afectar zonas de riesgo donde anteriormente se han registrado deslaves.