Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Si Miguel Ángel Yunes Márquez ganara la gubernatura de Veracruz, el gabinete legal y ampliado será repartido como parcelas de poder entre los Yunes azules, el PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano.
Y parte del gabinete legal quedaría de la siguiente manera:
Secretario General de Gobierno, sería decidido por el PRD, quizá otra vez por “Los chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, los máximos padrinos de Rogelio Franco Castán, y quienes ahora, también son dueños de la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, la iglesia en manos de Lutero.
Con todo, la SEGOB jarocha también sería peleada por el mesiánico Carlos Valenzuela, ex regidor en Boca del Río, secretario General en el CDE del PAN, y amarrado como candidato pluri a diputado federal.
Pero dada su ambición sin límites, mezclado y revoloteado en vaso jaibolero con su protagonismo, lucharía con todo para quedarse con la SEGOB, soñando con el 2024, pues el señor se cree merecedor de “la quinta y los mangos”.
Y más luego de inventarse un secuestro express una mañana cuando llevaba a sus hijos a la escuela y que dada su habilidad pudo librar, pues en aquel entonces, quería parecerse más a “El chiquis” por el atentado sufrido en el norte de Veracruz cuando coordinaba el programa “Oportunidades” de la SEDESOL de Felipe Calderón Hinojosa.
PASAMANOS: En la secretaría de Finanzas y Planeación, los centavos, repetiría Guillermo Moreno Chazarini, dos veces síndico con “El chiquis” de alcalde en Boca del Río y que sueña con el poder político desde cuando era presidente de la CANACO, tiempo de Dante Delgado Rannauro como gobernador y que terminó en un calambre del tamaño del mundo en que su amigo Carlos Saldaña, Contralor del IVEC, estuvo con un pie en el penal de Pacho Viejo.
En la secretaría de Educación quedaría el dantista Armando Méndez de la Luz, ex presidente municipal de Xalapa y ex diputado local y ex senador, cuya hija, por cierto, fue palomeada como candidata pluri del MC a Senadora de la República.
En la Contraloría sería nombrado Adrián Viccón Basto, tesorero en la secretaría de Finanzas y Planeación, y quien fue Contralor de “El chiquis” en el Ayuntamiento.
En la secretaría de Infraestructura y Obra Pública quedaría el expanista y exalcalde boqueño y exfidelista, ahora dantista, Adrián Ávila, cuya vida partidista iniciara con Alfonso Gutiérrez de Velasco, QEPD, el tlatoani azul de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
CORREDORES: En la secretaría de Desarrollo Social repetiría “El Secretario Mitotes”, Rodrigo Marín, aquel que se lanzara contra la diputada federal, candidata a Senadora, futura secretaría de Energía si AMLO gana Los Pinos, Rocío Nahle, por evidenciar la entrega de las 700 mil despensas en este tiempo electoral.
Y más, por lo siguiente:
Rodrigo Marín tenía en la bolsa la candidatura a diputado federal por el distrito de Boca del Río, pero de pronto se la atravesó Mariana Dunyaska, enojada, molesta, irritada, porque la bajaron del caballo a mitad del río de la candidatura a la reelección como diputada local.
Entonces, Dunyaska lloró en el hombro de su padrino, el diputado federal, Enrique Cambranis, y tumbaron a su vez a Rodrigo Marín.
Con todo y que “El Secretario Mitotes” inició en política al lado de “El Chiquis” cuando era candidato a diputado local, y en donde alternaba con Francisco Daniel Velasco González, regidor con Yunes Márquez, y director de Participación Ciudadana con el alcalde Humberto Alonso Morelli.
Luego, llegaría al grupito Carlos Valenzuela, recomendado por Luis Tejeda Taibo, casado con una prima de Yunes Márquez, y que por ahora se desempeña como regidor con el yunista de todos los tiempos, Alonso Morelli.
RODAPIÉ: Jorge Wínckler, el abogado que comenzó en plan estelar con Valentín Ruiz Ortiz, QEPD, seguiría como Fiscal, pues fue elegido por 9 años, salvo, claro, que de igual manera como Luis Ángel Bravo Contreras fue lanzado de su palacio, también fuera removido.
Su más ambicioso sueño es la secretaría General de Gobierno, pero la SEGOB estará demasiado peleada. Incluso, hasta Dante Delgado como tótem del Movimiento Ciudadano, la disputaría para uno de los suyos.
La secretaría de Seguridad Pública estará predestinada a la secretaría de la Defensa Nacional, y más, considerando que si en el duartazgo un cuarteto de carteles y cartelitos era dueño de Veracruz, ahora son siete, a tal grado que desde el continente asiático, Japón lanzó la alerta roja en Veracruz por tantos asaltos carreteros a sus empresarios orientales en la tierra jarocha, recrudecidos en la autopista Córdoba y Orizaba.
BALAUSTRES: El diputado Juan Manuel Unanue, quien fue lanzado a la reelección, fue director de Desarrollo Social con “El chiquis” en Boca del Río, y dado sus comisiones en la LXIV Legislatura,
estaría predestinado a la Contraloría, para seguir estremeciendo a ex duartistas y a ex presidentes municipales y a los ediles en funciones.
En la secretaría de Salud podría, digamos, repetir, el doctor Irán Suárez, por tratarse del médico de cabecera del gobernador Yunes, pero quizá con un candado: Suárez Villa como titular, y el resto de los funcionarios nombrados por “El chiquis” para así cambiar las reglas del juego.
La diputada local, Maryjose Gamboa Torales buscará la reelección, igual que De Unanue y Bingen. Ella fue directora del Instituto de la Mujer con Yunes Márquez. Incluso, estuvo a su lado en el tiempo penitenciario en todo y con todo.
Y aun cuando ganara la curul por segunda ocasión ninguna duda existe que sería invitada al gabinete legal, quizá en las secretarías del Medio Ambiente y/o de Protección Civil.
Elías Assad Danini fue vocero de “El Chiquis” en Boca del Río. Y seis años más lo esperarían en su oficina como director de Comunicación Social con Miguel Ángel Yunes Linares.
Y más porque nunca le temblaron las corvas para denunciar vía penal a sus antecesores, María Georgina Domínguez y Alberto Silva Ramos.
Y para denunciar en el Congreso local que Javier Duarte había gastado trece mil millones de pesos en medios.
Y para torear, claro, a los medios duartianos.