- Pierde el hijo, pierde el padre
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Miguel Ángel Yunes Márquez, “El chiquis”, tiene razón. El, como candidato del PAN, PRD y MC a gobernador, en ningún momento está compitiendo contra Cuitláhuac García Jiménez. Su adversario único es AMLO. El mismito que es el enemigo a vencer en las elecciones en todo el país.
Según la mayoría de las encuestas, “El peje” es puntero en la carrera presidencial.
Tanto que, por ejemplo, en el carril político “apuestan veinte y las malas” a que nadie descartaría una alianza entre Enrique Peña Nieto con la cúpula panista, considerando que Ricardo Anaya va en segundo lugar y José Antonio Meade en tercero, para descarrilar a “El peje”.
Y como ninguna duda hay de que si AMLO llega a Los Pinos será el primer presidente de la república que encarcele al antecesor, entonces, la posibilidad se multiplica.
Incluso, audaces y temerarios hay quienes aseguran que Peña Nieto habría pactado ya con Miguel Ángel Yunes Linares para luchar a todo y derrotar a AMLO con Cuitláhuac en Veracruz, pues la gran apuesta nacional es que gane cualquiera Los Pinos, menos el tabasqueño.
Pero más allá de la especulación, las hipótesis, los escenarios, los díceres, las vaguedades, las palabras huecas, las acusaciones y el mesianismo, la realidad es que en Veracruz, como en el resto del país, en la cancha de MORENA los aspirantes a un cargo de elección popular sueñan con ganar mirando en AMLO su “rayito de esperanza”, que así le llamaban como jefe de Gobierno en la Ciudad de México.
PASAMANOS: “El Chiquis” dice que a él le toca competir con AMLO. En realidad, quien está compitiendo es su padre, el gobernador, y quien a todas luces enfrenta la batalla estelar de su vida pública, desde que a las 25, 26 años iniciara su carrera política como agente del Ministerio Público en Coatepec, tiempo cuando en menos de un sexenio Rafael Hernández Ochoa le otorgara 6 cargos.
Más que “El Chiquis” que sus méritos tiene como alcalde en dos ocasiones y diputado local y su municipio exitoso en Boca del Río (con todo y que los Cuadernillos Municipales de SEFIPLAN lo desmientan), la elección del primero de julio será un plebiscito para su padre.
Si el hijo gana, simple y llanamente, ganará el padre.
Y si el hijo pierde, perderá el padre.
Y en el ring electoral están trepados, más que “El chiquis” y “El Cui”, Miguel Ángel Yunes Linares y Andrés Manuel López Obrador.
Por eso el rafagueo constante y sonante y que sólo descansará hasta el cierre de la jornada electoral.
Por eso, al momento, AMLO ha recorrido Veracruz 54 ocasiones en los dos últimos años, las dos últimas en los días que corren con dos periplos de siete días cada uno de norte a sur y de este a oeste.
Más todavía.
Por eso y como dice el primogénito del gobernador, AMLO “es el único que sale en la foto. Es la estrategia de que AMLO va a hacer todo. No hay foto de nadie más”. (AVC, 3, 1, 18)
Hay razón de sobra.
“El peje” va en su tercera contienda presidencial.
Está reconocido como el único gran líder social del país.
Desde hace doce años pueblea en el país sembrando la esperanza en el corazón de los pobres y “de los pobres entre los pobres”.
Se mantiene como puntero en la mayoría de las encuestas, con todo y que la encuesta es “flor de un día”, pero, oh paradoja, en la tendencia histórica va ganando en todas.
Según las versiones manejadas en varios medios, AMLO conserva el primer lugar unos diez o más puntos arriba de Ricardo Anaya y el doble de puntos encima de José Antonio Meade.
La deserción de priistas y perredistas y panistas está desbordada, fuera de control.
Y Cuitláhuac García, como tantos otros, confían en que trepado en las valencianas de AMLO gane en las urnas.
CASCAJO: “El Chiquis” truena contra AMLO, pero en tierra infértil. Su discurso deja mucho que desear. Le faltan, digamos, argumentos y consistencias. La estrategia es errónea.
Por ejemplo:
“AMLO actúa como un dictador. Maneja su imagen como un salvador que llegará a componer el país. México es un país moderno y no podemos permitir que dictadores ni gente que piense que tiene la verdad absoluta se muestren como la única solución”.
Más, mucho más impactaría el candidato del PAN, PRD y MC en el corazón social si, por ejemplo, hablará del nepotismo de AMLO con sus hijos.
Y de los pleitos en MORENA Veracruz con la renuncia de los diputados locales, Sebastián Reyes, Eva Felícitas Cadena y Miriam Judith González Sheridan.
Y de la MORENA secuestrada por Rocío Nahle y Cuitláhuac García y amigos que los acompañan.
Y de la ordeña de las dietas legislativas.
Etcétera.
Se precisa: en ningún momento es “El chiquis” quien está en la cancha electoral, sino el padre.
El padre obsesionado con heredar el poder gubernamental al hijo, de igual manera como ya lo heredó al hijo menor con la presidencia municipal de Veracruz.
El padre a quien cuando le tocan el asunto del nepotismo en el altiplano reacciona con furia, como una leona defendiendo al cachorro.
Mientras, de aquí al primero de julio el bombardeo entre las partes se multiplicará hasta volverse un tsunami electoral que ni el OPLE podrá detener.
Sólo el domingo de las urnas se sabrá la eficacia de la estrategia política de cada partido y cada grupo partidista y cada candidato para convencer a una población cada vez más incrédula, tanto que el abstencionismo rebasa el 50 por ciento.