Vicente BELLO/TREN PARLAMENTARIO
Ciudad de México.- El gobierno de Enrique Peña Nieto bajará dos centavos el precio de las gasolinas, y permanecerá así hoy, mañana y el lunes 20. Y el martes 21 se le hará una nueva actualización, presumiblemente a la alza.
Lo anunció por la tarde, cuando en los territorios del Congreso ya no hay ni diputados ni senadores, o cosas afines que le representasen un contrapeso, siquiera en el opinar. ¿Qué son dos centavos, si no una burla, una sonora carcajada?
En un comunicado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dijo que la magna bajará de 15.99 a 15.97; la Premium de 17.99 a 17.97, y el diesel de 17.05 a 1703 pesos.
Durante la semana, voces opositoras reclamaron muy airadamente al gobierno que no bajara los precios, luego de que en febrero bajó el precio referencial del petróleo en Texas; el referencial para México.
Según el hacendario mayor Juan Antonio Meade, “los precios máximos reflejarán el movimiento en los precios diarios de las referencias internacionales”. Otra gran falsedad del gobierno.
Si en Texas el precio de las gasolinas oscila entre los 9.75 y 10.50 pesos mexicanos, en México los precios oficiales que gusta Hacienda en mencionar, no lo son, porque en realidad están mucho más arriba:
Verbigracia: dice Hacienda que la Premium está en 17.99. Es una mentira. Está, al menos en la ciudad de México, en 18.19 y hasta en 18.34 pesos en gasolinerías de algunas delegaciones como la de Iztapalapa y Venustiano Carranza.
Pero antes de que Hacienda saliera con su reducción de los dos centavos, hubo dos posicionamientos a propósito de las gasolinas. Uno en el Senado; otro en San Lázaro:
El grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Senadores exigió ayer al gobierno de Enrique Peña Nieto “revelar la verdad sobre cómo fija el precio de las gasolinas”, y que pormenorice cuánto realmente ganan los gasolineros por litro y por área del país.
En un pronunciamiento, el panismo denunció que “la fórmula de transportación de la gasolina es opaca, no hay transparencia y esto huele a engaño”.
Al dirigirse al gobierno, específicamente la exigencia es para los titulares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Comisión Reguladora de Energía y de Petróleos Mexicanos.
Y detalla el PAN en su propuesta: “Que expliquen con claridad cómo se determinan los precios máximos de las gasolinas en cada uno de los municipios del país y a qué factores obedecen”.
En su comunicado, los senadores panistas piden al director de Pemex que presente un informe detallado “para conocer a cuánto asciende el margen de utilidad pactado con los concesionarios de las gasolineras y cómo se garantizará el cumplimiento de la regulación asimétrica que permita un trato equitativo a cada uno de los comercializadores y expendedores de petrolíferos”.
En el boletín especial, se lee la declaración de dos senadores panistas: Marcela torres Peimbert y Juan Carlos Romero Hicks: “Es mentira que la fórmula de transportación influya en el precio del combustible”.
Romero Hicks agregó que “el margen de utilidad para los gasolineros debería estar indicado en dicha fórmula y, sin embargo, no hay transparencia de cuántos centavos por litro reciben los gasolineros, dato que definitivamente no aparece en la citada fórmula”.
Dijo también que “urge conocer la verdad de cómo es que se fija el precio de la gasolina”. Y se preguntó si acaso el gobierno, como parte de las ganancias pactadas con los gasolineros, es que les ha permitido dar litros incompletos.
En la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda, diputado federal del PRD, declaró que “la marcha atrás del nuevo gasolinazo confirma el fracaso de la reforma energética”. Pero acusó: “El daño está hecho, pues la inflación generada por la primera alza de gasolinas anuló el incremento salarial que se dio en enero pasado”.
En un comunicado, Ojeda reiteró lo que ha dicho desde la semana pasada, de que el gobierno se frenó con los aumentos no como un acto de buena voluntad sino debido a la presión social. Y aseguró que es hora de que el gobierno de Enrique Peña Nieto reconozca que “fue un error y que debe darse marcha atrás a dicha reforma legislativa”.
El legislador abundó: “De cualquier manera ya se hizo el daño a la economía nacional, pues la inflación en lo que va del año, producto del primer gasolinazo, fue la más alta en los últimos años, anulando el incremento salarial que se dio en enero pasado, al pasar el mínimo de 73.04 a 80.04 pesos diarios, lo que significó un aumento de 7 pesos”.
El legislador restregó al gobierno de Peña Nieto que “hasta en el sector empresarial había descontento, al grado de amenazar con cerrar empresas, ya que el gobierno pretendía que las empresas absorbieran los impactos económicos que generó el alza de las gasolinas”.
Planteó el diputado que el gobierno ponga de inmediato a revisar las refinerías, pues operan entre el 30 y 40 por ciento de sus capacidades.
En opinión del legislador, está pendiente una investigación sobre quién, quiénes se beneficiaron con la importación de las gasolinas, durante sexenios, desde que Miguel de la Madrid inauguró la política del régimen de importar gasolinas bajo el pretexto de que salía más barato que producirlas.
Esto que exigen al gobierno de Peña Nieto los panistas y el perredista –detallar los costos, gastos y utilidad por litro de gasolina, y revelar los nombres de quienes se han beneficiado todos estos años de importación de gasolinas-, deberán refrendarlo en la sesión ordinaria del martes. Veremos.