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Despiertas, pero no por haber escuchado la alarma sino por el intenso dolor intestinal que a lo largo de la noche se fue agravando. Sin embargo, y aunque a primera instancia podrías pensar que algo que has comido “te cayó mal”, en realidad podría ser síntoma de una gastroenteritis.
La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna del intestino causada regularmente por un virus, bacteria o parásito. Y si bien, con los síntomas descritos por los pacientes es suficiente su diagnóstico, en ocasiones es necesario un cultivo de heces para determinar el germen causante”, así lo describe la Clínica Universidad de Navarro.
Esta infección da lugar a una alteración en la capacidad del organismo para regular la adsorción y secreción de sales y agua. Razón por lo que es importante detectar a tiempo sus síntomas:
Diarrea
Dolor abdominal
Vómito
Fiebre
Escalofríos
El principal problema con la gastroenteritis es la deshidratación. Por lo que al ingerir abundantes alimentes ricos en azúcar y sales muchos de los síntomas se retiran.
Ante una gastroenteritis es importante que comas lo siguiente:
Una taza de agua sola o agua con un poco de limón cada media hora en sorbos pequeños.
Bebidas isotónicas o suero líquido.
Ingiere infusiones digestivas como la manzanilla, la tila o el toronjil.
El caldo de pollo completamente casero y con poca grasa es una buena opción para comer con gastroenteritis.
Cereales suaves como arroz blanco o pan ligeramente tostado.
Yogur natural.
Frutas astringentes como el plátano maduro, la pera y la manzana.
Recuerda, una enfermedad es algo importante por lo que es esencial que acudas con un experto en la salud para que él evalué el mejor tratamiento para ti.
con información de salud180.com