La hora de rendir cuentas llegó para el ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza. El ex funcionario federal, que ejerció durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, es el siguiente objetivo de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Su expediente ya está armado desde hace tiempo bajo la supervisión del director de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, y es cuestión de tiempo para que se consigne ante el Poder Judicial y una orden de aprensión posterior.
El Presidente de la República, Andrés Manel López Obrador, fue tajante desde el inicio de su mandato al decir que la impunidad no es parte de su filosofía y por ello el expediente ha sido cuidadosamente armado y blindado jurídicamente en la Secretaría de Gobernación para evitar cualquier falla.
En el documento se señalan las operaciones irregulares en beneficio de empresas constructoras, así como desvío de recursos públicos sospechosos. Además, se incluyen datos sobre transferencias financieras que refieren a un posible enriquecimiento ilícito.
El daño estimado a la nación y el erario público se calcula podría superar los dos mil millones de pesos, esto bajo documentos en la SCT del expresidente EPN y en los que revelan firmas de contratos a sobreprecios para la construcción de mega obras en diferentes estados y que, incluso, no se llegaron a terminar como la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara.
Pero el ex secretario de la SCT no está solo en los señalamientos del expediente, también están los nombres de su oficial mayor, Rodrigo Ramírez Reyes, y el primer subsecretario de infraestructura, Raúl Murrieta Cummings.
Con información de El Universal.
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