Vicente BELLO/TREN PARLAMENTARIO
Ciudad de México.- El Senado ratificó ayer el nombramiento presidencial de Gerónimo Gutiérrez como embajador de México en Estados Unidos. Todos lo arroparon, menos un senador: Manuel Bartlett Díaz. He aquí partes medulares:
Gabriela Cuevas Barrón, senadora del PAN: La importancia de Estados Unidos para México es indudable: existe una comunidad de 34 millones de personas de origen mexicano que residen en nuestro país vecino. Contribuye con el 8 por ciento del Producto Interno Bruto estadounidense y con 570 mil empresas en ese país; es decir, una de cada 25 empresas en los Estados Unidos son propiedad de migrantes mexicanos.
“En México tenemos claro que Estados Unidos es nuestro principal socio comercial. En 2015 enviamos el 80 por ciento de nuestras exportaciones totales hacia allá. El año pasado comerciamos 525 mil millones de dólares en bienes. Somos el primer, segundo o tercer socio comercial de sus 50 estados, y más de cinco millones de empleos en el país vecino dependen de la relación bilateral con México. Una de cada cinco familias mexicanas depende de las remesas que se envían desde los Estados Unidos. En 2016, las remesas que ingresaron al país acumularon su máximo histórico: 26 mil 970 millones de dólares, 8.8 por ciento más que el año anterior”.
Y el apostille de Cuevas Barrón: “Queremos ver a un embajador que esté, tanto en la Casa Blanca y Wall Street, como en las comunidades de trabajadores agricultores en Fresno, California, que requieren la máxima protección.
El Presidente de los Estados Unidos no puede utilizar a México a capricho, como responsable de los problemas que vive su vecino al sur. No se hace política exterior a tuitazos. En la política exterior se dialoga, se construye y, sobre todo, se respeta.
Exigimos respeto a México, y exigimos que nuestro embajador haga valer ese respeto a México”.
Marcela Guerra, senadora del PRI: Los secretarios estadounidenses de Estado Rex Tillerson y del Interior John Kelly dijeron que respetarán los derechos humanos de la ley, que continuará la colaboración entre Estados Unidos, entre México y los países centroamericanos para detener los flujos migratorios de esta región. ¿Ustedes creen que debemos de creer esto? ¿Ustedes creen?
Remachó la priísta: “Debemos abogar por un ejercicio de política con seriedad y que el próximo embajador Gerónimo Gutiérrez haga valer con firmeza la postura del sentir de los mexicanos; que los 50 consulados hagan valer también la defensa real de los connacionales; que nosotros en el Senado en breve entablemos un diálogo nacional para ver las implicaciones de la construcción de un muro”.
Turno de Manuel Bartlett, del PT: “El gobierno de Peña Nieto ha conducido las relaciones con los Estados Unidos con frivolidad e irresponsabilidad. Tres Embajadores: Medina Mora, dos años, clave para el acuerdo de Peña Nieto con Estados Unidos que condujeron a la entrega de petróleo, premiado con el cargo de Ministro de la Corte, nunca se le reconoció idoneidad al respecto. Miguel Basáñez, siete meses, sin oficio diplomático, ni formación adecuada, impuesto y aprobado automática, despedido sin ningún explicación.
“Carlos Manuel Sada, nueve meses, Cónsul en Estados Unidos, justificando la propuesta por un cambio de estrategia ante el asunto migratorio, problema que durante cuatro años, Peña dejó pasar.
“En las actuales circunstancias, críticas, ante agresiones y amenazas del gobierno norteamericano, presentan un nombramiento ajeno a la altura de la situación; ajeno a la altura de la situación. Curriculum limitado a tres años como subsecretario América del Norte, y un cargo tecnocrático e intranscendente en el Banco de Desarrollo para América del Norte.
“Lo que destaca en la opinión pública de esta presentación es ser compañero de escuela del Secretario Videgaray. Como además, juntos habiendo servido en el PRI y en el PAN, son bipartidistas, sin ninguna contradicción entre ellos, secuela de nombramientos de amigos.
“Este carrusel de Embajadores inadecuados, que ha colaborado en el entreguismo del Ejecutivo que nos coloca en una grave dependencia de los Estados Unidos, no sólo económica y comercial, sino lo más delicado su injerencia gravísima en materia de seguridad.
“Debería el Senado haber buscado a la mejor persona para enfrentar a esa potencia agresiva, a la que nos hemos entregado con las manos atadas. Esa debería de ser la función del Senado, de equilibrio, no de oficialía de partes.
“El sentimiento crítico de la República debe reflejarlo el Senado, se dijo en comisiones; la población está molesta, ofendida, no se escuchaba al canciller confrontar la xenofobia. La posición de las comisiones fue crítica para el gobierno y su Secretario de Relaciones. Sin embargo, votaron a favor del recomendado del Secretario a quien critican. La votación refleja una vez más la claudicación del Senado de su responsabilidad, un chambelán del Presidente.
El voto en comisiones debió haber sido negativo por lo que ahí se dijo. Las inadecuadas e indolentes propuestas de Peña Nieto obedecen a su tranquilidad, a su confianza en quien tendrá siempre la aprobación irreflexiva del Senado.El Senado se descalifica a sí mismo, y pone en riesgo al país.
Si las relaciones con Estados Unidos han sido claudicantes, vergonzosas, entreguistas, lo dice el propio Cossío, Ministro de la Corte, el Senado no ha sido factor de equilibrio, sólo comparsa”.
Al final, Bartlett invitaba a todos a reflexionar, a actuar con la inteligencia y energía que se necesita hoy para la defensa de los mexicanos frente a la virulencia norteamericana ante un gobierno débil que justifica su actitud timorata como prueba de su responsabilidad”.
Fue ratificado con 80 votos, cinco en contra y una abstención.