De la corresponsalía
Chilpancingo, Gro.- El secuestro y ejecución de un empresario y ocho trabajadores de una agencia distribuidora de refrescos de Coca Cola en Tixtla, ha sido justificada por declaraciones recientes del Gobernador de Guerrero: Héctor Astudillo Flores, afirmando que las víctimas, entre ellos un menor de edad, se dedicaban a comercializar productos de consumo básico “de procedencia ilícita”.
Familiares de las víctimas habían presentado una denuncia por desaparición de personas ante agentes del Ministerio Público, el viernes 4 de Mayo, debido a que un día antes, un grupo armado irrumpió en dos inmuebles en Tixtla y se llevó por la fuerza al dueño de la empresa y 10 trabajadores.
Ayer por la mañana, al interior de la batea de una camioneta de redilas abandonada sobre la carretera Chilpancingo-Tixtla, a la altura del punto conocido como El Túnel, fueron abandonados los cuerpos de: el dueño de la agencia repartidora de productos de la empresa Coca Cola, Esteban Nava Adame, de 69 años; los hermanos Alberto, Gustavo y Wilberth Cortez Salgado 29, 35 y 26 años.
Los anteriores junto con el menor de edad Edwin Guzmán Martínez, de 17; Eloy Cortez Alcaraz, de 60; Alfredo Adair Alarcón Bello, de 35; Andrés Nava Romero, de 37 y Ángel Sacristán Castro, de 18.
Todos fueron asesinados por asfixia y presentaban visibles huellas de tortura, declara la versión oficial.
El gobierno estatal afirmó que las víctimas utilizaban la camioneta donde los encontraron asesinados para “vender productos de consumo, presumiblemente de procedencia ilícita”, unidad que tiene registro a nombre del propietario de la agencia distribuidora de refrescos.
Trascendió que dos trabajadores fueron encontrados vivos, pero aún, ninguna autoridad ha confirmado esta versión.