Luis Velázquez | Barandal
09 de junio de 2021
ESCALERAS: El semanario Proceso número 2327 enlista los carteles de Veracruz a propósito del tiempo electoral más violento, huracanado y volcánico que hemos vivido.
Con el título indicativo de “…Ahora, a gobernar con la sombra del narco” pincelea el mapa geográfico de la delincuencia organizada en el país y con la firma de los corresponsales.
“El Cartel Jalisco Nueva Generación, CJNG ha logrado expandirse a Veracruz donde domina 70% del territorio colindante con el Golfo de México, además de los puertos de Veracruz, Coatzacoalcos y Tuxpan. Mantiene todo el corredor de la cuenca del Papaloapan y zona sur del estado”.
PASAMANOS: Y es que Veracruz significa jugosa plaza para el dinero ilícito.
La autopista de sur a norte. Los tres puertos para la carga y descarga de droga. Las pistas clandestinas. La migración, el secuestro y las extorsiones. La prostitución. El derecho de piso. Los narcopolicías y los narcoalcaldes, aquellos que suelen concesionar a los carteles desde las presidencias municipales hasta las comandancias, las direcciones de Obras Pública y las tesorerías.
En ningún momento, es nuevo, pues desde hace varios sexenios se han venido extendiendo en la tierra fértil y el surco productivo jarocho.
CORREDORES: “La zona centro de Veracruz, que colinda con Puebla y el Triángulo Rojo –zona de huachicoleo- es dominada por Sangre Nueva Grupo Zeta (una escisión de los Zetas, liderado por Roberto de los Santos de Jesús, El Bukanans.
En la zona norte del estado que colinda con Tamaulipas predomina el llamado Grupo Sombra (división del CDG)”.
Con los malandros, Veracruz, en el duartazgo, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”.
Ahora, con la 4T, Veracruz, campeón nacional en feminicidios, secuestros y extorsiones.
BALCONES: La violencia, mejor dicho, la delincuencia organizada se estableció en Veracruz en el sexenio del salinista Patricio Chirinos Calero.
A la fecha, y de acuerdo con la versión oficial, “casi todos los carteles” operan aquí.
Tierra pródiga. Jugosa. Rica en los recursos naturales, pero habitada por gente en la miseria y la pobreza. 6 millones de los 8 millones y cacho en la jodidez de acuerdo con la cifra oficial del INEGI.
¡Vaya contraste!: doscientas familias son dueñas de más del 60 por ciento de la riqueza natural. Y de la otra parte, los narcos. El Veracruz pobre y jodido, en medio, condenado para el resto de su vida.
PASILLOS: El reportaje de Proceso es categórico y lapidario. Dice en bajante: “Las votaciones del domingo 6 de junio implican no sólo la reagrupación de fuerzas políticas, sino también, criminales”.
Dice en otro bajante: “Las nuevas autoridades locales tendrán que lidiar con los chantajes, los intentos de cooptación y la violencia abierta del crimen organizado”.
VENTANAS: Un Veracruz constreñido y atado y gobernado por el llamado Estado Delincuencial. Los narcos, dueños de las pelotas y las canicas.
Meses anteriores, el góber de la 4T anunció, muy faralón, que combatían (una vez más) a los narcos.
Incluso, cada vez que por ahí hay secuestro, desaparición, asesinato, masacre, el góber se saca de la manga de la camisa su conejito para repetir su estribillo favorito de que “no habrá impunidad, no habrá impunidad, no habrá impunidad” y sabrá el chamán si estamos ante el pastorcito gritoneando que “ahí viene el lobo”.
De hecho y derecho, únicamente queda reproducirle el grito patriótico de López Obrador expresado a Vicente Fox Quesada de “¡Ya cállate, chachalaca!”.
