Luis Velázquez / Escenarios
04 de septiembre de 2019
UNO. Los políticos según Julio César
En política, decía julio César, el emperador, todo hombre ha de ganar una batalla.
Y si Julio César fue el Cesar cauteloso, calculador y estratega, gran operador político, entonces, habría de preguntarse cuáles han sido las batallas ganadas por todos y cada uno de los secretarios del gabinete legal y ampliado del gobierno de Veracruz para merecer el respeto ciudadano.
Y por más y más vueltas al microscopio político y social, por ningún lado se mira un campanazo.
Ni siquiera, vaya, del mismo gobernador. Y más, luego de sus resbalones con la matanza de Coatzacoalcos, con sus 29 muertos en el bar “El caballo blanco”, la noche del martes 27 de agosto.
Algún optimista dirá que la siembra de florecitas en los jardines públicos de Xalapa efectuada por el secretario de Seguridad Pública y sus policías constituye un hecho sin precedente en la historia estatal.
Otro dirá que lanzar el programa turístico, “Veracruz se antoja”, aumentó en más del 300 por ciento el turismo extranjero, incluyendo, claro, los migrantes sin papeles del continente asiático en tierras jarochas.
DOS. Gobierno anodino
Habrá quien, por ejemplo, diga que la foto de “Los tres tristes tigres” del Golfo de México (Cuitláhuac, Éric Cisneros y Hugo Gutiérrez) posando en un pasillo de Palacio Nacional habla de la cercanía del trío con AMLO, considerando que si el góber está bien con el presidente, a Veracruz le irá de maravilla para arriba.
Otro iluso dirá que denunciar la existencia de reporteros narcos en Veracruz como lo efectuara el titular de Seguridad Pública significa un valor cívico por desafiar a la tropa reporteril.
Habrá quienes festinen la ocurrencia del secretario de Finanzas y Planeación de reestructurar la deuda pública como en su tiempo lo efectuaron Miguel Ángel Yunes Linares, Javier Duarte, Fidel Herrera, Miguel Alemán Velasco y Patricio Chirinos Calero, con todo y que en cada reestructuración hay moches de las instituciones bancarias favorecidas
Pero por más y más aplicación de la lupa rastreando pistas hay un gobierno gris, oscuro, anodino, intrascendente.
TRES. Palos de ciegos
A los 16 años de edad, Julio César perdió a su padre, asesinado. Entonces, se metió al ejército y desde ahí luchó y luchó hasta convertirse en emperador. Su vida, una gran batalla.
En el caso de la mayor parte del gabinete legal del gobierno de Veracruz, los secretarios se encumbraron en el poder político sin experiencia, sin fogueo, sin vivencias, sin biografía política y sin formación social.
Y en muchos casos, recomendados, encumbrados por el dedazo de una madrina o un padrino.
Y si aterrizaron en el poder inexpertos, y con un presupuesto a ejercer, y con un ejército de empleados, y creyéndose paridos por los dioses, dueños del día y de la noche y del destino común, a los 9 meses la han pasado “dando palos de ciego”, sin idea en la tarea de gobernar y ejercer el poder.
Por eso, ninguna batalla social ganada. Tampoco un campanazo.
Y Veracruz, que se joda. 6 de los 8 millones de habitantes en la pobreza y la miseria.
Además, la pesadilla ambulante. Las matanzas de Coatzacoalcos, Minatitlán, Mixtla de Altamirano, Soledad Atzompa, las más connotadas, aun cuando todo Veracruz está convertido en un tiradero de cadáveres.
El góber está echando a perder MORENA, o de plano, ya hundió a MORENA.
Quizá en el gabinete
legal de Cuitláhuac estén compitiendo por el más influyente, el más célebre, el
más poderoso, el más rico.