- Nadie pensó que el “Gobierno del Empleo” iniciará así su administración
PIÑADERO│Editorial
Loma Bonita, Oaxaca.- Trabajan pero no cobran. Y la sombra del desempleo sigue tan vigente como antes de que entraran a trabajar al nuevo Ayuntamiento.
Son los nuevos empleados municipales a quienes, como balde de agua fría, les cayó la noticia de que no percibirían sus primeros sueldos porque, obligadamente, tienen que ofrecerlos como “tequios”, es decir, como pago al beneficio de ser contratados y oler el poder público desde cualquier área.
Hasta el momento, ni el presidente municipal ni los regidores se han pronunciado al respecto pese a que se han identificado como el “gobierno del empleo”, una de las puntas críticas que padece esta ciudad y que debe atenderse de manera inmediata, de lo contrario, los resultados se verán negativos y se mantendrá al pueblo de Loma Bonita en los terrenos de la indolencia.
En virtud a que Raymundo Rivera se ha determinado como un edil transparente, deberá informar a la población hacia donde se destinarán los recursos que les fueron “mochados” a los empleados municipales cuya viga de ánimo comienza a tocar las fibras de la desesperación, algo que en la historia reciente no había sucedido.
Igualmente, a fin de mostrarse ante la sociedad como un gobierno diferente, deberá dar a conocer cómo se determinaron los nuevos pagos de los servicios municipales los cuales, para un pueblo desempleado, jodido, son un golpe directo a su economía, en virtud a que se están cobrando cantidades descomunales, groseras, indebidas.
Y es que las órdenes de pago ni siquiera están fundamentadas legalmente, por lo que no existe certeza jurídica que los avale. Es pues, una ofensiva en contra de un pueblo ávido de ser auxiliado, de ser atendido, de ver que las promesas de campaña se cumplan y no se tuerzan.
Mientras esto sucede, familias enteras siguen enfrentado a la vida con todo y sus males sociales. Mientras la nueva clase gobernante las mira desde arriba, estableciendo nuevos planes financieros para aprovechar la bendición del poder público, del voto que los hizo ganar.
TRES MESES, NINGÚN PROGRAMA SOCIAL; EL RESCATE, NAVEGANDO
En campaña todo, con gobierno nada. Hay voces que piden al presidente municipal Raymundo Rivera regrese al pasado, que se baje de la presidencia, y que vuelva a ser ese ciudadano que visitaba las colonias marginadas para entregar agua, leche, pollos y marranos.
Y es que ahora, siendo gobierno, todo eso se esfumó. Desde que asumió el poder, ningún programa social se ha echado a andar y por ende, muchas familias han quedado en vilo.
Ahora, con el PRI tendido en el lodazal, vapuleado y estigmatizado por el mismo pueblo, la nueva dinámica social de Raymundo Rivera debe ser excepcional, única, que realmente marque diferencia de otros gobiernos.
Para empezar, su administración deberá establecer una gran cruzada por el rescate a la vida. Y con recursos municipales enfrentar las grandes carencias de la población. Por ejemplo, hacer acopio de las necesidades el hospital comunitario, solventando los gastos de especialistas –que no existen—para ayudar a mucha gente que, la gran mayoría, queda amén de la suerte, de Dios.
Además, para aprovechar a los asesores que devengan generosos sueldos, buscar proveedores para abastecer de medicamentos básicos a todas las casas de salud de la ciudad. Una tarea que puede traducirse en el gran auxilio social y la cual nunca ha sido atendida, por el contrario, se ha marginado y ha hecho de Loma Bonita una fábrica de enfermos.