Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- La administración del gobernador Salomón Jara Cruz, ha generado una gran preocupación entre la ciudadanía oaxaqueña debido a su tendencia a destinar recursos públicos millonarios a la promoción de su imagen, en lugar de atender las necesidades urgentes de la población, como salud y seguridad.
Informes oficiales señalar que, en los primeros tres meses de 2023, el gobierno de Jara gastó casi 19 millones de pesos en publicidad, lo que representa un promedio mensual de 6.3 millones de pesos, mientras que, el sector salud se encuentra en crisis.
En 2025, tan sólo en el mes de enero, el Gobierno destinó más de 736 mil pesos en anuncios de Facebook, representando el 83% de los 883,891 pesos invertidos en publicidad digital en el estado durante ese mes. Aunado a las páginas oficiales, se detecto financiamiento a “medios de comunicación” como Conducta Noticiera, Hola Noticias y El Faro Mx, para difundir mensajes favorables al mandatario y atacar a opositores, entre ellos, la saxofonista María Elena Ríos y al ex-gobernador Alejandro Murat.
Este gasto desmedido en publicidad se da en un contexto donde Oaxaca enfrenta desafíos críticos en seguridad, salud e infraestructura. La creciente violencia, con asesinatos y desapariciones en aumento, contrasta con la inacción gubernamental. Además, las deficiencias en hospitales y escuelas reflejan un abandono preocupante, evidenciando que los recursos se destinan más a la imagen del gobernador que al bienestar de la población.
La opacidad y falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos también han generado sospechas sobre el verdadero destino de los fondos. La falta de informes detallados sobre los criterios de asignación y el impacto real de las campañas financiadas con dinero del erario es un tema que debe ser abordado con urgencia.
En conclusión, es imperativo que se revalúen las prioridades gubernamentales y se destinen los fondos públicos a mejorar la calidad de vida de los oaxaqueños, en lugar de alimentar la vanidad política del gobernador. La ciudadanía oaxaqueña demanda soluciones concretas a sus problemas cotidianos, y no más propaganda personal y ataques a opositores.