Editorial | Piñadero
Tuxtepec, Oaxaca.– El Gobierno de Irineo Molina ha reforzado la estrategia de seguridad pública en el municipio. Y para que no haya dudas de la labor de los treinta marinos, los ha ocupado para entrenar a topiles en las comunidades y enfrentar a la delincuencia a “madrazo limpio”.
La idea, según informó el Ayuntamiento, es de la regiduría de Seguridad Pública a cargo de Octavio Santana Flores quien, en un arranque de canas, decidió combatir frontalmente a la delincuencia porque el pueblo así lo pide y exige. Por ello, sin dudarlo, decidió mandar a los marinos a las comunidades y levantar un ejército de topiles entrenados en el arte de la defensa personal.
Hoy en día la delincuencia común opera sigilosa, repentina pero, sobre todo, armada. Y sus golpes se han consumado frente a una débil estructura policíaca municipal que, pese a estar reforzada con tres decenas de marinos, sigue estando ausente, lenta y lejos del auxilio ciudadano.
A sabiendas de que un policía –armado, provisto de patrulla y las herramientas necesarias para actuar– está rebasado por la delincuencia, la idea de entrenar a los topiles, dice el comunicado, va más allá, pues también se les enseña sobre procedimientos en Derechos humanos, primeros auxilios y cultura de legalidad.
Para esta tarea, se desconoce cuántos elementos se ocupan, o se distraen de los patrullajes y auxilios ciudadanos, pues un entrenamiento profesional no es “flor de un día”, se lleva un proceso que, en muchas ocasiones, se trunca por diversas causas.
En las comunidades de Tuxtepec, por ejemplo, donde se concentran delitos de robo, asalto y abigeato, principalmente, los habitantes exigen módulos de vigilancia o ya de perdida una patrulla y policías con estancia permanente y con la capacidad de frenar los delitos.
No es un secreto que cuando se pide la intervención de la policía en alguna comunidad, esta tarda en responder y, en la gran mayoría de ocasiones, ni siquiera llega al lugar que se le requiere.
Para algunos está bien que se les capacite a los topiles, pero para otros es innecesario, pues pocas veces uno de ellos decidirá enfrentar a quienes verdaderamente están causando daño social. Y en la condición en que se encuentra Tuxtepec, más vale evitar acudir a un auxilio para preservar la vida.