Luis Velázquez | Expediente 2021
30 de julio de 2021
El ardor guerrero domina a Juan Javier Gómez Cazarín, El JJ, titular, ahora, de la Junta de Coordinación Política, JUCOPO, de la LXV Legislatura, reelecto diputado local pluri, urgido de repetir en el cargo.
De Hueyapan de Ocampo, la tierra donde dejara el cordón umbilical, vendedor de automóviles y en abonos en el sur de Veracruz, llegó a la política a través de Morena (hombre de izquierda, caray) con tanta buena suerte que luego luego ascendió a legislador y a manejar el billete oficial, y ahora, empeñado en quedarse en la misma silla.
Más que un águila, un halcón brincando sobre la presa, sin que nadie conozca el beneficio social generado para Veracruz, quizá con servicios prestados a la tribu guinda y marrón del jefe máximo, Kuitláhuac, quiere romper el acuerdo nuclear de la cuota de género, tumbar a la diputada local de Morena a quien correspondería la JUCOPO, y hace y deshace.
“Muchas cornadas da el hambre” intituló Luis Spota a una de sus novelas y es, sería, el caso de El JJ, luego de que, caray, justicia divina, encumbrara a su padre (por dedazo, claro) como presidente municipal del pueblo.
Impuesto de nuevo como diputado local por la vía pluri, significa un misterio, una interrogante electoral y social, si pudiera ganar en las urnas.
Pero…, tan seguro está de la posibilidad que busca renovar su mandato en la JUCOPO para continuar, sobre todo, manejando el billete, el tráfico de influencias, los dedazos, y enaltecer su destino particular y familiar.
El hecho de vender automóviles le habría creado y recreado un trauma. Y ahora cuando gracias a la 4T ha conocido el resplandor y el esplendor ni modo de que lo bajen del caballo, a la mitad del río, así nomás.
Por lo pronto, le están moviendo el piso, pero se mantiene defendiendo la trinchera del poder político, el poder económico y el poder social.
EL PODER ES UNA DROGA
De personalidad mediática, combativo según parece, autoritario, la profecía sicológica de que el poder es como una droga se cumple en Gómez Cazarín.
Tan es así que además de manejar la JUCOPO durante los últimos casi tres años, también de pronto, vaya prodigio, se volvió articulista y escribe un artículo semanal en periódico digital.
Y opina y pontifica. Y defiende su causa, la personal y familiar, y de paso, la causa, digamos, de la 4T.
Y se pasea como modelo en el escenario artístico.
Será que tiene la bendición, por ejemplo, del secretario General de Gobierno, el jefe político del gabinete estatal.
Parece, tiene la buena vibra y el mejor karma del secretario de Educación, el amigo del góber fifí.
Será que el góber lo mire con simpatía y le otorgue el visto bueno para seguir atrincherado en la silla embrujada del Palacio Legislativo para que nadie, ni la diputada local electa, se la quite.
Pero cuando un político, como en su caso, cabildea a cada rato en las semanas que caminan sobre su legitimidad para seguir en la JUCOPO, entonces, de entrada, está desesperado porque siente que lo pueden tumbar.
Y cuando una posición política se litiga en los medios significa que los vientos huracanados están en contra.
De ser así, entonces, su ardor guerrero manifiesta la mentalidad de un machito que bastante envidiaría el club de Tobi y que nunca admitiera en su membresía a una mujer.
Y es que con toda y la inmunidad ganada con la curul local, nunca será lo mismo ser uno de los cincuenta diputados locales unis y pluris en el Congreso a ser visto y tratado y enaltecido como el jefe máximo del presupuesto.
Y es que, con el billete oficial, la mitad de la población y la otra mitad saben la facilidad para “ordeñar la vaca” y “meter la mano al cajón”.
PRIVILEGIA AMLO A LAS MUJERES
El JJ (en Hueyapan de Ocampo lo conocen como “El carón”) ya tuvo su espacio y tiempo en la 4T. Pero, claro, drogadicto del poder que se volvió, desesperación total por seguir en la nomenklatura, avasalla con todo.
Si queda, se entenderá que el góber fifí, salsero, catrinero y morunero avaló su obsesiva obsesión pues en el Veracruz “de un solo hombre”, el jefe máximo, el tlatoani, el gurú, el tótem, el mero mero, pronuncia la última palabra.
Y por añadidura, significaría que en los últimos casi tres años desde el Poder Legislativo sirvió, y sirvió bien, y rindió buenas cuentas al góber, y de cuya voluntad depende su destino.
Y, bueno, si queda la diputada local electa al frente de la JUCOPO, entonces será interpretado como que la 4T honró con dignidad la llamada cuota de género.
Más, en un tiempo cuando en el año 2024 les tocará participar en el juego sucesorio de gobernador y de presidente de la república.
Y más, mucho más, cuando en el país hay cinco gobernadoras electas de Morena y una mujer, Jefa de Gobierno en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, es la candidata favorita de López Obrador.
López Obrador, entonces, privilegiando a las mujeres políticas.