Xalapa, Ver.- “Gracias a Dios” el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares ya se va, dijo la representante del Colectivo por la Paz Xalapa, Sara González Rodríguez.
La activista acusó que durante la presente administración estatal, la situación de los casos de personas desaparecidas se agravó, recibiendo malos tratos y desplantes por parte del Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, incluso más graves que cuando Javier Duarte era gobernador.
“Los colectivos de búsqueda de personas y familiares desaparecidos damos gracias a Dios que Yunes Linares ya se va, no queremos volver a experimentar ese desprecio tanto del Gobernador como de su fiscal general del Estado hacia las familias”, aseveró.
Indicó que con Jorge Winckler, las familias de desaparecidos han sido víctimas de desprecio y cinismo, ya que se negaba a atenderlos; asimismo, opinó que para Yunes Linares siempre fuimos unos apestados, nos trató siempre con desprecio e ignorándonos.
“Nunca quiso aprobar recursos para que pudiésemos hacer las pruebas de identificación de los cientos de cuerpos encontrados y sólo después de que su hijo en campaña escuchó nuestro sentir, dijo que se autorizarían 5 millones de pesos para que se compraran las pruebas, cuando eso debió hacerlo desde el inicio de su gobierno”.
Hay que recordar que el pasado 2 de julio, Rosalinda Galindo Silva, diputada electa por el distrito de Xalapa Urbano, aseguró que pedirían revisar desde el Congreso Local el desempeño de Jorge Winckler, y de ser necesario llevarlo a juicio político debido a que usó su cargo como instrumento de venganza, mientras los problemas reales que continúa enfrentando la ciudadanía, no le importaron.
Días después, el colectivo SOLECITO aseguró que respaldarían la decisión de los próximos legisladores locales ya que Winckler Ortíz ha desempeñado un pésimo papel al frente de la Fiscalía General del Estado, y fue utilizado por Yunes Linares como un brazo ejecutor de venganzas personales y políticas, cuando había muchísimas cosas más importantes que atender en el estado como el identificar a los cuerpos que están amontonados en los forenses y darles cristiana sepultura.