- Vale la famosa Reforma…
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Graves fallas educativas
Hay cosas tan sencillas y elementales en la reforma educativa que parece una locura el pleito en el Congreso de la Unión.
Por ejemplo, la mayoría de los alumnos de las escuelas primaria y secundaria con graves, terribles y espantosas deficiencias en materias básicas como son, entre otras, matemáticas, historia, geografía y gramática.
Y más, porque son materias de la vida cotidiana.
Más, claro, la gramática y las matemáticas.
Insólito el número de errores ortográficos con que escriben los alumnos que ni idea tienen.
Más ahora con el Internet donde, según ellos, inventan un lenguaje abreviado y que llevara al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, a cerrar su cuenta de redes sociales, anexos y conexos.
Basta platicar con algún chico de o quinto o sexto año de primaria o de secundaria para medir la ignorancia universal sobre la historia del país, ni se diga, la historia de la entidad federativa donde vive.
Y aun cuando en el tiempo sexenal de MORENA, con todo y que AMLO declaró sus héroes patrios a Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, a los chicos se les pregunta una sola acción que efectuaran y siempre preguntan, azorados y asombrados, quiénes son?
DOS. Campeones en bailable regional
Peor, claro, con las matemáticas y la geografía, en que ni idea tienen de los cinco continentes, menos, de sus regiones.
El ciudadano lee algún texto de los chicos escrito a mano y queda a punto de un síncope cardiaco fulminante por tantos errores ortográficos.
Y si se le pregunta sobre libros de actores clásicos, escritores nacionales, parece que se les habla en chino.
Quedan desconcertados y siempre argumentan que los profesores nunca les han platicado sobre el tema.
Un niño dijo:
“Yo odio la historia, odio las matemáticas, odio la gramática…, gracias a mis maestros”.
Y los legisladores federales “desgarrándose las vestiduras” por la reforma educativa de Enrique Peña Nieto y la derogación que intenta Andrés Manuel López Obrador.
La educación primaria y secundaria, la que norma la vida, la que forma a los seres humanos desde la infancia y la adolescencia, convertida en un gran fraude nacional.
Por fortuna, en la secretaría de Educación están felices, igual que cuando Adolfo Mota Hernández era titular en el duartazgo, de que Veracruz ocupa el primer lugar nacional en bailable regional con “La bamba” y “El tilingo lingo”.
TRES. Trabajar a rasas del suelo…
Una vez más, la ideología causando estragos sobre la educación.
Nunca fue así con Enrique Laubscher, Enrique Rébsamen, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo.
Tampoco con José Vasconcelos cuando fuera rector de la UNAM y secretario de Educación con el presidente Álvaro Obregón.
Entonces, el apostolado total. Incluso, sin que nunca impartiera clases en un salón de clases como profesor, Vasconcelos mereció el reconocimiento como maestro de América Latina.
Ya parece que una CNTE o una Elba Esther Gordillo pondrían de cabeza la política educativa con Lázaro Cárdenas del Río.
La falla educativa está a ras del suelo y ninguna voluntad educativa parece existir para ocuparse de lo fundamental como es la enseñanza real y efectiva de la gramática, la historia, la geografía y las matemáticas en las escuelas primarias y secundarias, incluso, en el bachillerato.
Y si los jóvenes llegan con deficiencias a la universidad es porque vienen mal desde la primaria y la secundaria, y en donde, con todo y lo que digan, la orientación vocacional todavía es la materia más desdeñada en los planes de estudio.