Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador se vio inusualmente molesto la mañana del miércoles pasado. Habían sido días difíciles para su gobierno. A él, en lo personal, lo atacaron con la etiqueta #AMLOASESINO, en referencia a la muerte de Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle en un accidente aéreo. Su Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, recibió insultos durante los funerales de Puebla.
Los reporteros le preguntaron por los ataquesque ha recibido en las redes sociales. Dijo que eran “los conservadores de siempre”. Los llamó “mezquinos”, “corruptos”, “ridículos”, “lacras”. Y agregó a su vocabulario un término más: “neofascistas”. Grupos, dijo, neofascistas que operan en la Red.
“¿Cómo se atreven de llevar a cabo una campaña de manipulación si hoy hay millones de especialistas? Cada ciudadano es un comunicador, es un medio de comunicación. Es una [guerra] sucia, de mala fe, y se les revierte. Ojalá y todo esto sirva para que poco a poco se vaya entendiendo que es una situación distinta. Yo no tengo ni siquiera que defenderme. Me están defendiendo millones de mexicanos”, dijo.
¿Operan grupos neofascistas en las redes, en México? El análisis realizado por especialistas y por #MetaDatos de SinEmbargo indica que sí. Muchos de ellos utilizan abiertamente algunos de los atributos del neofascismo. Pero los grupos que podrían caer en esa calificación no siempre están interesados en responder, en tiempo real, a López Obrador.
NEOFASCISMO Y FASCISMO
En los últimos años, la propagación del neofascismo en Internet ha despertado interés entre analistas debido a su avance en Europa, y en parte a la popularidad doméstica del Presidente estadounidense Donald Trump, señalado como partícipe de esta doctrina. Sin embargo, académicos como Roger Griffin coinciden en que a pesar del perfil racista y demagogo del mandatario, no podría considerársele un fascista como tal, pues no se manifiesta a favor del derrocamiento del sistema democrático existente, característica imprescindible de esta corriente.
De acuerdo con Griffin y el académico Robert Paxton, la definición de fascismo resulta difícil de adoptar debido a que su surgimiento durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial fue en contextos políticos diferentes. E incluso durante su periodo álgido, no fue el mismo fascismo el que se vivió en la Italia de Benito Mussolini que el que tuvo lugar en la España franquista.
Griffin, uno de los historiadores más trascendentes en el estudio del fascismo europeo, lo define (en Anatomía del Fascismo a la doctrina ideológica fascista) como un género político “cuyo núcleo mítico en sus diversas permutaciones es una forma palingenética (que surge en consecuencia o por analogía) del ultranacionalismo populista”.
Aunque racismo, el militarismo, el anticomunismo, las corrientes anti-inmigrantes y el nacionalismo radical son a menudo encasillados en el neofascismo, los expertos coinciden en que el fenómeno que en la red ha encontrado una plataforma crítica de articulación es más complejo, y muy diverso
¿NEOFASCISMO EN MÉXICO?
Aunque el neofascismo no es reconocido ni se adopta en su totalidad en los discursos de comunidades como la emergente #Re_acciónCiudadana, una de las más críticas a López Obrador en la actualidad, la mañana del miércoles pasado el Presidente tuvo algunos motivos para llamarles así: neofascistas.
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Esto puede observarse en sus ideales ultranacionalistas o su búsqueda por promover un pensamiento único, manifestada en su confrontación constante “al comunismo” y “al socialismo” que no sólo repudian, sino que emplearon como herramienta de criminalización para señalar tanto a AMLO como a sus simpatizantes por el caso Puebla. Hay una constante preocupación por el supuesto “declive de la comunidad” y su victimización; elementos que el académico Paxton ha detectado en los simpatizantes del fascismo. Esta característica se encuentra en sus constantes acusaciones en contra del supuesto interés de López Obrador por instaurar un régimen totalitario que pone en peligro a México.
Si bien no expresan de manera abierta simpatía por las organizaciones de ultraderecha que surgieron en México a mediados del siglo XX, muestran mayor cercanía con estas agrupaciones que con las nuevas ideologías de extrema derecha que han surgido de la Red, entre éstas “la derecha libertaria” y el “monarquismo”.
Algunos de los grupos más radicales y antilopezobradoristas que operan en México a través de la Red, de acuerdo con analistas consultados por SinEmbargo, sí tienen una comunicación ideológica con el fascismo de la llamada entreguerra (entre la II y la II guerras mundiales) y con su hijo, el neofascismo, que se expresó en Europa después de la II Guerra Mundial y se ha fortalecido por todo el mundo, incluso en América Latina: las fuerzas que llevaron a Jair Messias Bolsonaro a las Presidencia de Brasil son ubicados en ese polo, por ejemplo.
En México, como en el extranjero, los grupos calificados como neofascistas tienen valores comunes, aunque no todos los comparten. Se consideran “anticomunistas”. Tienen una inclinación por el militarismo, son promotores de una idea de familia (rechazan las del mismo sexo) y de una “religión de Estado”. Son conservadores por excelencia. Pugnan por el “orden” y el “progreso”, es decir, sacrificar libertades civiles a cambio de generar desarrollo para las naciones. Pero sí hay una gran diferencia entre los que promueven a Trump en el Estados Unidos profundo y blanco, que rayan en el nazismo, y los que se mueven en México.
Algunos de estos grupos se identifican como antisemitas; están contra la migración y a favor de leyes duras y polémicas: el uso de la fuerza pública contra las manifestaciones, la imposición de proyectos de desarrollo a las comunidades y una idea de nacionalismo que es excluyente por definición: la Patria sí, no para todos. Sólo los grupos más radicales operan en sus ámbitos desde la clandestinidad. En la segunda mitad del siglo XX y en los 18 años del XXI se abrieron y organizaron públicamente en logias, comunidades religiosas o “de la familia”, y en partidos políticos.
ANÓNIMOS Y NO TANTO
Las redes sociales han servido para que algunos de los grupos ultraconservadores se organicen y que sus acciones políticas adquieran mayor visibilidad. Sin el apoyo de las plataformas digitales, su crecimiento y consolidación como colectivos tendría un impacto menor. Redes como #Re_AcciónCiudadana y #OPCMX, que impulsaron la etiqueta #AMLOASESINO –y en la que se centra el análisis–, han aprovechado las cualidades de la red para generar convocatoria. No necesariamente van juntos en todo; veces polemizan.
“Sabemos de buena fuente que en al menos tres grupos de ‘supuesta’ oposición hay infiltrados de Morena, gente cuyo trabajo es segregar a la real oposición civil desde adentro para debilitarnos. Dos de ellos son líderes de dos grupos que incluiste en tu nota. Usan la misma estrategia que usó López: DIVIDE Y VENCERÁS. […] Te puedo decir los grupos que son lidereados por esa gente: ReacciónCiudadana y México Reflexivo”, expresó a SinEmbargo un miembro de #OPCMx, a partir de otro análisis sobre quiénes movilizaban la etiqueta #AMLOASESINO.
Las redes están conformadas por un porcentaje importante de usuarios anónimos; estas condición no es nueva, ni exclusiva de estas organizaciones. Las acciones desde el anonimato son comunes en movimientos identificados con cualquier extremo. En México, el Frente Popular Anticomunista de México (FPAM), la organización Tecos de Guadalajara, el Frente Universitario Anticomunista (FUA), la Federación Mexicana Anticomunista de Occidente (Femaco), el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), entre otras más, han sido identificadas como de derecha y operaron, muchas veces, en condiciones de anonimato.
En el texto Las guerrillas blancas: anticomunismo transnacional e imaginarios de derechas en Argentina y México, 1954-1972, de Luis Alberto Herrán Ávila, se señala que el surgimiento de estos grupos a partir de 1948 tuvo entre otros objetivos hacer frente contrarrestar no solo el avance del comunismo soviético sino también para detener el cardenismo, que había sentado las bases de un nuevo modelo educativo.
Hoy, en México, los grupos identificados como ultraconservadores repiten pasos de antiguas células; han adquirido notoriedad en la esfera digital sin identificarse abiertamente. Las nuevas organizaciones, como los grupos anticomunistas que actuaron en México entre 1950 y 1980, coinciden en la promoción de escenarios fatalistas por rechazar de manera dogmática al socialismo; en la conformación de redes, y en su discurso conservador y ultranacionalista.
Muchas cuentas anónimas (granjas de bots) que se han empleado en el Partido Acción Nacional (PAN) para campañas a favor de sus intereses (práctica identificada a través de la herramienta de análisis de Twitter, Tweet Binder) ha migrado su discurso hacia el repudio a López Obrador. Pero, de la misma manera, hay usuarios abiertamente panistas que participan en el rechazo al Presidente de izquierda. @Letymaldonado, por ejemplo, fue una de las principales impulsoras del hashtag #AMLOASESINO. Abiertamente dice pertenecer al PAN. Apoyó al candidato Ricardo Anaya Cortés durante el periodo electoral.
Los grupos anti-AMLO que mantienen todas sus acciones políticas online niegan ser fascistas o neofascistas. No se sienten cómodos con esa definición. La mayor parte de su discurso se compone de argumentos que se han mantenido casi intactos en la derecha mexicana. Si bien no han escalado a los niveles de las acciones del periodo de Guerra Sucia cuando, al menos durante un incidente, se evidenció su afinidad con las corrientes fascistas de aquella época de acuerdo con lo documentado por Herrán en su texto.
En 1965 la organización Movimiento Nacionalista Cristiano (MNC) detonó dos granadas en el Instituto Cultural Ruso-Mexicano. Esta organización anticastrista fue apoyada por Daniel Ituarte Reynaud (militante del PAN), Manuel Hernández (sobrino de Salvador Borrego) y Manuel de la Isla Paulín; este último era jefe del MURO en Guanajuato, director del periódico antisemita Renovación del Frente Patriótico Mexicano y editor de la Revista Nacional. Tras ser detenidos, los miembros del MNC se declararon “netamente fascistas”. Dijeron formar parte de una red compuesta por organizaciones anticomunistas en todo Latinoamérica.
Las organizaciones actuales coquetean con tales extremos. Operan en la red, y su herramienta es el discurso. No existe ni una sola evidencia de que se hayan convertido en agresivas, o que pretendan emular las acciones que tuvieron en el pasado otros grupos identificados como ultraconservadores.
ULTRAS 2.0 Y AMLO
Es difícil ubicar a quiénes en específico calificó López Obrador como neofascistas. Los que posicionaron el hastag #AMLOASESINO son apenas una rama de un extenso árbol de comunidades, algunas ultranacionalistas, que en las redes sociales construyen bases con miles de seguidores. Muchos de estos grupos permanecen alejados de la esfera política. Se abstienen de participar en debates o hacer señalamientos críticos en contra de AMLO. Sin embargo, promueven discursos de extrema derecha a la sombra de las discusiones coyunturales que adquieren mayor visibilidad.
Muchos han pasado desapercibidos. Pero hay grupos abiertamente fascistas, “imperialistas”, “separatistas” y ultranacionalistas que han surgido del contexto político mexicano. Muchos no atacan al Presidente. A través de un análisis, Metadatos identificó algunas de las ramificaciones del frente más radical de la ultraderecha mexicana que en algunos casos prefiere abstenerse de señalar o criticar a López Obrador.
PARTIDO NACIONAL ITURBIDISTA: En Twitter y Facebook han proliferado páginas en donde se promueve el regreso de la colonia española así como del reconocimiento de una “monarquía mexicana” cuyo derecho aun le corresponde a la familia de Agustín de Iturbide, exiliada en Europa. Iturbide fue proclamado emperador con el nombre de Agustín I entre 1822 y 1823 tras su derrocamiento a manos de Antonio López de Santa Anna.
Páginas como el Partido Nacional Iturbidista promueven el regreso de la monarquía a México. Esta red tiene perfiles en varias ciudades del país entre ellas Ensenada, Baja California, Aguascalientes y la CdMx. “Tres máximas fundamentales de nuestra Organización, Monarquía, Nacionalismo y Restablecimiento del Tercer Imperio Mexicano”, expresan en uno de sus perfiles. Esta agrupación no interactúa en el debate político. Aunque no se manifiestan de manera abierta “neo-fascistas”, promueven uno de sus principales ideales: el derrocamiento del sistema democrático.
AMANECER DORADO EN MÉXICO: Esta organización abrió su página de Facebook el 5 de junio del 2017, con base en Chihuahua. Se identifican de manera abierta como de “extrema derecha” aunque dicen promover el bien común y el humanismo. Esta organización coincide con los grupos antagónicos a AMLO en señalar que los partidos políticos han fracasado y promueven un sistema democrático nuevo. Si bien sus argumentos no son los mismos, coinciden en argumentarlos desde el nacionalismo.
“Derecho a la vida desde la concepción. En contra de el matrimonio de el mismo sexo. En contra de la inmigración ilegal a nuestro país. Derecho a la vida y la legítima defensa personal. Portación y posesión de armas universal. No dejar intervenir a potencias en el gobierno nacional. Pena capital a asesinos. Ampliacion del tiempo de gobierno federal. Legalización de drogas de origen natural y activarlos a los impuestos para beneficencia del sector salud”. [sic], expresa esta organización.
Este grupo apoyó abiertamente a Ricardo Anaya durante el periodo electoral. Amanecer Dorado recurre a la simbología fascista. Destaca en esta dinámica el empleo del símbolo de la “Golden Dawn”, que significa eternidad pero que de acuerdo con el historiador Griffin es empleado por los grupos neofascistas de manera que emula una esvástica.
NACIONALISMO POR MÉXICO: Otras páginas muestran un crecimiento selectivo. Es le caso de Nacionalismo Por México, abandonada por sus administradores debido a que sostienen que: “Los ideales de este sitio se nublaron mucho en medio de ideas obsoletas; está plagada de nazis mexicanos y de vecinos latinos”. En 2013, la página se llamó Partido Nacional Socialista Mexicano y concentró a 827 seguidores.
LEGIÓN SOCIAL MEXICANA: Esta agrupación tiene pocos seguidores pero emplea símbolos fascistas al igual que Amanecer Dorado México, como iconos del fascismo de Mussolini. En julio la página llevaba por nombre Legión Católica Mexicana. Esta semana fue impulsora del hashtag #AMLOASESINO. En sus contenidos promueven el rechazo a López Obrador, el radicalismo religioso, las doctrinas fascistas y el rechazo a los migrantes, temas que son de interés en los clústeres anti-AMLO. “La forma de gobierno #fascista es de una una democracia totalitaria. ¿Que es esto?, una democracia real y orgánica. El gobierno se une en un solo estado que es gobernado por los mejores elementos das nación, que son ellos mismos los que se integran al gobierno y participan en el”, se indica en @LegionSocMx.
CONTRA EL ABORTO: De acuerdo con un reportaje del periodista Álvaro Delgado, publicado en Proceso, la organización El Yunque, conformada por militantes de PAN, respalda las acciones del Frente Nacional Por la Familia que tiene más de 3 mil seguidores en una de sus cuentas oficiales en Twitter. La cercanía documentada en el reportaje de Delgado con una de las organización más destacadas de la ultraderecha mexicana, refleja que las doctrinas que se gestaron en el México previo a la era digital migraron a estas plataformas a través de cuentas como esta en la que se mantiene una postura radical en contra de la despenalización del aborto y los matrimonios igualitarios. Esta semana el Frente movilizó el hashtag #LaAgendaDeOlgaHundeAAMLO en contra de la Secretaria de Gobierno Olga Sánchez Cordero quien ha externado su interés por la legalización de la interrupción del embarazo.
SEPARATISTAS: En las redes sociales también han surgido iniciativas separatistas que buscan promover la independencia de algunas entidades del país bajo el argumento de que el orden centralista ha impedido su crecimiento económico. En la plataforma Change.org surgió hace dos años la petición para “Declarar a Jalisco un estado independiente de México”. Con ella se promovió desde Twitter el hashtag #JalExit. A esta petición se sumaron más de 500 personales, y a ella siguió otra iniciativa para independizar la región norte del país en páginas como “México del Norte” con el mismo argumento que la anterior. “Tenemos mayor tamaño que Holanda o Suiza, porqué no ser igual de potente económicamente que ellos? #Jalexit”, expresó @Alejandro13Char.
GRUPOS ANTIAMLO: No se dicen fascistas. Mantienen en sus mensajes expresiones conservadores y de extrema derecha. Además de las organizaciones como #Re_AcciónCiudadana, #MéxicoReflexivo y otras críticas a López Obrador, existen cuentas que articulan los discursos de varios de estos colectivos, influencers y políticos. Entre estas, está Sociedad Civil México (@SocCivilMx), que mantuvo amplia actividad durante el episodio del accidente en el que perdieron la vida los Alonso-Moreno Valle.
Esta cuenta abrió su cuenta en Twitter en abril del 2018 y ha reunido más de 7 mil seguidores. El número que acumulan estas páginas es exponencialmente mayor a las que expresan discursos más radicales como las declaradas abiertamente fascistas, como Legión Fascista Mexicana o Amanecer Dorado México, que se sitúan en el extremo más radical del mapa. La premura por consolidar la articulación de una red a través de la cuenta @SocCivilMx es evidente en el empleo del mismo logotipo de la página @Sociedad.civil de Facebook creada en el 2010 por salvadoreños. Se desconoce si se trató de un plagio o una colaboración.
“López Obrador busca poner a la gente en contra del Poder Judicial para controlarlo. Así hizo Hugo Chávez en Venezuela. Así inician las dictaduras: cuando el Ejecutivo doblega a los otros poderes. RT por favor para ayudarnos a difundir las ideas de la libertad”, escribió el administrador de la cuenta @Mex_Libertario.