Luis Velázquez | Escenarios
09 de abril de 2021
UNO. El sueño interrumpido
Por fin, muchos años después, Martha Robles encontró una explicación científica para dormir en una recámara aparte de su pareja.
Desde siempre su marido ha roncado. Y ronca tanto que la mantiene con un sueño interrumpido.
Con frecuencia tiene la sensación de que en un ronquido, su pareja quedará infartada y morirá.
Ahora, el COVID le ayudó para tomar la decisión más importante de su vida. Y desde hace ratito duerme en la recámara que un hijo dejó cuando se casó.
DOS. Se ronca más con el COVID
Ella se basó en el reporte del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño. El COVID, dijeron los médicos, incrementa los trastornos del sueño, entre ellos el insomnio y los ronquidos.
Martha Robles leyó la notica en Internet y se la envió por whatsapp a su pareja y a la hora de la comida habló claro y rotunda con él.
De entrada le dijo que está visto que nunca, jamás, morirá con los ronquidos como ella temía.
Luego le anunció que a partir de la fecha lo dejará dormir solo en la recámara conyugal para que así pueda roncar sin interrupciones, pues ella tenía el lema de que si se trata de roncar, entonces, nadie duerme.
Y lo despertaba a codazos. Y la vida nocturna era una pelea inacabable.
TRES. Vivir alterados
El Instituto del Sueño documenta, entre otras cositas, que el ronquido baja la actividad física y se multiplica con el confinamiento (La Jornada-México).
“En las noches baja la oxigenación… por alguna alteración pulmonar y aumentan los ronquidos” dice el médico.
Por eso es que Martha Robles siempre andaba alterada en el estado de ánimo, incluso con problemas de atención y memoria y cansancio en el transcurso del día.
Y aun cuando a codazos solía despertar a la pareja, de inmediato recuperaba el sueño y se zambulle en el viaje onírico y ronca, mientras ella se la pasaba mirando “al bello durmiente”.
CUATRO. Ruptura matrimonial
De jóvenes, cuando eran novios y solían dormir juntos los fines de semana nunca roncaba.
Pero muchos años después, cuando su panza fue creciendo hasta bambolearse, los ronquidos alcanzaron dimensión estelar al grado de pleitos cotidianos y amenazas de ruptura matrimonial.
Gracias al COVID, desde hace unos días ella duerme aparte. Antes nunca pudo porque el marido se enojaba si lo dejaba solo.
CINCO. Fiesta en paz
Un alto porcentaje de divorcios tiene sus orígenes en los ronquidos.
Más porque el sueño es como la alimentación. Además de servir para el descanso, “el cuerpo se restaura al producirse sustancias para funcionar al día siguiente”. (Ibidem)
Por eso, y para llevar la fiesta en paz con su pareja, el matrimonio que lleva treinta años juntos duerme en recámaras aparte.
El Instituto del Sueño dice que la mejor hora para dormir es de las 11 de la noche a las 7 de la mañana, pues el organismo humano y el cerebro “están diseñados para descansar de noche y estar despiertos de día”.
SEIS. La pareja reencontrada
En un principio el marido enfureció y echó pleito; pero Martha Robles se mantuvo con firmeza en la decisión.
Luego, pasado un ratito, sobrevino la paz de los espíritus porque su pareja puede roncar sin interrupciones, aun cuando sus ronquidos lo suelen despertar.
Ella, en su recámara, y a puerta cerrada, está leyendo unas dos horas cada noche y luego mira unos quince minutos el noticiero televisivo y duerme, lo más importante, sin alteraciones de ningún tipo.
Desde entonces, la pareja se está reencontrando.