México.- Dentro de tres años, es decir, en 2023, estará listo y comenzará a operar el Tren Interoceánico, que será el Canal de Panamá mexicano, porque permitirá la conexión comercial entre Asia (océano Pacífico), Estados Unidos (costa Este) y Europa (golfo de México y el océano Atlántico), pero será más rápido, más barato y con beneficios fiscales para las industrias que quieran participar, anticipa el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Alejandro Murat asegura que el Tren Interoceánico va a cambiar el rostro de Oaxaca y será la obra más importante de la historia moderna para el Sureste mexicano, pues será el motor de crecimiento para generar dos puntos del Producto Interno Bruto, creará 500 mil empleos y se invertirían aproximadamente mil millones de pesos, además de que está en puerta el nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Murat pide cerrar filas con el presidente Andrés Manuel López Obrador y enfrentar la crisis del Covid-19 en unidad y en solidaridad. Exhortó a la clase política a dejar de lado los futurismos y la mezquindad, pues dijo que hay dos tiempos: uno donde se construye gobierno y otro donde se ejerce, y ahora se encuentran en este último, y agrega que ya habrá tiempos para los temas electorales.
¿Qué representa el Tren Interoceánico?
—Es la obra más importante en la historia moderna para el Sureste. Está llamada a convertirse en el gran motor de crecimiento no sólo de Oaxaca y Veracruz, sino del Sureste mexicano y de todo el país.
Una obra que tiene escala mundial y, según las proyecciones preliminares, con el proyecto de inversión que se va a presentar en septiembre por parte de la empresa Surbana Jurong, de aquí a 2050, se podrían generar dos puntos del PIB en la región.
Es un proyecto esencial del Presidente de la República. Aun cuando es de alto calado, se podrá ver en corto plazo y para 2023 estará listo, y en lo que se anunció: 3 mil 166 millones de pesos de inversión, donde se trabaja en cinco tramos de vías y va a permitir una velocidad de 80 kilómetros por hora, la velocidad crucero de los trenes comerciales de contenedores.
¿Será el nuevo Canal de Panamá mexicano?
—Sin duda. Un canal seco, pero con el agregado de ser un corredor industrial, no sólo de traslado, sino de generación de valor en cada sector industrial y de servicios.
¿Cómo se imagina que operaría este tren?
—El tren será tres días más rápido que el Canal de Panamá. Llegarán los barcos con los contenedores y los podrás mandar de océano a océano, es decir, hacia Asia o Europa o hacia Estados Unidos.
¿Los costos bajan?
—Sí, tiene una serie de beneficios que van a permitir que se reduzcan los costos. La energía, nosotros tenemos las refinerías, vamos a tener gas y la energía eólica. Tenemos los tratados de libre comercio, que implican beneficios en las tarifas comerciales. Tenemos mano de obra calificada barata, mucho más competitiva.
¿Hizo un llamado a cerrar filas con el Presidente?
—Estoy convencido de que el mejor México que tenemos en las crisis es el que ha trabajado en unidad y solidaridad; ejemplo claro fue el temblor que vivimos los oaxaqueños.
Una vez más estamos enfrentando una crisis, una pandemia a nivel mundial, y una vez más hago esta convocatoria a la unidad porque estoy convencido de que la ciudadanía lo que busca es que se le den resultados, y para dar resultados tenemos que estar unidos y alineados, y el Presidente es el que encabeza esos trabajos de manera institucional. Por eso hago este llamado a la unidad nacional y dejar de lado otro tipo de futurismos y sin mezquindad enfrentar esta pandemia.
Los tiempos en México están marcados en dos etapas: una donde se construye gobierno y otra en donde se ejerce, y hoy estamos en ésa, de dar resultados; ya habrá tiempo para temas electorales.
¿Ve división en algunos gobernadores?
—No, respeto las opiniones de mis colegas y ellos tendrán que plantear su visión. La visión mía y de Oaxaca es de coordinación y de unidad.
¿Hay políticos que aprovechan la pandemia para ganar terreno electoral?
—Ante la realidad, cada quien debe evaluar si eso sucede. Lo que planteo es que hoy lo importante es salvar vidas y ocuparnos cada quien de nuestra responsabilidad.
¿Cuál es el balance de su administración? Le ha tocado vivir cosas difíciles.
—Me siento satisfecho de lo que hemos logrado. Recibimos un estado colapsado en lo social y hoy ya hay armonía y coordinación plena.
Tuvimos el primer año con todos los días de clases el año pasado y mis tres años han sido los de mayor número de clases en la última década. Hay paz social, lo que permitió, antes de la pandemia, que Oaxaca tuviera crecimiento: el año pasado fuimos el cuarto estado con mayor crecimiento del país, de acuerdo con datos del Inegi.
También fuimos el estado que más redujo la pobreza extrema, de acuerdo con Coneval. De los 600 compromisos que hice en campaña hemos cumplido ya más de la mitad y estamos en ruta para cumplir los otros 300 antes de que termine mi administración.
¿Cómo va el tema de la pandemia en Oaxaca?
—Claramente estamos enfocados en salvar vidas. Yo quiero hacer un reconocimiento a toda la población de Oaxaca que ha seguido de manera disciplinada y puntual las acciones que ha planteado mi gobierno para enfrentar la pandemia.
El reto más importante que tenemos hoy es el equilibrio entre salvar vidas y retomar las actividades productivas, que ya inevitable, es fundamental, la gente requiere generar ingresos. Ese es el reto que enfrentaremos en las próximas semanas.