Staff / El País
CDMX.- Un zócalo circular de unos ocho metros de diámetro y 28 centímetros de altura bautizó una explanada de más de 20.000 metros cuadrados: la principal plaza de la Ciudad de México y una de las más grandes del mundo, conocida como El Zócalo. Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han encontrado una peana construida hace 174 años que iba a servir de base a un monumento a la independencia que no llegó a realizarse en la Plaza de la Constitución, el nombre oficial del icónico centro de la capital mexicana.
La estructura hallada será cubierta, de nuevo, con una malla geotextil y piedra y rellenada con tepetate, un material utilizado para el revestimiento de carreteras, “de acuerdo con lo solicitado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia”, según ha apuntado en un comunicado la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México.
Según el INAH, el panteón proyectado por el entonces Antonio López de Santa Anna, para conmemorar la independencia mexicana de España que culminó en 1821, no pudo terminarse por las elevadas deudas del país. No obstante, el monumento ideado López de Santa Anna, cuya primera piedra se colocó el 16 de septiembre de 1843, marcó para siempre la gran plaza mexicana.
El verdadero zócalo ha sido encontrado a apenas 30 centímetros de la superficie por arqueólogos del INAH, mientras supervisaban la rehabilitación de la Plaza de la Constitución, que recibe su nombre en honor de la Carta Magna de Cádiz, promulgada en 1812 y que estableció los primeros derechos y libertades en España y el resto de territorios colonizados. El plan de restauración incluye la sustitución del suelo de hormigón y la adecuación de El Zócalo a los peatones.
La plataforma está rodeada por un patio circular de unos tres metros de ancho y tiene accesos al norte y al este, alineados con las entradas principales a la Catedral Metropolitana y al Palacio Nacional. Con el hallazgo, los arqueólogos han podido descubrir que una excavación realizada en el siglo XX para introducir el cimiento del asta de una gran bandera mexicana que preside la plaza dañó la estructura.
El arqueólogo Alejandro Meraz, del INAH, ha explicado en un vídeo difundido por el organismo que “la plataforma está construida con un núcleo de mampostería y paramento de bloques de basalto de diferentes dimensiones; el piso del patio consta de lajas, mientras que la banqueta está conformada por grandes bloques de basalto, riolita y andesita”.