La diputada federal Susana Prieto Terrazas, quien recientemente renunció a Morena al acusar distintas trabas para la aprobación de la reforma para reducir la jornada laboral a 40 horas, arremetió contra su expartido, acusándolo de ejercer violencia política para excluirla del debate sobre la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre lágrimas, Prieto expresó su frustración al señalar que Morena la está presionando para unirse a otra bancada si desea participar en la discusión.
“Me sacaron que porque no pertenezco a ninguna fracción parlamentaria, entonces me quieren obligar a que me afilie a otro partido o fracción parlamentaria. ¡Estoy hasta la madre de lo que han hecho conmigo”, declaró, visiblemente afectada por lo que considera una estrategia para silenciarla y evitar que exponga su oposición a la reforma.
La legisladora denunció que el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Juan Ramiro Robledo, también de Morena, le ha negado el uso de la palabra en repetidas ocasiones, justificando la decisión con el argumento de que no pertenece a ninguna bancada. Prieto afirmó que este trato constituye violencia política de género, del cual, según ella, que fue víctima durante el tiempo que estuvo en el Congreso. Además, dijo que la quieres hacer ver como una traidora, cuando los traidores son los legisladores morenistas.
“No soy ninguna traidora. Dos años y medio de mi vida en esta Cámara defendí el proyecto de AMLO. Fueron ellos los que traicionaron al pueblo de México al no pasar las 40 horas, y por congruencia con los trabajadores me retiré de su bancada. A partir de ese momento han hecho de mi vida un pinche infierno muchas y muchos diputados de Morena. No me pueden quitar el uso de la palabra, tengo derecho a voz aunque ya me quitó el voto, arbitrariamente”, sentenció, agregando que sus derechos como diputada han sido vulnerados arbitrariamente.