Por Cristina Sánchez Reyes
México, 22 de junio (EFE).- Hartazgo, miedo, inseguridad e incertidumbre son algunos de los sentimientos de los jóvenes mexicanos que explican su decidido apoyo a un cambio político en México, a falta de una semana para los comicios presidenciales en el país.
“Son jóvenes que desde que pequeños se dieron cuenta de la violencia, la corrupción y la desigualdad que existe en el país y, por ello, quieren un cambio”, explicó Óscar Galicia, coordinador de Psicología de la Universidad Iberoamericana, a Efe.
Unos 89 millones de mexicanos acudirán el 1 de julio a las urnas para renovar más de 3 mil 400 cargos, entre ellos los de Presidente del país.
A las presidenciales concurren Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña y el independiente Jaime Rodríguez Calderón; y los jóvenes entre 18 a 24 años representan, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), el 16.8 por ciento del total del padrón.
Son personas que emitirán su voto por primera vez y que en su infancia vivieron la guerra contra el narcotráfico, que se ha cobrado desde 2006 más de 200 mil muertos.
Jóvenes que han visto presuntos casos de corrupción como “La Casa Blanca” del Presidente Enrique Peña Nieto, el saqueo durante el Gobierno de Javier Duarte en Veracruz o la estafa maestra, lo cual les indigna.
“Muchos de ellos conocen pocos gobiernos, bien sean panistas o priístas. Han vivido años llenos de miedo, de noticias alarmantes, muchos de ellos actualmente están sufriendo la violencia”, plantea Galicia.
Alejandra Miranda, de 19 años, vive en Ecatepec, una localidad del Estado de México considerado el estado más violento del país.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, solo en 2017 se registraron 29 mil 168 homicidios dolosos, de los cuales 671 fueron feminicidios.
“Ese es un tema que me preocupa, porque ahora sales y no sabes si vas a regresar a tu casa. Me importan temas como la economía y la falta de oportunidades, pero lo que más me importa es mi tranquilidad”, agrega la estudiante de marketing.
Miranda asegura que su condición de mujer y vivir en una de las ciudades con más feminicidios en el país la lleva a pensar que se necesita alguien que garantice que se puede “salir a la calle y estar en paz”.
Inés Pérez tiene 23 años y asegura que su generación sufre de hartazgo pues a veces sienten que no tienen oportunidades.
Ella fue, hace algunos años, una de las 300 mil rechazadas por las universidades públicas, por lo que tuvo que buscar una institución privada para continuar sus estudios.
Este 1 de julio será la primera vez que votará y, aunque no tiene claro aún por quién hacerlo, dice que simpatiza con las propuestas del izquierdista López Obrador.
“Creo que es el único que se ha preocupado por los jóvenes, que busca estar cerca de nosotros, pero también el único que representa un cambio real”, afirma Pérez.
con la última encuesta de la empresa Consulta Mitofsky publicada en junio, López Obrador, de 64 años, cuenta con el 41.7 de las preferencias entre los votantes de 18 a 29 años, siendo el aspirante de mayor edad y con más popularidad entre los jóvenes.
Según Galicia, aunque muchos jóvenes no tienen muy claro quién es López Obrador, él se presenta como alguien que lucha contra el sistema, lo cual hace que los “millennials” se sientan identificados.
“Eso es muy llamativo sobre todo para un joven que está tratando de reafirmarse, que tiene cierto espíritu de rebeldía, de libertad, de cuestionamiento”, agregó.
Arturo Hernández, publicista de 25 años, dice que estas elecciones son un momento para que su generación marque un rumbo diferente del país.
“Creo que es el momento en el que se pueden hacer las cosas diferentes. Con los anteriores gobiernos no han cambiado las condiciones económicas, políticas ni sociales. Solo vemos más violencia, más pobreza. Las cosas simplemente no se están haciendo bien”, insiste.
Para Galicia, ahora el principal reto de la juventud será no solo ser impulsor del cambio en México, sino también convertirse en ciudadanos activos que se involucren en la toma de decisiones.
“Creo que los jóvenes mexicanos están en la edad en la que podemos promover que sean ciudadanos participativos en la toma de decisiones, que aporten ideas, que sean críticos y sean miembros activos de la sociedad”, asegura.
El especialista dice que hasta ahora los mexicanos han tenido un papel pasivo, donde situaciones como el alza en el precio en las gasolinas o el recorte de las pensiones han pasado sin mayor movilización.
“Por eso creo que será importante que los jóvenes empiecen a estar más conscientes de la justicia y del beneficio común. Eso es lo que necesitamos para tener ese cambio que tanto requiere el país”, finalizó.
VOTO MILLENIAL
Identificados en general como miembros de una generación obsesionada por los selfies y que vive “pegada” a las redes sociales sin mayor compromiso comunitario, en las actuales campañas electorales los “millennials” mexicanos muestran un perfil distinto.
Y es que ahora, a diferencia de ocasiones previas cuando también se registraron comicios de gran relevancia en México, se prevé que el 1 de julio próximo habrá una importante participación de quienes pertenecen a la llamada “generación del milenio”.
La socióloga Hortensia Hernández Méndez, maestra investigadora de la Universidad Autónoma de Coahuila, observó que los jóvenes nacidos entre 1980 y el año 2000 destacan como creadores de contenido con influencia en sus seguidores.
“Sí actuarán (en el proceso comicial) para elegir a sus gobernantes”, dijo, “porque son críticos, personas preparadas, informadas, finalmente ellos esperan tener mejores salarios, para mejorar su vida cotidiana”.
En la lista nominal de votantes, que considera sólo a los ciudadanos con credencial para votar, hay en la actualidad poco menos de 86 millones de connacionales registrados. De ellos, el 29.21 por ciento –que son 25.1 millones de personas– son jóvenes de entre 18 y 29 años de edad.
Si hacemos un poco de prospectiva, según el promedio de porcentajes de votación del INE, por rango de edad, en las elecciones presidenciales de 2012, tendríamos que al menos, el 57.5 por ciento de los jóvenes de 18 a 29 años podría votar en julio próximo. Esto equivale a cerca de 11.5 millones de votos.
Pero si expandimos este rango de votación a la generación millenial, que comprende a los mexicanos nacidos entre 1980 y 2000, jóvenes de 18 a 37 años, el potencial de votos –con grados de abstencionismo de 53 a 62 por ciento como en 2012– sería mayor a 19 millones, cantidad suficiente para decidir la elección en las urnas.
Por EFE