El FMI, la Cepal, el BID, el BM y la OCDE advirtieron de una desaceleración económica mundial este 2019 debido, en parte, a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Una revisión al PIB de 21 países, incluyendo México, arrojó que este año las naciones atraviesan por etapas de desaceleración, estancamiento y, en algunos casos, de recesión.
En el caso de México, el PIB tuvo un escueto crecimiento en el tercer trimestre del 0.1 por ciento respecto al trimestre anterior, por lo que la Secretaría de Hacienda recortó su estimación para este 2019 a un rango de entre 0.6-1.2 por ciento, lejos del 2 por ciento que preveía antes y del que todavía el Presidente Andrés Manuel López Obrador confía alcanzar.
Guadalupe Fuentes López
Ciudad de México (SinEmbargo).–¿Las economías del mundo se encuentran al borde de una recesión? De acuerdo con economistas todavía no, pero sí se vive un periodo de desaceleración y estancamiento en casi todos los países que amenaza con prolongarse en 2020, lo que ha despertado las alertas de organismos como el FMI, Cepal, BID, BM y la OCDE.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en octubre que la batalla comercial que libran Estados Unidos y China mermará su crecimiento en 2019 y 2020 y la ralentización de las dos potencias arrastrará a toda la economía mundial, que este año crecerá solo un 3 por ciento, su menor ritmo desde la crisis financiera.
Según los cálculos del organismo, el país asiático crecerá un 6.1 por ciento este año y un 5.8 por ciento el que viene. Estados Unidos crecerá un 2.4 por ciento en 2019 y un 2.1 por ciento en 2020, dos décimas por encima de lo que había estimado en julio.
Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), desde hace dos años comenzó una desaceleración en el crecimiento de la actividad manufacturera a nivel mundial ocasionada por esta guerra comercial que entabló el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con China, y sus amenazas arancelarias hacia otros países como México.
“Esta política de cierre de fronteras, amenazas arancelarias o de imposición de tarifas unilaterales, ha sido un elemento fundamental en esta desaceleración económica en todo el mundo”, explicó el especialista. “Cuando la actividad comercial está bajo tanta incertidumbre se produce una reducción en los flujos comerciales y en la actividad productiva en muchos países”.
Pero no solo la guerra China-EU ha contribuido a esta desaceleración mundial, también hay otras razones que se remontan a la crisis de 2008-2009. “ Creo que hay una situación en la cual se dan dos cosas claras: una es la guerra comercial y, por otro lado, el fin del impacto de los estímulos monetarios que habían estado impulsando la economía”, dijo Delajara.
Para Abraham Vergara, director de la Maestría en Finanzas Internacionales de la Universidad Internacional de Posgrados Akali, dijo que actualmente no hay una recesión mundial, pero sí un estancamiento en la economía de los países.
“El FMI, BM, BID, OCDE y otros organismos han ido modificando sus expectativas de crecimiento para el cierre de 2019. Hay ciertas regiones del mundo donde la inflación ha rebasado niveles”, destacó Vergara. “Hemos estado viendo una desaceleración en el segundo semestre del año en las principales economías desarrolladas y en las de vías en desarrollo”.
ESTANCAMIENTO Y DESACELERACIÓN
La etapa de desaceleración no solo ha afectado a las economías en vías de desarrollo como México, también a las grandes potencias como Alemania, China y Estados Unidos.
En agosto pasado, último dato reportado por la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis), se informó que el Producto Interno Bruto (PIB) de ese país se contrajo un 0.1 por ciento en el segundo trimestre de este año.
La Destatis reportó que la mayor economía de Europa se contrajo por segundo trimestre no consecutivo en un año, debido la guerra comercial entre Estados Unidos y China y los problemas en el sector automovilístico.
De acuerdo con la definición técnica, una recesión se presenta cuando existen dos trimestres consecutivos con una cifra negativa en el PIB. Para decir que una economía entró en fase de estancamiento, es cuando el PIB no crece y se registra el mismo porcentaje positivo cada trimestre.
La desaceleración se da cuando en un trimestre se tiene un crecimiento, por ejemplo, del 1 por ciento, y el siguiente un 0.5 por ciento, mientras que el auge económico es cuando trimestre a trimestre hay un crecimiento del PIB, explicó el economista Abraham Vergara.
Una revisión al PIB de 21 economías del mundo, incluyendo México, arrojó que en este 2019 los países analizados atraviesan por etapas de desaceleración, estancamiento y recesión.
Por ejemplo, en agosto pasado, la Oficina Nacional de Estadística (ONS, por sus siglas en inglés) reportó que la economía del Reino Unido se contrajo inesperadamente en el segundo trimestre del año (en un 0.2 por ciento) por primera vez desde 2012, encendiendo los temores de una recesión.
La economía italiana creció el 0.3 por ciento en el tercer trimestre de 2019 en comparación con el mismo periodo del año anterior y aumentó un 0.1 por ciento respecto al trimestre pasado, según los datos provisionales publicados en octubre por el Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat), pero aún así continúa el estancamiento.
Si bien no se ha visto grandes crecimientos del PIB en la mayoría de los países, aún mantienen número positivos. Nos es el caso de naciones como Hong Kong, Turquía y Venezuela.
Hong Kong entró en recesión por primera vez desde la crisis financiera mundial de 2009, luego de que se contrajo su economía en el tercer trimestre, afectada por las violentas protestas antigubernamentales y la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, según reportó la agencia de noticias EFE.
La economía se contrajo un 3.2 por ciento en el periodo julio-septiembre respecto del período anterior, contrayéndose por segundo trimestre consecutivo y cumpliendo con la definición técnica de una recesión.
En el caso de Turquía, su economía experimentó un retroceso del 1.5 por ciento en el segundo trimestre de 2019, según datos del Instituto Estadístico Turco (Turkstat).
Otro caso emblemático es Venezuela, donde su economía se contrajo 26.8 por ciento en el primer trimestre del 2019 en comparación con el mismo periodo del 2018, según informó el Banco Central de Venezuela en octubre.
¿Y EN MÉXICO?
En el caso de México, el PIB tuvo un escueto crecimiento en el tercer trimestre del 0.1 por ciento respecto al trimestre anterior, por lo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) recortó en septiembre su pronóstico del crecimiento para este año a un rango de entre 0.6-1.2 por ciento, lejos del 2 por ciento que preveía antes y del que todavía el Presidente Andrés Manuel López Obrador confía alcanzar.
Si bien la economía mexicana ha sido parte de esta inercia de desaceleración a nivel mundial, analistas consideran que la austeridad al gasto público y la falta de inversión contribuyeron a la desaceleración este 2019.
“Cuando llega López Obrador y hay una austeridad en el gasto público es un golpe muy fuerte para la economía mexicana desde el lado de la demanda. Nunca habíamos visto recortes de esta magnitud, o sea, puede haber buenas razones para la austeridad, pero no ha ayudado en el contexto de desaceleración que venía México”, mencionó Marcelo Delajara, del CEEY.
De enero a julio de este año la inversión física reportó una caída de 15.8 por ciento real, de acuerdo con el reporte mensual de las finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. A su vez se registró que el subejercicio del gasto público –dinero presupuestado que el Gobierno no gastó– aumentó 13.36 por ciento durante julio, cuando alcanzó un total de 197 mil 800 millones de pesos.
“El Gobierno mexicano tiene que generar un mejor gasto, que sea más eficiente, desafortunadamente no vemos que vaya a ser así para el 2020 porque vemos una réplica de lo que ocurrió este año; tiene que invertir en infraestructura, porque es lo que hace que el dinero circule; implementar incentivos a las pequeñas y medias empresas para que su vez ellas aporten al fisco”, dijo el analista Abraham Vergara.
En los primeros siete meses de 2019 los ingresos presupuestarios del sector público también fueron inferiores a lo programado y se ubicaron en 89 mil 400 millones de pesos, esto representa una caída de 2.7 por ciento a lo recaudado en el mismo periodo del año pasado.
A pesar de la caída en el PIB, México tiene algunos indicadores positivos que la alejan de una recesión, como es el tipo de cambio peso-dólar y la inflación.
En los primeros nueve meses que lleva la actual administración federal (diciembre de 2018 al último día hábil de agosto de 2019) el peso acumula una ganancia de 1.58 por ciento y el dólar ha fluctuado entre los 18.75 y 20.27, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico).
La inflación en octubre fue de 3.02 por ciento y se mantuvo debajo del rango del Banco de México, que es de 3 por ciento +/-.
“A México sí le ha afectado lo que está sucediendo a nivel internacional, pero lo ha soportado bien, por ejemplo, el tipo de cambio se ha comportado bien”, indicó Abraham Vergara, profesor de la Universidad Internacional de Posgrados Akali.