- Amigos felices
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. La diosa Chiripa
En toda su vida, Héctor Fuentes Valdés ha tenido como amiga fiel a la diosa Chiripa.
De chiripa, por ejemplo, se salvó de la primera madriza en la infancia. Simple y llanamente, salió corriendo del campo de batalla hasta llegar a casa y se escondió en las faldas de mamá… y quien era muy brava.
De chiripa, y de panzazo, egresó de la escuela primaria con una boleta llena de seises y que puesta al revés parecía una larga cadena de nueves.
De chiripa se salvó del servicio militar porque su padre le dio unos billetitos al reclutador de jóvenes imberbes en el pueblo y lo hizo aparecer como baldado.
De chiripa se salvó de morir ahogado en la poza del río porque el entrenador de la escuela lo jaló a tiempo antes de quedar atrapado y sin salida en el torbellino aquel del río Jamapa.
De chiripa jamás fumó en su adolescencia ni juventud ni edad madura, porque cuando fumara el primer cigarrito de su vida sintió vértigos en las entrañas y que terminara en un vómito fuera de control y le agarró pavor al humo.
La suerte, el buen karma, la mejor vibra como chiripa le llevó a rescatar una gatita callejera y le puso de nombre “La diosa chiripa”.
Desde entonces, son amigos felices.
DOS. De chiripa libró la sífilis
Un tiempo de su vida se fue ensortijando con el siguiente y la diosa Chiripa a su lado.
De chiripa, por ejemplo, fue de los pocos que por aquí egresó de la facultad halló trabajo, pues aceptó el salario mezquino, de hambre, del que tanto hablaba en 1910 Ricardo Flores Magón, el dolor de muela de Porfirio Díaz Mori.
De chiripa se libró de una enfermedad sexual como la sífilis en su tiempo, el VIH luego, porque en la iglesia el presbítero decía a los niños en el catecismo que un hombre ha de llegar virgen y casto al matrimonio, y más, mucho más, ya casado.
De chiripa, casó con una mujercita fiel y trabajadora, pues a la mayoría de sus compañeros de generación les ha ido mal y el 90 por ciento se ha divorciado y unos van ya en el cuarto matrimonio.
Incluso, de chiripa anda tan feliz que, desde entonces, vive en la misma casa, con la misma mujer y los mismos hijos y la misma gatita callejera llamada “La diosa Chiripa”.
TRES. La suerte le ha acompañado
Una época suele terminar en la vida y otra comenzar y ha llegado a la conclusión de que en ningún momento el talento y la inteligencia son el espejo del mundo para triunfar en la vida, sino mientras dura la chiripa soplan vientos favorables.
En la vida, le dijo el viejito del pueblo, más vale tener suerte (es decir, chiripa, buen karma, mejor vibra) que un amigo “a prueba de bomba”.
Y, bueno, y como lo decía Soren Kierkegaard, “la vida se vive hacia delante, pero se entiende hacia atrás” (Juan Villoro) y tal cual, si Héctor Fuentes Valdés mira hacia su pasado, la suerte siempre le ha acompañado.
El día cuando se casó, el padre de su mujer les regaló una casita en el pueblo.
Y un padrino, la comelitona.
Y otro padrino pagó la música.
Y una madrina les obsequió la luna de miel.
Así, de nuevo llegó a la conclusión de que el chamán sabe más por chamán que por viejo, pues el niño, antes de nacer, “ya traía la torta bajo el brazo”.
Y es que, por chiripa, ninguna reprimenda escuchó de los suegros cuando se enteraron que ya “se habían comido la torta antes del recreo” y la hija se casó embarazada. Se alegraron. Sería el primer nieto.
CUATRO. Más vale tener suerte
Hubo un tiempo cuando sus amigos enloquecieron tratando de copiar a Los Beatles y a Óscar Chávez.
Y buscando “ovnis en el cielo nocturno”.
Y pasar un fin de semana con Silvya Kristel, la diosa sexual del cine en el siglo pasado.
La vida se les pasó soñando con ser presidentes municipales, tipo Layín, aquel de “que robé poquito porque poquito había” y el otro de que “apenas dejé de ser alcalde… dejé de ser pobre”.
Pero Héctor Fuentes siguió fiel y leal a su capilla de “La diosa Chiripa” y hasta la fecha la sigue adorando, en ningún momento como el becerro de oro de los paganos del relato bíblico, sino simple y llanamente, apostando, digamos, al factor suerte, el nombre científico del factor chiripa según las raíces griegas y latinas.
Nunca le ha fallado con todo y que, por ejemplo, nunca fue hijo de Quetzalcóatl como se soñaba José López Portillo ni tampoco de Zeus como se creyó Alejandro Magno ni Osiris como estaba segura Cleopatra ni de Chanoc como muchos años se creyó Andrés García.
CINCO. Juntos hasta que la muerte…
Job decía que el secreto del éxito está en la paciencia y en Yahvé, claro.
José Ortega y Gasset hablaba del “hombre y su circunstancia”, y luego de ahí se colgaron otros en México como, por ejemplo, Miguel Alemán Velasco y hasta Javier Duarte, echando más chorizos.
Y aun cuando por lo general la vida suele llevar a la derrota (los vientos huracanados en contra, el infortunio, la envidia, la intriga, el rencor, el odio y la venganza), “a los 70 años y más”, Héctor Fuentes Valdés sigue apostando a la diosa Chiripa hasta que con su gatita viajen juntos a la muerte.
Expediente 2018
Veto de Américo Zúñiga
Luis Velázquez
01 de septiembre de 2018
En su tiempo de presidente municipal de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez era un político conciliador.
En el CDE del PRI, experimentó la peor derrota política de su vida… y del PRI.
Ahora, está con un pie adentro y otro fuera del CDE, pero desea establecer sus reglas.
Una de ellas, dice, que su lugar nunca lo ocupe “alguno de los que traicionaron al partido o que nadaron de muertito en la pasada contienda”.
Pero al mismo tiempo, omite nombres. Digamos que “tira la piedra y esconde la mano”, igual, igualito como sucede en el rafagueo de las redes sociales.
Más, mucho más se decía en el mercado popular cuando en las mañanas las señoras se reunían para comprar el mandado y contaban los chismes del día anterior, “con pelos y señales”.
Cierto, en el tinglado partidista y mediático están algunos de los nombres de los presuntos Judas, y/o en todo caso, de los Judas hechos y derechos.
Pero Américo evade la realidad. Quizá porque en nombre de la civilidad y la coexistencia pacífica desea retirarse en paz, vaya a ser que algún día se le revierta.
Es el mismo lenguaje político registrado en la historia, con todo y que los traidores de que habla provocaron la derrota de su amigo y hermano putativo, Pepe Yunes Zorrilla, como candidato priista a gobernador.
Y más, cuando el tricolor perdió todas las candidaturas a diputados locales y federales y si logró cuatro para la LXV Legislatura y una sola curul para el Congreso de la Unión fue por la vía pluri, es decir, de rebote… que suerte Dios procure.
DEMASIADA TOLERANCIA
Unos, dice el presidente del CDE, “traicionaron al partido”.
Y otros “nadaron de muertito” (Notiver ,21 de agosto, 2918).
En su lógica hay Judas de primera y Judas de tercera.
Advierte:
“No es rodar cabezas por enojo. El PRI tiene instancias. Hay una comisión de ética. Sería injusto para aquellos que trabajaron que los que no lo hicieron no reciban alguna sanción”.
El caso es que dos meses después del Waterloo más vergonzoso del tricolor, todavía siguen cacareando el mismo discurso amenazante de la expulsión, sin aterrizar en hechos concretos y específicos.
Ahí se la llevarán.
Más agallas tuvo Enrique Ochoa Reza como presidente del CEN para expulsar a Javier Duarte como militante a tono, digamos, con la denuncia penal que lo llevara al Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Claro, si Duarte fue expulsado se debió a un manotazo del presidente Enrique Peña Nieto luego de que se excedió en sus presuntas pillerías de que está acusado.
En el caso, a René Juárez Cisneros, diputado federal que hoy toma posesión y coordinador de la chiquibancada en el Congreso de la Unión, le faltó espacio y tiempo para ordenar la expulsión de los Judas en Veracruz.
Y Claudia Ruiz-Massieu, Senadora de la República desde hoy, electa presidenta del CEN, andará en otros rollos.
Américo Zúñiga, en medio de la espada y la espada.
Si tuviera firmeza, los Judas ya estarían en la Comisión de Honor y Justicia y en la Comisión de Ética, anexos, conexos y similares, para ser expulsados.
Incluso, cuando “Los Viagras” Felipe Amadeo Flores Espinoza y Mario Tejeda Tejeda abandonaron el PRI y tocaron las puertas del PAN, muchos militantes levantaron la mano para ser llevados a juicio político, ético y moral, y Américo, digamos, tolerante y paciente.
Y cuando los caciques Ricardo García Guzmán (Pánuco), Basilio Picazo (Papantla), Regina Vázquez Saut (Acayucan) y Renato Tronco Gómez (Las Choapas) dejaron el tricolor camino al paraíso terrenal con el PAN, también calló Américo.
Y cayó de manera abrumadora durante todo el tiempo en que los duartistas Érick Lagos, Jorge Carvallo junior, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos, los cuatro ex presidentes del CDE del PRI, “se tiraron al piso” de la yunicidad para salvar el pellejo familiar y salvar el penal de Pacho Viejo.
Hay, no obstante, dice Américo, una Comisión de Ética y, bueno, ante la ética, ya lo dijo el presidente Enrique Peña Nieto con su filosofía universal:
“Aquel que esté libre de pecado… que tire la primera piedra”.
HÉCTOR YUNES LOS NECESITA
Según el amigo de Pepe Yunes, “es de risa que aquellos que trabajaron por otras opciones políticas casi de manera evidente hoy quieran ser los salvadores del partido”.
¡Ah!
Pero con tal lenguaje subliminal, insinuante, cantinflesco, hablar mucho sin decir nada, “curarse en salud”, enviar mensajitos, “te lo digo, Juan, para que lo escuches Pedro”, etcétera, a ningún lado se llega.
Quizá habría de parafrasear a la ex diputada Octavia Ortega con sus “huevos tibios” que tanto le gustan.
Y no obstante, y como decía Tito Monterroso, “el dinosaurio al despertar… (sigue) ahí”.
Con todo, el estilo personal de hablar de Américo Zúñiga encarna el lenguaje universal de las elites priistas.
Así son. Así han sido. Así continuarán.
Es el lenguaje soterrado para que todos cohabiten haciéndose bolas deseando quizá, y como en el caso, el regreso del hijo pródigo de la biblia.
Una cosita es que Américo los vete como sucesores y otra que pasado un ratito todo se olvide y todos olviden agravios y se perdonen y sigan trepados en el arca de Noé.
Héctor Yunes Landa, diputado federal por otra ocasión, los necesita a todos pues hombre del futuro y con futuro se cree ya el único candidato priista a gobernador en el año 2024.
Para entonces, y de ser así, tendrá 66 años y si un Veracruz que tendrá a un 60, 65 por ciento de la población menor de 30 años, le dijera que está viejito y el tiempo se le pasó bien podría adoptar la frase célebre de Miguel Alemán Velasco de que nadie lo contrató para semental.