- El cura, gran contestatario
- Hablaba ocho idiomas…
Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: Se celebra la Independencia de México… Y la figura más notable de tantos fue Miguel Hidalgo, el cura de Dolores que en la guerra en las noches paseaba en el campamento buscando una compañera para entibiar la madrugada… En 1792, Hidalgo fue exiliado a Colima y destronado tanto de la rectoría de la universidad nicolaita, donde tuviera de alumno a José María Morelos, como de los cargos eclesiásticos en Valladolid, por un par de razones… “Por liberal y mujeriego… dirían las malas lenguas” escribe Paco Ignacio Taibo II en su libro “El cura Hidalgo y sus amigos”… Hidalgo, por ejemplo, fue un gran contestatario a las elites de la iglesia… Si, por ejemplo, el abad de la Basílica de Guadalupe, Schulemberg, fue retirado de su cargo por decir que la Virgen de Guadalupe y el indio Juan Diego eran un invento religioso, Hidalgo nunca creyó en los Reyes Magos, uno de las imaginaciones estruendosas de la iglesia… También dudaba de la presencia de un buen y una mula cerca del pesebre donde naciera Jesús… Con todo y que había pasado veintisiete años en las universidad católicas “en el mundo novohispano, sumergido en la teología y en la escolástica”… Hablaba italiano, francés, latín y español… Pero además, otomí, náhuatl y tarasco… También le asaltaban muchas dudas sobre Dimas o Gestas, los ladrones colgados de una cruz, sin ser sacrificados, al lado de Jesús en el Gólgota… Según Taibo II “no parecía tener mucho respeto a la Biblia… De igual manera, “cuestionaba lo inútil que resultaba arrojar agua bendita sobre los muertos porque “carecen del conocimiento’”… Decía que Santa Teresa era una ilusa “que se azotaba mucho y ayunaba y por eso mismo veía visiones”… Más que la Biblia, leía el Corán y, desde luego, los escritos de Voltaire, Diderot y Rousseau, todos unos apóstatas y herejes del conocimiento y que, ni hablar, así se llegaba a la lucidez y la sabiduría…
ROMPEOLAS: Como se sabe, Hidalgo fue fusilado por los realistas y un indígena yaqui, quien era su jefe de su escolta, fue corrompido por los soldados oficiales y le pagaron veinte monedas para que lo decapitara… Y luego, su cabeza fue colocada en una jaula y exhibida en la Alhóndiga de Granaditas, para que nadie pensara, igual que con Emiliano Zapata ocurriera muchos años después, que andaba penando en la montaña… Hidalgo se lanzó a la guerra de Independencia a los cincuenta y siete (57) años de edad, sólo con treinta personas que lo siguieron, en tanto Ignacio Allende tenía cuarenta y un años y era un oficial viudo y un mejor jinete, además de que tenía “una red de militares subalternos y paisanos a lo largo del centro del país”… Ya después, se agregaría Morelos, aquel de quien Napoleón Bonaparte decía que con otro más como él ganaba la guerra en Europa… Doña Josefa Ortiz de Domínguez, la madre de la patria, tenía cuarenta y dos años cuando se metió a la guerra de Independencia y fue quien avisó a Hidalgo y Allende que la conspiración había sido descubierta, todo, por culpa de los Judas de toda la vida… Doña Josefa era “una dama regordeta, matrona de ojos vivaces y abundante pecho, y no permitía que sus hijas fueran a bailes o al teatro y se cuidaba de que Ignacio Allende o los oficiales del regimiento coquetearan con ellas”, pues Allende, igual que Hidalgo, igual que Morelos, igual muy buenos para la enagua… Dato curioso: doña Josefa no sabía escribir y sólo sabía leer… Por eso, cuando debía enviar una cartita a Hidalgo agarraba unas tijeras y recortaba las letras impresas del periódico y poco a poco iba armando el texto correspondiente… ¡Ah!, pero la madre de la patria tuvo catorce hijos y, para aquel entonces, el mayor tenía apenas, apenitas veinte años y su padre lo metió al ejército realista para combatir, ni más ni menos, a los insurgentes, con quienes doña Josefa simpatizaba… Por eso, desde entonces, en todas las familias hay militantes de todos los partidos políticos y mientras el padre, por ejemplo, es priista, la madre es de MORENA, y una hija es del PAN y un hijo del PRD y todos felices en la universalidad de la vida…
ASTILLEROS: Por cierto, el 15 de septiembre de 1810 fue sábado y fue cuando en Dolores, un pueblo melancólico, Miguel Hidalgo pegó el grito patrio, luego de que el administrador de Correos le avisara de la orden que había llegado de capturarlo tanto a él como a Ignacio Allende… Entonces fue cuando pronunció su frase bíblica y célebre: “Caballeros, somos perdidos, aquí no hay más remedio que ir a coger gachupines”… Así inició la historia donde murieron seiscientos mil personas, tiempo en que los realistas colgaban a los indígenas y campesinos y simpatizantes de Hidalgo de un árbol a la orilla del camino de terracería sólo para intimidar a la población… El domingo 16 de septiembre a las cinco de la madrugada, un personaje conocido como “El cojo Galván” repica las campanas y Miguel Hidalgo pronuncia en el atrio de la iglesia el segundo discurso… Para entonces, un día después del grito, ya eran doscientas personas las que se le habían unido… Escuchan misa y luego se van a la guerra…