Diversas fuentes corroboraron a SinEmbargo que Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo menor del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pasó unos días en Camp Santa Úrsula, un exclusivo sitio de campamentos para niños, jóvenes y familias, situado en la capital de San Luis Potosí. El lugar, de acuerdo con datos confirmado, cobra 64 mil pesos por 14 días y 40 mil por semana de estancia en sus 17 hectáreas de terreno.
Redacción / Sin Embargo
Ciudad de México (SinEmbargo).– El hijo menor del Presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo de “camp” en uno de los más exclusivos lugares de vacación en San Luis Potosí, donde se pagan 64 mil pesos por 14 días, 40 mil por semana.
Lo anterior fue dado a conocer a SinEmbargo por distintas fuentes. Una de ellas, la familia de un adolescente que asistió (o asiste) los mismos días que Jesús Ernesto López Gutiérrez.
Camp Santa Úrsula está ubicado en la capital potosina y ofrece campamentos de verano, empresariales y escolares todo el año, en una superficie de 17 hectáreas con amplias áreas verdes totalmente bardeadas.
Quienes ahí se hospedan tienen a la mano un kartódromo profesional, observatorio astronómico, rampa para lanchas acuáticas deslizables, pista para ciclismo de 2 kilómetros, albercas para diferentes usos con toboganes y pasamanos, río con embarcadero para canoas, kayaks y pesca, práctica de buceo y torres para actividades extremas.
En su página de la Internet, Camp Santa Úrsula informa que es una organización fundada hace 33 años y su misión es “contribuir con las familias en la formación de niños y jóvenes de una manera activa, practica, divertida, vivencial y segura, fomentando en todo momento el contacto con la naturaleza, deporte, compañerismo, comportamiento, honor, entusiasmo, solidaridad y sana competencia, entre otros, para la superación de retos personales y de equipo”.
Este fin de semana, el Jefe del Ejecutivo federal realiza una gira de trabajo precisamente en el estado de San Luis Potosí, donde ha hecho énfasis en sus programas de bienestar y en cómo el Gobierno federal cambió para dar paso a una administración austera y sin lujos. Por donde quiera que va, el Presidente López Obrador hace énfasis en los ajustes presupuestales, por que “no puede haber un Gobierno rico con un pueblo” y, además, que los funcionarios públicos “deben vivir en la justa medianía”.
La imagen con el comentario circula intensamente en grupos de WhatsApp. Se critica que el Gobierno esté en austeridad mientras el hijo del Mandatario mexicano vacacione en “el camp más fifí de Latinoamérica”. López Obrador suele utilizar esa palabra: fifí. La usa en tono despectivo.
ABANDONAR LOS LUJOS
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha repetido en innumerables ocasiones que su Gobierno buscará un equilibrio entre lo material y lo espiritual. Ha pedido también abandonar el deseo de lujos y velar por los valores.
“Tenemos que sacar adelante al país, regenerando la vida pública, imprimiendo valores. Haciendo ver que se puede ser feliz si se piensa en los demás, que la felicidad no sólo es acumular bienes materiales, dinero, fama, títulos. La verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia, con el prójimo. Esa es la verdadera felicidad, no el lujo barato, la ropa de marca, las alhajas, la troca. Eso es efímero”, ha insistido.
Además, López Obrador dio el banderazo para repartir por todo el país la Cartilla de los Valores, para “hacer ver a los jóvenes que sólo siendo buenos, podemos ser felices”, y que dará oportunidades a todos para que nadie se vea obligado a obtener dinero con actividades ilícitas.
“Nuestra política tiene dos propósitos: Buscar el bienestar material y buscar también al mismo tiempo el bienestar del alma. Por eso es que estamos promoviendo la lectura, porque necesitamos fortalecer valores culturales, morales, espirituales”, ha dicho. “No sólo de pan vive el hombre. Si no, nuestra política estaría coja, estaría fincada en un sólo pie: se requieren los dos, lo material y espiritual”, expuso.