Luis Velázquez
04 de marzo de 2019
UNO. Revire en MORENA
Demasiado extraño el revire de los diputados de MORENA, José Magdaleno Rosales Torres, Jessica Ramírez y Augusto Nahúm Álvarez.
Pero también del diputado del PT, Érik Aguilar López.
Primero, los cuatro renunciaron a sus bancadas para crear una nueva en la LXV Legislatura.
Y de pronto, la marcha atrás, sembrando más dudas y sospechas que certidumbres.
Cierto, en política suelen ocurrir milagros y transfiguraciones tipo la conversión de Gregorio Samsa aquella mañana al despertar cuando relata Kafka se miró un insecto y podía, feliz, volar en las paredes y en el techo de la casa.
Pero con todo, atrás del regreso a casa como hijos pródigos del relato bíblico, mar de fondo.
Los incrédulos y quisquillosos sentirán, por ejemplo, que hubo presiones y represiones de MORENA para volver al redil.
Presiones y represiones que tuvieran su origen, digamos, en el archivo muerto del pasado escabroso, como el caso de Magdaleno, tan polémico en las últimas semanas, acusado ahora de invadir doce hectáreas en la colonia Nueva Esperanza de Manlio Fabio Altamirano, razón, según el quejoso, Cirilo Herrera Villagómez, para solicitar un juicio político en su contra en el Congreso.
DOS. Rudeza innecesaria
En la aventura de la vida política, muchas cosas suelen ocurrir.
Unas, desencadenadas, como es el caso de Magdaleno, quien luego de denunciar que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, diputado Juan Javier Gómez Cazarín “es un pelele” del secretario General de Gobierno y “una piedra” en los zapatos del gobernador, el mundo se le ha venido encima.
Incluso, casi casi como en la guerra sucia de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, pues le filtraron en las anónimas redes sociales una foto donde posa desnudo, tapaditas “sus partes”.
Pero, bueno, con todo, ya regresó a la bancada legislativa de MORENA y parece rudeza innecesaria que desde alguna zona siniestra del poder político lo rafaguearan ahora como invasor de lotes.
Significa, entonces, y con todo que las tribus de MORENA son iguales que las priistas, las perredistas y las panistas.
Y si alguna duda existiera, y en la ruta de la izquierda, bastaría recordar el encono cuando en el duartazgo se fueron con todo en contra de Juan Vergel, el presidente del CDE del PRD incómodo a Javier Duarte y a “Los Chuchos” y a Rogelio Franco Castán, líder del sol azteca, aliado, se afirmó siempre, del priista Érick Lagos Hernández.
TRES. “Una mano mece la cuna”
José Magdaleno Rosales, Jessica Ramírez y Augusto Nahúm Álvarez regresaron a la bancada de MORENA cuando ya respiraban vientos de libertad.
Pero, todo indica, parece, “la mano que está meciendo la cuna” en contra de ellos es rencorosa y sabe odiar y sabe vengarse.
Algún día quizá se conocerán los pretextos para el retorno a la bancada de MORENA, pero en la lógica de la posibilidad debieron ser muy fuertes, pues “antes de que el gallo cantara tres veces” se habían arrepentido.
Judas también se arrepintió de entregar a Jesús y luego de comprarse un ranchito con las treinta monedas que le dieron los fariseos, una versión dice que se ahorcó del árbol principal y otra que se tiró al fondo de un pozo artesiano de agua dado de baja.
Magdaleno, Jessica, Augusto Nahúm y Érick están de nuevo en la bancada de MORENA festinando la mayoría simple.
Pero la dignidad de un cuarteto de diputados quedó enlodada.
San Pedro también se arrepintió de negar a Jesús ante el soldado romano…