21 de diciembre de 2023.- Joana, una joven de 19 años, decidió compartir públicamente la historia de los abusos sexuales que sufrió a manos de cinco sacerdotes de la Diócesis de Atlacomulco, Estado de México, entre los años 2015 y 2017. A la edad de 12 años, Joana fue víctima de manipulación y agresiones por parte de figuras de confianza de la iglesia, revelando una dolorosa realidad que ha marcado su vida desde entonces.
Joana, quien tenía tan sólo 12 años en el momento de los abusos, fue víctima de reiteradas agresiones por parte del rector del seminario, Doroteo Ildefonso Santos, quien aprovechó su posición en la comunidad religiosa y la inocencia de la joven para perpetrar estos actos. Los abusos incluyeron mensajes inapropiados a través de redes sociales, violaciones en habitaciones de la iglesia, y actos de violencia digital.
La joven, criada sin la figura paterna, fue manipulada por más agresores, quienes le aseguraban que la querían como a una hija. Los sacerdotes involucrados en estos crímenes incluyen a Cesar Israel Dávila Alquirisas, Luis Alberto Vázquez Mendoza, Francisco González Hernández, Juan Carlos Pichardo Reyes, y Lucio Alcántara García.
A pesar de las denuncias de Joana y otros usuarios en redes sociales, las autoridades no han respondido adecuadamente. Esto se suma a que el Juez Felipe Agustín Juárez Nájera, ya fallecido, absolvió a Doroteo Ildefonso Santos, alegando falta de pruebas concretas. Joana ha experimentado revictimización por parte de las autoridades y la Iglesia Católica, llevándola a un estado emocional crítico e incluso a vivir intentos de suicidio.
Aunque el obispo Juan Odilón, responsable de la Diócesis de Atlacomulco, ha suspendido a los sacerdotes implicados, aún no ha brindado respuestas satisfactorias, pues los agresores y otros miembros de la feligresía local han culpado y amenazado a Joana y a su familia, generando un ambiente hostil para ella y su círculo cercano.
Por este caso es que distintas personas han exhibido la ineficacia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el “acompañamiento” de las víctimas, el cual refleja la alta impunidad que goza el sector eclesiástico en casos de abuso sexual. Además, acusan que la Iglesia ha financiado la defensa legal de los agresores, mostrando un claro desequilibrio en la búsqueda de justicia.
Actualmente, el caso de Joana espera sentencia en el juicio de amparo en el primer tribunal colegiado de materia penal del Segundo circuito, a cargo del magistrado Eduardo Castillo Robles. La víctima y su familia hacen un llamado a los medios de comunicación para que se sumen a la denuncia pública y solicitan la intervención del Gobierno de México en el tema de Pederastia Clerical.