Son los hombres quienes más entregan su corazón… al menos en donación de órganos.
De acuerdo con estimaciones del Centro Médico Nacional La Raza, los hombres jóvenes entre 20 y 40 años que pierden la vida, en su mayoría por accidentes o traumatismo, son los principales donadores. “Se trata de 90% de los casos”, explicó Guillermo Careaga Reyna, director general del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza.
El Centro Médico Nacional La Raza cuenta con amplia experiencia en el trasplante cardiaco y el trasplante coordinado de corazón-riñón.
En promedio, anualmente se realizan de 15 a 25 trasplantes de corazón, de los cuales 90% tiene éxito durante el primer mes. Al año llegan a 85% de éxito, y en cinco años a 80 por ciento.
El especialista celebra el hecho de que se hayan reducido los prejuicios y los miedos a la donación de órganos en la población; de hecho, destacó que el IMSS efectúa 52% de los trasplantes en el país, de acuerdo con cifras del Centro Nacional de Trasplantes. El año pasado, por ejemplo, se logró un incremento de 197 a 221 los donantes multiorgánicos.
Por su parte, el ISSSTE pasó de cuatro a 11 donantes, y en los hospitales de la Secretaría de Salud la cifra aumentó de 23 a 29 donantes.
MANIOBRA
Con las actuales fórmulas de preservación, cuando el corazón es removido tiene un tiempo de vida de seis horas, lapso en que puede ser trasladado dependiendo del punto donde haya fallecido el paciente hasta que late nuevamente en el pecho del nuevo receptor.
En ese sentido, el coordinador de trasplantes de La Raza insistió en que una persona que no recibe un corazón puede sobrevivir únicamente unas semanas o incluso unos meses, por lo que enfatizó la necesidad de la donación de órganos para salvar más vidas.
Aclaró que no hay edad determinada para requerir un trasplante, pues en ocho años se han realizado tres trasplantes pediátricos, especialmente en niños cuyas edades van de ocho a 14 años.
BENEFICIARIO
Alejandro Martínez Aguilar rejuveneció 19 años gracias al corazón de un joven que al morir tras un accidente en Mazatlán, no sólo donó su corazón sino que hizo posible un milagro.
Martínez Aguilar, de 52 años, tenía los días contados debido a que fue diagnosticado con cardiopatía izquierda en el IMSS.
Pasaron cuatro meses y medio, y un anterior corazón que por su tamaño no era candidato para este paciente que actualmente vive en el Estado de México.
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