Por: Roberto POLO
Jalapa de Díaz, Oaxaca.- Avelina es el retrato de la urgente necesidad que existe para concluir el hospital de Jalapa de Díaz. Para su fortuna, ella pudo llegar al hospital de Tuxtepec y tener su bebé, de lo contrario, su caso se hubiera sumado a la bitácora de partos que se dan en los hogares, en las calles, a la intemperie.
Para el alcalde Arturo García no existe día en que su principal petición, la de concluir el hospital, se manifieste. Y es que su deber –dice- es hacerlo de manera insistente para que los gobiernos estatal y federal se asomen a la innegable realidad que padecen, principalmente, la gran mayoría de mujeres y niños de su pueblo.
Desafortunadamente, Avelina tuvo que recurrir al hospital de Tuxtepec porque en el centro de salud no hubo personal que la atendiera.
Tal como informó El Piñero, periodismo y debate, previo al parto, Avelina tuvo que ser trasladada al hospital de Tuxtepec a bordo en una de las dos ambulancias que tenía el municipio, pues una quedó inservible luego de que sufriera un accidente cuando cubría una emergencia en el mes de mayo.
Este escenario redescribe un entorno ajeno al desarrollo de un municipio que está en manos de un sector salud que ha desatendido su principal misión: auxiliar a pobladores que carecen de la importante asistencia médica.
Hoy Avelina, apenas con 16 años, supo el riesgo que existe en un lugar donde la suerte, asociada con la buena voluntad de servidores públicos, es la única vía para poder dar a luz.