Por: Roberto Polo Hernández
Jalapa de Díaz, Oaxaca.- En el territorio oaxaqueño hay hospitales que han despertado voracidad y que, en los últimos años, han sido tremendos escenarios de saqueos y corrupción. Monumentos a la vista de depredadores amparados por el poder oficial. Y la región de la Cuenca del Papaloapan, no es la excepción.
En San Felipe Jalapa de Díaz, municipio ubicado a 277.2 kilómetros de la capital del estado, entre un paisaje forrado de exuberante vegetación y frente a un imponente cerro Rabón que une a la vista las regiones Cañada y Papaloapan, se encuentra uno de los hospitales que, en once años, no ha podido concluirse.
Ante la flemática acción gubernamental, el hospital que fue edificado en la gestión del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz, en el 2005, y que tiene capacidad para treinta camas ha sido, además, una herencia de manifiesto saqueo con blindaje oficial.
SAQUEO CON BLINDAJE OFICIAL
Y es que en los últimos años, gran parte de la infraestructura ha sido robada “cobre, anaqueles, mobiliario, plafones, aires acondicionados, bombas de agua, tubos, entre otros”, refiere Arturo García Velásquez, presidente municipal de esa demarcación.
Lo anterior -precisa- gracias a que en los últimos gobiernos municipales nunca se le brindó protección. “Aquí nunca se destinó a un policía o un guardia, es por ello que hubo mucho saqueo (…) cualquiera podría entrar y salir, cualquiera podría hacer cualquier cosa”, señala.
En el 2008 el Gobierno Federal destinó el último recurso que se aplicó en el hospital, cuya suma fue de 16 millones 500 mil pesos que fue utilizada para solventar pagos de obra civil, compra de equipo médico y mobiliario diverso, según lo establece un convenio especifico en materia de transferencia de recursos que celebraron la Secretaría de Salud y el Estado de Oaxaca, publicado en el Diario Oficial de la Federación (Veáse http://dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=5070519)
Desde que esos recursos fortalecieron la infraestructura nunca se les brindó seguridad; los gobiernos municipales en turno la abandonaron y cedieron al pillaje: Álvaro Rafael Rubio 2005-2007; Cayo Ramírez Salvador 2008-2010; Silvia Flores Peña, hoy diputada local 2011-2013; y otra vez Álvaro Rafael Rubio- Guadalupe Carretero Azamar 2014-2016.
Apenas en octubre del 2016, el hospital sufrió el último saqueo que fue consumado por una presunta constructora, la cual se llevó climas, cables y tubos bajo la excusa de un adeudo de más de seis millones de pesos por parte de los Servicios de Salud del Estado.
Frente a esa acción, no hubo impedimento social ni gubernamental, estableció García Velásquez.
En un recorrido que el actual edil realizó al interior del hospital, en compañía de policías y parte de su Cabildo, constató el atraco “se llevaron casi todo el mobiliario, los plafones, todo el cobre (…) la verdad fue deprimente ver como se permitió el saqueo de esta obra cuya misión es beneficiar a más de 30 mil habitantes y residentes de municipios cercanos”, asestó.
Por su parte, vecinos de la zona indicaron que el hoy diputado federal, Álvaro Rafael Rubio, mediante maquinaria pesada, se llevó un clima grande, indicando que lo repararía, pese a que nunca se utilizó, y jamás lo regresó. Así también cuentan que la bomba que suministra agua fue retirada para, presuntamente, ser llevada al hospital de Loma Bonita, situación que nunca se constató.
UN “ELEFANTE” AL BORDE DEL COLAPSO
Aunado al mayúsculo robo, el edificio registra contundentes grietas en su fachada principal, cuyo estado exhibe riesgo de desplomarse en cualquier momento, dijo a este reportero un albañil que llegó al lugar. “Está cañón, en cualquier momento se puede caer toda la pared (…) ojalá en ese momento no se encuentre alguien si no (…).
El mismo escenario es evidente en el interior del nosocomio, en donde algunas paredes lucen fracturas. Mientras que los techos, reducidos a metales colgantes, debido al robo de plafones, sugieren caminar con precaución para evitar ser víctima de una eventual caída.
EL RESCATE DEL ELEFANTE
Ante el contexto descrito, el presidente municipal adelantó que su gobierno brindará protección al hospital a fin de evitar más saqueos, pues existen aparatos médicos de gran valor.
Asimismo refirió que instalará a al menos dos doctores para que brinden asistencia médica a la población y así el sitio sea ocupado en lo que llegan recursos para poder echarlo a andar de la manera correcta.
60 KILOMETROS EL DESTINO DE LA VIDA
Cabe mencionar que, debido a que Jalapa de Díaz no cuenta con servicios médicos de calidad y auxilio oportuno, las personas en desgracia tienen que recorrer 60 kilómetros para poder ser asistidas. Tuxtepec es, hasta ahora, el blanco de enfermos y epicentro de la única alternativa de rescate por ser sede del único hospital regional.
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