- De Tuxpan a Xalapa
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Desde hace ratito, el góber azul está en erupción. Erupción volcánica. Arrasando con todo. También, claro, jugando con todas las pelotas. Nada, parece, se le está escapando. Como en el caso, por ejemplo, de las licitaciones. Por eso, incluso, el fuego mediático en contra del duartazgo. Por un lado, lo acusa de corrupción. La peor en Veracruz y en el país. Y por el otro, aplicando la misma pichada.
Ya lo dijeron los senadores priistas. Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa han puesto “el índice en la llaga purulenta”. Rendición de cuentas sobre los recursos federales recibidos en casi diez meses. Solo queremos saber, dijeron, la forma en que están aplicando los fondos oficiales, pues hay versiones de que la llamada “Operación licuadora” (Operación Osterizer le llaman) y el jineteo bursátil del duartazgo se está reproduciendo.
Es más, semanas anteriores, el ex panista y ex diputado local, Alejandro Cosío Hernández, apodado “El búfalo”, embistió con todo al secretario de Salud. Tanto que el góber azul debió salir en su defensa solo para decir (¿Le habrán creído a su palabra?) que con el doctor Irán Suárez, su médico de cabecera, hay honestidad.
Incluso, “El búfalo” anduvo en estampida. Una y otra vez embistió. Y de pronto, zas, el silencio, se ignora si porque de por medio hubo pacto, o le habrían pagado dinero pendiente, o de plano, lo habrían arrodillado.
Ahora, otras licitaciones del gobierno azul están en duda. Y son aquellas convocadas por la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, cuyo titular, Julen Rementería del Puerto, vive obsesionado con amarrar desde ahí la candidatura al Senado de la República el año entrante, luego de que a su hijo Bingen le regalara la diputación local, quizá para que el ex alcalde jarocho (tiempo aquel de Rafael “El loco” Acosta Croda) y ex diputado local y ex coordinador de los Centros de la SCT en el país (tiempo de nuevo de “El loco” Acosta) se discipline ante la inminente candidatura del primogénito a la gubernatura del año entrante.
La primera licitación del gobierno azul fue la pavimentación del bulevar de Tuxpan.
Allí, participaron sesenta empresas, de las cuales fueron descalificadas veinticinco en la apertura de las propuestas, en tanto, a las 35 restantes, Julen Rementería, y con anuencia de su jefe máximo (solo así puede explicarse el operativo) eliminó a veintiuna compañías constructoras con argucias legaloides.
Incluso, y con todo y un sobre precio de dieciseis millones de pesos, la SIOP de Julen falló a favor de la empresa Triturados Santa Clara, que ocupó el lugar número veintidós de las participantes, propiedad de los hermanos Sergio, Ricardo y Rafael Lara Hernández, originarios de Banderilla, y que por cierto (¿será la misma que constructora Santa Clara?) trabajó con el ex alcalde tuxpeño, Alberto Silva Ramos, en la rehabilitación el libramiento “Adolfo López Mateos” (cien millones de pesos) y que fundada en el año 2000, ocho años después participó en la construcción de la terminal portuaria de Tuxpan, además de que el cronista Jaime Avilés, qepd, columna “Desfiladero” de La Jornada, se ocupó de ella cuando en Xalapa fueran asesinados el ingeniero Raúl Tecatl Cuevas y los trabajadores Joaquín Figueroa Vázquez y Tito Landa y quienes laboraban en una empresa de nombre “Triturados de Río Seco”, filial de constructora Santa Clara.
PASAMANOS: Así, los constructores, los ingenieros y los arquitectos, más los políticos metidos a empresarios de la industria de la construcción, seguros y conscientes de que nada se gana con presentar una inconformidad, ahí la dejaron y con lo que se habría cumplido “al pie de la letra y a cabalidad” un acto mas de corrupción, reproduciendo el modelo de Javier Duarte que ahora lo tiene, entre otros pecados mortales, en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México luego de pasar una estancia penitencia en una cárcel militar de Guatemala.
El pasado 8 de septiembre, la SIOP de Julen anunció una licitacion más, ahora para la reconstrucción de la carretera Xalapa — Coatepec.
Y oh paradoja, los constructores, decepcionados de la corrupcion oficial, se abstuvieron de participar y lo que desde luego puso feliz a Rementería del Puerto y a su equipo en la SIOP.
Por fortuna, digamos, para la vía democrática en el territorio jarocho se presentaron a la convocatoria unas diez empresas, todas, de afirma, de sus cuates.
¡Ah!, pero resulta que los ingenieros vislumbran que la obra será entregada a la empresa Triturados de Santa Clara, la misma, según parece, que en Tlacotalpan enfrentara la rebelión de la CTM y la CROC en la conservación y carpeta de concreto porque los excluyeron.
Es más, de acuerdo con las versiones, la empresa que cotizó más bajo fue con noventa millones de pesos y la más alto llegó a los ciento veinte millones de pesos.
¡Pobre Veracruz!
La reconstrucción del camino Xalapa a Coatepec habrá de proceder, pero, todo indica, al precio que les acomode a los intereses de la corrupción política.
Y eso que en el territorio jarocho se vive el tiempo de la transparencia y la legalidad, la mismita, digamos, que están exigiendo los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, y los constructores.
CASCAJO: En todos los tiempos y en todos los niveles de gobierno (alcaldes, gobernadores y presidentes de la república) los negocios en la obra pública son tocados por “la mano que mece la cuna” por el jefe máximo.
Y nunca, jamás, se ha cumplido con la llamada transparencia y rendición de cuentas.
Y por añadidura, de pronto, zas, una constructora sale beneficiada y el favorecido cubre el diezmo (otros hablan de un doble diezmo) al jefe en turno, siempre, claro, a través de un tercero.
Por eso, durante casi diez meses, el bienio azul se la ha pasado denunciando a Javier Duarte como el político más pillo y ladrón en la historia de Veracruz y nacional, pues al mismo tiempo, sirve de elemento distractor para los enjuagues “por debajo de la mesa”, tal y como lo han expresado los senadores priistas.
Es el doble, triple, lenguaje.
Ustedes, la generación política del sexenio pasado son unos corruptos, y nosotros, la primera generación panista que ha llegado al poder estatal, somos unos ángeles de la pureza.
Pero las dudas y las sospechas ya están en el carril político.
Y también, claro, la inconformidad de los profesionales de la industria de la construcción que están mirando repetirse el mismo pecado mortal de otros tiempos, como es concentrar la obra pública con los amigos, socios, aliados y cómplices, y lanzar cacayacas de una licitación pública “a prueba de bomba”.