Luis Velázquez
09 de abril de 2021
ESCALERAS: El reportero y escritor, Noé Zavaleta, ha publicado su nuevo libro. Y desde su casa editorial, Proceso. Se llama “ImpuneMex”, una palabra compuesta para definir y precisar la impunidad en el país.
El libro, con el subtítulo de “Crímenes sin castigo y castigos sin crimen”, en coautoría con el periodista Ricardo Balderas, es una mirada sobre el oleaje de violencia descarrilada, fuera de control, casi un tsunami, de norte a sur y de este a oeste de la nación.
Durante los próximos tres meses, su venta será por Internet. Luego, vendrá el libro impreso para circular en las librerías. Incluso, y como en el caso de Proceso, en los estanquillos.
La edición de libros en Proceso está a cargo de Rafael Rodríguez Castañeda, el antiguo director que en momento cumbre de su vida profesional decidió jubilarse… para dar paso a las nuevas generaciones, siguiendo el modelo de don Julio Scherer García, el jesuíta Francisco Maza y el escritor Vicente Leñero.
PASAMANOS: De acuerdo con Zavaleta, su último libro es el mejor. Mejor documentado. Mejor informado. Mejor escrito. Quizá, digamos, porque fue concebido en el tiempo del COVID, la mitad del mundo y casi la otra mitad encerrados, confinados, aislados.
Acaso, porque la reporteada habría significado un esfuerzo sobrehumano adicional. Quizá, porque del libro anterior al que está circulando tenía “el brazo caliente” como aconsejaba Ernest Hemingway y repetía Gabriel García Márquez, luego de escribir un libro más, siguiendo la enseñanza filosófica de los beisbolistas.
CORREDORES: Noé Zavaleta y Ricardo Balderas alternaron los capítulos. Uno y uno en un acuerdo editorial singular para que nadie fuera más que el otro.
De Noé, los siguientes capítulos: Ojos bonitos, El chofer de La Tuta, Fonden, el desastre a la orden del narco, ¡Mexicanos al grito de paz!, El sur de Veracruz, la sucursal del infierno, El pecado de Karime, Ixaczoquitlán, Veracruz, donde policías y el CJNG trabajan de la mano.
De Ricardo Balderas: El caudillo de noche, La caída de El Chapo: un periodista acribillado, ¡Mexicanos al grito de Paz, Navidad en los escombros, Max Trejo, el hombre de grandes ligas, Buscar ante la crisis; caso Rosendo Padilla y La mafia de la ciencia.
BALCONES: El primer capítulo se llama “Ojos bonitos” y Noé lo escribe. Es un texto con una prosa sabrosa, como quien, por ejemplo, fuma un cigarrillo de marihuana en compañía de una mujer prohibida y lo disfruta al máximo.
Los teóricos le llaman el relato periodístico mezclado y entremezclado con el relato literario.
Por un lado, la información rigurosa, y por el otro, la pulcritud literaria, aquella comparada con el trabajo de un carpintero que cepilla y cepilla la madera y la pule y vuelve a pulir hasta quedar una obra artística.
Hay mañanas de las 8 horas a las 2 de la tarde, contaba Gabriel García Márquez, cuando se encerraba a escribir en su cuarto de estudio y cepillando las frases se demoraba horas eternas para luego, y de plano, borrar todo porque quedaba insatisfecho.
PASILLOS: En Colombia opera la Fundación para el Nuevo Periodismo en Iberoamérica y que imparte cursos sobre crónica y reportaje, entre otros. A sus egresados les llaman “Los hijos de Gabo”.
Noé Zavaleta es un hijo del Gabo. Allí llevó un curso sobre crónica y aprendió los secretos de García Márquez para estudiar con un desarmador los textos literarios y conocer “al derecho y al revés” la forma con que están armados y estructurados.
Tiempo aquel cuando los alumnos, todos reporteros, agarraban la borrachera en Colombia con un hermano de García Márquez, platicando las horas sobre el Gabo, y reaprendiendo el oficio, la técnica y la pasión.