Luis Velázquez Malecón del Paseo
29 de marzo de 2019
EMBARCADERO: Desde hace ratito, todos los días, La Jornada-México publica en la contraportada un par de viñetas que huelen a sangre e impunidad… Una, clamando justicia por el asesinato de Miroslava Breach ocurrido hace 737 días y la otra, por el crimen de Javier Valdés hace 684 días, ambos corresponsales, ella en Chihuahua, y él, en Sinaloa… Desde entonces, el grito diario muere en el limbo… Jamás lo han escuchado, y cuando pudieran darse esperanzas diciendo que la Fiscalía General de la República investiga, la justicia tarda demasiado en llegar…
ROMPEOLAS: Peor sería el olvido… Confiar en la palabra política y esperar… Por desgracia, es lo mismo que ha sucedido con los 24 reporteros y fotógrafos asesinados y los tres desaparecidos en el sexenio de Javier Duarte y en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares… Los crímenes, y por lo pronto, en la impunidad… Y más, por lo siguiente: ambos gobernadores “se lavaron las manos” cuando, y por ejemplo, cabildearon para que la entonces Procuraduría General de la República, PGR, los atrajera… Y desde entonces, ni para adelante ni para atrás…
ASTILLEROS: Gobernador electo, el señor Cuitláhuac García garantizó al corresponsal de Proceso en Veracruz, el escritor Noé Zavaleta Vázquez, que se aplicaría para esclarecer los 24 homicidios de trabajadores de la información y de los tres desaparecidos… Apenas van 4 meses del sexenio de la izquierda y como sostuviera la diputada local de Poza Rica, “es demasiado pronto para presionar al” mandatario… Esperemos, pero al mismo tiempo, hemos de mirar el caso de La Jornada-México, pues no obstante ocuparse todos los días del legítimo reclamo de justicia, su fuerza periodística y social y política resulta insuficiente para ser escuchados… Nunca Enrique Peña Nieto los oyó, casi casi como aquella frase salinista de “ni los veo ni los oigo”…
ARRECIFES: A primera vista, el asesinato de los 24 reporteros y fotógrafos en Veracruz, más el trío de desaparecidos, parece estancado… En su momento, Javier Duarte y Yunes Linares aseguraron que varios homicidios se insertan, digamos, en un caso de narcopolítica y/o narcoperiodismo, pues con ese argumento la PGR los atrajo… Ya, porque atrás de los crímenes estaban los carteles… Ya, porque algunos colegas fueron ligados a los malandros… Ya, porque, se aseguró, hasta trabajaban para ellos como jefes de prensa…
PLAZOLETA: Con todo, se ganaban la vida desde la trinchera periodística… Y si, como dice la ley, “el que acusa está obligado a comprobar”, entonces, la comunidad reporteril siempre ha esperado que en la misma lógica, la autoridad, ya local, ya federal, presentara pruebas irrefutables de la presunta susodicha relación… Nada, sin embargo… Y más, cuando el primer asesinato de un reportero sucedió en el primero año de Javier Duarte, 2011, hacia mitad del año…
PALMERAS: En la versión oficial, los casos están abiertos… No esclarecidos… Y más, porque una cosa son los asesinos físicos, y otra, los intelectuales… Y en ambos casos, por decencia y respeto a los derechos humanos, conocer la verdad por más sórdida y cruel y atroz que sea… Pero si por el contrario, se corre el riesgo de que se repita la misma historia de impunidad que con la muerte del periodista José Miranda Virgen en el Alemanismo, entonces, hemos de resignarnos y aceptar que la impunidad seguirá galopando como uno de los peores males de la caja de Pandora en el paraíso terrenal que hace muchos años fuera Veracruz… Es la misma suerte que están corriendo los más de quinientos crímenes en la era de Morena y los miles de desaparecidos…