El Hospital General Regional número 72 de Tlalnepantla, Estado de México, fue tema durante todo el día de ayer. El Director del IMSS, Zoé Robledo, dijo en la conferencia matutina del Presidente que la situación ahí estaba controlada. El personal médico lo desmiente.
Daniela Barragán
Ciudad de México (SinEmbargo).- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguró que en el Hospital General Regional (HGR) 72 de Tlalnepantla, Estado de México, no existe un brote epidemiológico y que solo se tiene registro de 19 casos positivos de COVID-19. Pero personal que ahí labora lo niega: al menos hay 39 casos confirmados por las condiciones en las que trabajan desde al menos hace tres semanas.
De acuerdo con los testimonios de personal de ese hospital y de pruebas de laboratorio que están en poder de SinEmbargo, lo dicho por el IMSS y por su titular Zoé Robledo Aburto, sobre la situación de esa unidad, está lejos de estar controlada.
Desde la tercera semana de marzo, antes de que la Secretaría de Salud (SSa) declarara que México entró a la Fase 2 de la pandemia de coronavirus, las condiciones en el hospital de Tlalnepantla estaban ya en negativo porque a pesar de que ya había pacientes ahí con COVID-19, los insumos básicos para el cuidado del personal de salud no les fue suministrado.
Las condiciones lejos de mejorar, caminaron hacia una sospecha de brote dentro del hospital, ya que aunque el IMSS asegura que ya se hizo el estudio epidemiológico, hay casos de COVID entre personal que no tiene contacto con pacientes de COVID ni con la zona cero del hospital.
“Las batas que nos dan se deshacen”, señala el personal médico del lugar. Foto: Cuartoscuro.
La información del IMSS, que incluso presentó en la conferencia de prensa matutina del Presidente de la República ayer miércoles, fue que “en los casos de COVID-19 en el Hospital General Regional (HGR) N° 72 en Tlalnepantla, Estado de México, no existe brote epidemiológico hospitalario como consecuencia de contagio por pacientes” y que se implementa el protocolo epidemiológico para la protección de los trabajadores.
En un comunicado de prensa, el IMSS dijo que “el contagio entre la base laboral se originó en el exterior, entre personal que no labora en zonas de atención COVID-19 y que no tienen como función estar en contacto con pacientes sospechosos”.
Se reitera en esa información que son 19 casos positivos de COVID-19 de trabajadores del área médica de diferentes categorías; que ellos y sus contactos de sospecha están en supervisión; que no laboran desde el 27 de marzo y que esa situación no ha afectado áreas sustantivas del hospital.
Ahora, la otra versión: de acuerdo con trabajadores del hospital, todavía el día de ayer, cuando se daba esa información, aún había enfermeras sin protección en atención de pacientes graves.
El personal ya quedó a la espera de que se le suministren todos los insumos básicos para atender la pandemia. Foto: Cuartoscuro.
De acuerdo con personal que solicitó anonimato para evitar represalias, son al menos 39.
casos positivos solo de personal médico, pero faltan de enfermería y otras áreas. Algunos tuvieron que recurrir a hospitales particulares porque ahí en el Hospital no les hicieron la prueba. Tampoco están contabilizados casos sospechosos, justo por falta de pruebas.
“No estamos pidiendo nada fuera de lugar, equipo adecuado, protocolos adecuados y bien supervisados, todo para hacer frente a este problema tan grave. De lo contrario el personal médico no llegará en buenas condiciones a la Fase 3. El HGR 72 es receptor COVID-19, somos la primera línea en el plan de contingencia. Si esto no sale bien aquí, en los demás hospitales tampoco”.
EL INICIO DE LA CRISIS
El 20 de marzo de 2020, unos días antes de que fuera declarada la Fase 2 (el 25 de marzo), reunieron al personal en el Auditorio del hospital –sin ninguna medida de sana distancia– para dar capacitación para atender a pacientes con coronavirus. El encargado fue el Jefe de Medicina Interna, que la dio sin cubre bocas. Luego él pasó a incapacidad por ser caso sospechoso al presentar síntomas de COVID-19.
En un documento del IMSS y del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), se acordó hacer frente a la situación por COVID el 23 de marzo. El protocolo se entregó en una sola sesión.
El espacio destinado a ser zona cero, para la atención exclusiva de COVID-19, fue el de Cirugía Ambulatoria y todo el segundo piso, pero “los protocolos no se llevan a cabo bajo ninguna supervisión”, detallaron fuentes a SinEmbargo. De acuerdo con las Tarjetas de Acción por Flujo de Atención Médica, elaboradas por el IMSS, el traslado de pacientes con diagnóstico de COVID-19 no debe tener ningún obstáculo para llegar al destino. Pero fotografías del lugar muestran que esto no es así, ya que en los pasillos hay cadenas que frenan el paso, lo que genera contaminación.
En la misma fotografía se puede observar a personal en el área sin el equipo de protección adecuada.
Foto de la zona cero del Hospital de Tlalnepantla. Foto: Especial para SinEmbargo.
Poco antes de entrar a la Fase 2, un médico del turno nocturno del servicio de Medicina Interna, presentó síntomas. Se le realizó la prueba que reportó “toma inadecuada” y no se le hizo otra prueba. El médico acudió a un hospital particular y a estas alturas, se encuentra intubado con ventilación médica. Por su parte, epidemiología ya no buscó el diagnóstico de esta persona.
Luego dos médicas de base de esa misma guardia comenzaron a presentar síntomas, una de ellas resultó positivo de COVID-19, “para entonces ya habían estado en contacto con todos los médicos residentes y no se hicieron seguimientos de casos por parte de epidemiología aun cuando todavía se estaba en Fase 1 y se podía buscar el caso cero; ahora ya no hay forma porque estamos en fase comunitaria”.
El epidemiólogo, agrega la fuente, pidió a los residentes que se tomaran la prueba entre ellos, no con el personal de laboratorio como está estipulado en las Tarjetas de Acción: “las pruebas debe realizarlas el personal de laboratorio con todo el Equipo de Protección Personal (EPP)”, que es gorro, lentes con protección lateral, mascarilla quirúrgica, bata de manga larga impermeable y un par de guantes desechables.
El 6 de abril, en una nueva reunión en el Hospital, se informó de falta de personal y desde ese día se empezó a manejar información incorrecta sobre los contagios en médicos residentes. Ese mismo día, el personal que aún labora exigió una reunión con el Director del Hospital para hablar sobre la falta de material adecuado, la falta de supervisión, de protocolos de acción y la falta de claridad en el número de contagios.
Acudieron los médicos “operativos”, los que justo necesitan el material. “Los guantes que nos están dando no sirven”, dijo uno de ellos. El subdirector, el doctor Alfredo Mercado, respondió: “no hace falta que me lo diga, yo he visto la calidad de los guantes”.
En el Hospital hacen falta protocolos para personal de limpieza y de camilleros que tienen contacto con pacientes con COVID-19. Foto: Cuartoscuro.
Posteriormente, en una reunión con el Secretario General de la Sección V del STSSS, Marcelo Jiménez López, salieron quejas como “las batas que nos dan para estar en zona cero se deshacen al ponérnoslas”, “denunciamos la situación del material y nos dicen ‘es lo que hay’”, “no les están dando equipo a las personas de limpieza e higiene. Ellos conviven con cuerpos de zona cero solo con un cubre bocas”, “a las enfermeras nos niegan los cubre bocas porque dicen que no los necesitamos”, “todo el hospital es una zona cero”, “están dando uniformes que no han pasado por lavandería”, “tenemos 15 días esperando esto”, “en pasillos con pacientes contaminados no quisieron darnos batas”, “los cubre bocas a veces los tenemos que armar nosotros”, “solicitamos que se cierre el hospital, que se sanitice y se tome la muestra a todo el personal”. Esas son solo algunas de las peticiones.
Ese día se acordó tener otra reunión al siguiente día. Las peticiones fueron en el mismo camino: “cuando se piden lentes, el personal nos dice que están en la zona cero porque ahí los sanitizan”, “las caretas y mascarillas nosotros las compramos. Les echamos cloro. No es justo que al personal de enfermería nos tengan así. Es un contagiadero”.
En un video de esa reunión que está disponible en Facebook, una doctora dijo: “Nos estamos quedando sin el mayor insumo: los compañeros. En el cuarto piso, medicina interna. Tengo 29 residentes, de los cuales 25 se fueron ya. ¿En qué momento van a autorizar que a todos nos hagan la prueba? Porque somos el foco infeccioso que va y viene al hospital y a la casa. Queremos saber si ya se cuenta con la suficiente ropa quirúrgica para la Fase 3, en la que ya no podremos llevar nuestro uniforme a la casa. Ya nos tienen que empezar a dar los insumos”.
De la reunión se acordó dar seguimiento a todos los casos de trabajadores que han estado en contacto directo con pacientes y trabajadores y que su prueba dio positiva y también de los casos sospechosos y sintomáticos, para implementar protocolos de prevención para el personal involucrado.
También se acordó buscar la estrategia para dotar de mascarillas N95 al personal que labora en las áreas con pacientes sospechosos y positivos de COVID-19, zona cero, urgencias, triage respiratorio y hospitalización.
Quedó sentada la exigencia de sanitizar el hospital con máquinas vaporizadoras, dotación de jabón antibacterial, sanitas, alcohol gel e hipoclorito de sodio, además de dotación de gogles y caretas, implementar estrategias de capacitación para el personal de higiene y limpieza, protección a camilleros, al personal de rayos X y laboratorio cada vez que ingresen a la zona cero o en contacto directo con pacientes sospechosos.
Todo esto, a diez días de iniciar la Fase 3.
ES LO BÁSICO
De acuerdo con las personas que hablaron con este medio digital, la preocupación en el corto plazo dentro del Hospital 72, es el deterioro del personal clave y de las condiciones de trabajo.
“Medicina interna es el servicio que maneja a los pacientes con COVID-19, ellos son el servicio más afectado, si ellos no están bien, el resto de los médicos podemos manejar a estos pacientes, pero el resultado no será el mismo. Ellos son expertos en el manejo de enfermedades con pacientes de este tipo, junto con neurología, pero Medicina Interna los ve en conjunto de todos sus problemas, como diabetes e hipertensión. Neumología no tiene esa posibilidad. Los demás tenemos entrenamiento como médicos generales, pero no se puede esperar el mismo resultado que un internista”, comentan.
“Este hospital es receptor COVID, aún no entramos en la fase 3 y muchos médicos están incapacitados y los que están en esa condición, se les dio incapacidad de “enfermedad general” no como riesgo de trabajo, por lo que no están recibiendo su sueldo completo”.