Francisco Vásquez
Oaxaca, México.- La LXIII Legislatura del Senado de la República realizó un análisis para determinar el crecimiento en la generación de empleos en las 32 entidades del país, asimismo, qué es lo que afecta principalmente para su crecimiento.
En el análisis, los senadores señalan que a cuatro meses del cierre de sexenio del presidente Enrique Peña Nieto se tienen registrados 3.7 millones de nuevos empleos, superando las tasas de los últimos 12 años, es decir, de las dos administraciones pasadas. Sin embargo, las cifras positivas no son equilibradas para todo el territorio mexicano.
Por lo que detallan que no todas las entidades federativas han tenido un crecimiento uniforme en la materia, siendo los estados como Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz y Tabasco, los que reportan números rojos en creación de empleos.
En este sentido, los representantes populares destacan que la inseguridad es el principal factor para la pérdida de empleos en las mencionadas entidades, explica el documento, los senadores también indican que en los primeros seis meses del 2018, estas entidades generaron menos de los empleos formales requeridos para poder emplear a la población que se incorpora al mercado laboral.
Asimismo, lamenta que en lugar de aumentar las ofertas de empleo los números fueron adversos, pues se perdieron, el documento a letra dice: “doce estados generaron más del 100 por ciento de la meta establecida; 5 entre el 75 por ciento y 100 por ciento; 10 entre el 0 por ciento y 68 por ciento, y en cinco ya mencionados anteriormente, desaparecieron empleos: Guerrero (-10 %), Oaxaca (-19 %), Tabasco (-21 %), Veracruz (-22 %) y Sinaloa (-130 %)”.
En este contexto, el Senado de la República concluye en que este anomalía en la pérdida de empleos no son ajenos a las altas cifras de violencia en Oaxaca; por el contrario, plantean que la violencia impacta negativamente en la situación laboral y económica, lo que se traduce en la pérdida elevada de empleos en lo que va de 2018.
Ante esta situación, los senadores exhortarán a la Comisión Nacional de Seguridad y al gobierno del estado de Oaxaca a redoblar esfuerzos en estos rubros, según consta en la Gaceta del Congreso de la Unión.
“Las consecuencias de la inseguridad y la violencia no pueden ni deben rebasar la capacidad del Estado. Es imprescindible generar las condiciones que garanticen el bienestar de la población, incluido el acceso a un empleo digno, seguro y capaz de satisfacer sus necesidades”, refieren.
Por último, exteriorizan que en muchas de estas cifras en los demás estados tienen un factor común: el incremento de la delincuencia, algo que debe ser controlado por las autoridades competentes.
“La inseguridad y violencia son dos factores que influyen para que en ciertas entidades federativas descienda negativamente el empleo, ya que desencadenan una serie de acontecimientos que afectan al mercado laboral y obligan a las empresas a cerrar, dejando a la población bajo la incertidumbre en la búsqueda de mejores condiciones de vida”, concluyen.
Cabe destacar, que en los últimos meses la entidad oaxaqueña ha tenido un incremento desbordado de violencia generada por grupos del crimen organizado, entre éstas, ejecuciones, balaceras, fosas clandestinas, personas descuartizadas y degolladas.